martes, 27 de diciembre de 2022

El innecesario arrepentimiento

Arrepentirse de algo que alguien ha hecho no tiene sentido, en tanto que ya ha sucedido. En cambio, la prudencia siempre ha de escucharse antes de saltar a la acción y guarda todo el sentido del mundo. De repente, puede desatarse una tempestad o aumentar el oleaje. El temor o el instinto de defensa, de velar por nuestra vida, llámenlo protección si prefieren o "sorge" [cuidado] según el filósofo alemán Martin Heidegger — entendido como "cuidarse de" o estar vigilante cual ave, pendiente de posibles adversidades—en pequeñas cantidades es sinónimo de prudencia y lo estimo necesario en ese contexto de prevenir o no precipitarse, sin lugar para el irremediable arrepentimiento del inicio. 

Con razón el filósofo Spinoza en su "Ética" indica que el que se arrepiente es doblemente miserable, pues se siente triste por algo que no puede cambiar y encima supuso un deseo no pensado con cautela. 

domingo, 25 de diciembre de 2022

Del principio de todas las cosas.

La materia se forma siempre a partir de energía. El universo se formó con energía. El materialismo tiene su principio en el energetismo, pero casi nunca se habla de energía. Energía etimológicamente viene del griego ἐνέργεια, enérgeia (que significa “actividad”, “operación”) y de ἐνεργóς, energós (“fuerza de acción” o “fuerza de trabajo”). Acción. Hay que activar la materia y con la vida sucede igual. Termodinámica, calor vital. 

martes, 20 de diciembre de 2022

Autocrítica a la creatividad

 La cara menos amable de la creatividad es la imprevisibilidad y falta de constancia, en tanto que la creatividad depende de la inspiración. Frente a otras destrezas, carentes de esa visualización de las ideas y dejándolo todo en sus manos, no hay potencias que doten de aire, oxígeno para obrar. La voluntad, el querer, es una debilidad al quedarnos sin otro recurso que factores que escapan al individuo como la enigmática intuición del foco artístico.

jueves, 15 de diciembre de 2022

De la falsa especialidad teórica.

Algo que he asumido. Puedes ser un especialista de un área en el plano teórico y no saber en absoluto llevarlo a la práctica, a no aplicarlo, lo que equivale a nada. Contamos con muchos/as teóricos/as de la educación que son prácticos/as del desastre educativo. Un pedagogo famoso en la historia como Rousseau después tenía abandonados y desatendidos a sus hijos. He visto a expertos de despacho y luego despecho en el aula. 

El mundo sordo

La vista es el sentido más engañoso de todos en mi opinión, siendo el olfato el más fino [más que el gusto, aunque están conectados, pero se sobrepone el olfato] junto con este, el oído, la acústica tan poco apreciada. Estamos sordos/as. Ya casi ni prestamos escucha al canto de las aves. Llevamos aparatos inhibidores en los oídos llamados auriculares, con un nivel de volumen que produce un preocupante desnivel de la música de la vida.  

El autoconocimiento en el arte [en mi camino]

Como he señalado en ocasiones anteriores, he aprendido a conocerme mucho mejor gracias al arte. Me he fijado que he colocado un "filtro racional" para no salir herido. Se trata de una respuesta ante agresiones pasadas—manual de supervivencia, pero soy incapaz de negar ahora mi hiper-sensibilidad. Sé quién soy porque es como me siento. Vibro y me gusta. Experimento electricidad, una fuente de energía. Fuerza. Jamás me había atrevido a hablar de esa fuerza.

La auto-interpretación de las cosas

Ayer superé muchos de mis miedos. Pues sí. Los miedos pueden vencerse, pero ante todo una persona tiene que aceptarse y saber que siempre es posible mejorar. Me he cansado ya de estar auto-castigándome. Jamás me saldrá todo según mi expectativa de perfección. Ver siempre el vaso medio vacío nos lleva a sentirnos como el vaso. No se ha de olvidar que lo que representamos, o al menos así lo creo yo, responde a la autointerpretación. El yo-mundo.

lunes, 12 de diciembre de 2022

De la musa y la imagen

Verdaderamente, la música es el arte de las musas. Cuando uno penetra en ella contempla su inspirativa forma. Esa comunicación, por lo menos en mi caso, la percibo como atemporal, con ausencia del espacio-tiempo mientras el trance dura, como un delicioso sueño del que jamás anhelamos salir. La musa además supera lo visual, el órgano más engañoso de todos en mi opinión, siendo el olfato el más fino junto con este, el oído, la acústica tan poco apreciada. Hay exceso del ojo, el enjuiciamiento, el estereotipo construido en la imagen. Pueden conjeturar con acierto que la imagen en el entramado técnico-digital no me genera demasiado agrado. La representación visual cuando queda en ese reducto se convierte en reproducción, en monotonía, falta de creatividad y de imaginación. 

Además, no resulta nada revelador que lo metodológico adora el campo visual, el destello de la operatividad y procesamiento, si bien después acomete la contradicción de apartarse de lo empírico hacia la abstracción, pero vacía esta de contenido, análoga a la imagen sin creación propia o elaboración del mismo. No es más que relleno, un copia y pega mental, rol de autómatas. A esto nos está limitando el mundo de la sobre-imagen—símbolo de la técnica, el dominio y control—, a no ya la pérdida de las ideas y los conceptos, sino a la sentencia dictaminada por Kant en su razón  teórica. Es decir, a intuiciones sin conceptos, a la ceguera. 

Al otro lado del espectro, topamos con integración en el océano de imágenes— y seco de imaginación— conceptos huecos, muertos, mares sin peces ni vida de ninguna clase. Tal es la representación digital del ser humano en ciernes ¿y cómo pensar el mundo si este ya está establecido icónicamente, en imágenes? Se sabe que las denominadas personas con altas capacidades piensan en imágenes, pero si tenemos falta de contenido, de conceptos, de lenguajes y metáforas lingüísticos, con semántica, significados que generen un diálogo interno y una llamada al cuestionamiento. 

En el escenario descrito, seremos como sordos ante el arribo de las musas musicales y sin el aprendizaje previo de notas musicales quedamos casi imposibilitados para que haya entrado la musicalidad en los tímpanos alguna vez, como sí les ocurrió a los compositores que perdieron dicha facultad, pero tuvieron sobre sí el campo conceptual concretado en vivencias, mas aquellas de seguro no desencadenaron en "cataratas acústicas" casi desde el nacimiento, algo que sí sucede en el mundo globalizado coetáneo. 

El principito del rendimiento: Lo esencial es invisible a los ojos.

Parece una tontería tener que recordarlo o insistir en ello, pero para rendir bien hemos de alimentarnos bien. Muchas veces, la flojera viene por carencia de vitaminas que están presentan en algunos alimentos y por falta de comer debidamente, así como no andar llevando a cabo ayunos, o bien saltarnos comidas. 

jueves, 8 de diciembre de 2022

La reproducción como producción y reproducción reproductora

Es paradójico que la reproducción biológica sea un acto de creación y que en cambio en el arte sea sinónimo de copia, imitación desde lo ya creado. En la vida biológica el nuevo ser sería el aura, auténticidad, análogo o símil de la composición en el arte. Lo que no se compone en el arte es como un feto artificial, manipulado, orquestado para que tenga determinados caracteres. Es una obra ya prefijada, no propia, como si todos los bebés nacieran idénticos. 

miércoles, 7 de diciembre de 2022

La escritura encriptada

Si en ocasiones mi escritura figura como encriptada, se debe a que el emisor no deja de ser un enigma para sí. Lo que sale por la boca manual, el acto motor de mover los dedos, es con frecuencia comida sin digerir aún. Al componer música acontece lo mismo. Improvisar. De seguro que a muchos/as les salió un giro sin proponérselo y sorprendió el resultado de las piezas musicales surgientes de su angustia, esperanza, melancolía, rabia, etc. 

Ladrones de estrellas

Las estrellas eran hermosas porque alumbraban la caverna celeste, pero actualmente padecemos contaminación lumínica. La sobre-luz rompe la armonía. Aquella robó los diminutos diamantes, el faro frente la tinta de calamar. Ahora, nada más que queda la triste ceguera, con una vuelta a la oscuridad más cavernosa.  

Referido al estar despierto ante el sueño

 A veces, cuando uno anda medio dormido está más despierto que cuando tiene los ojos bien abiertos. Tener los ojos desplegados no evita estar en otra parte, mientras que cuando el cansancio nos coloniza intentamos liberarnos de él. Por tal razón, prescindimos de abandonarnos al inconsciente, a pensar enteramente en las musarañas. El esfuerzo por prevenir cerrar los ojos bien puede ejercer de impulsor, con rol de perro/a vigilante o guardián. 

Escribir no es una actividad homogénea

Un consejo para escribir. No hay consejos universales, pues como señalaba el filósofo español José Ortega y Gasset, tampoco existen propiedades únicas de las que nos enamoremos. Cada quien encuentra su manera y estado. Mentiría si recetase píldoras. La escritura no es un fármaco, aunque sí alivia. 

El eléctrico y sonoro tigre acústico

Había olvidado cuanto añoraba el rugido del tigre de agua en el techo azul, ahora gris por fin. 

domingo, 4 de diciembre de 2022

Del vacío interno

Como es bien sabido, la constante recurrencia a estímulos externos, es una clara manifestación de querer suplir inútilmente los espacios huecos de nuestro interior. 

viernes, 2 de diciembre de 2022

Pobres ratones sobreinformados

 La mente es un laberinto y muchísimas veces las neuronas son como ratones atrapados en una casilla de éste. La información llega fragmentada por diversas causas. Algunos ratones alcanzan un paso más allá del rompecabezas o puzzle, pero los que logran salir se nos representan con la lengua fuera y algunos con parada cardiaca. Súmenle a esto la sociedad de la hiperinformación y los ratones atrapados serán incontables. Los roedores neuronales que se salvan son casi nulos 🧠 🗑🐁 

miércoles, 30 de noviembre de 2022

La etimología de la palabra "palabra".

Me atrae bastante la etimología de las palabras, conocer el origen de su significado ¿y qué ocurre con el de la propia palabra? 

Después de buscarlo, observo que emerge del latín parabola-lanzar, establecer un paralelo comparación, símil y del griego parabole, alegoría. Con una alteración del latín se pasó de la comparación a la narración, con alteración en paraula y creación con el verbo parauler de la que derivó hablar. 

Si lo aproximamos a un término que contenga ambos, la narración y la oralidad obtenemos el relato, del latín relatus: cuento y narración nuevamente. Nietzsche estaba en lo cierto, las palabras son imágenes, metáforas alterables pactadas. El peso de su uso las vuelve ley. 

De las contradicciones en la manera de entender la educación. Pedagogías vacías, sin contexto ni mirada sociológica.

No deja de resultar contradictorio que las posturas individualistas en materia educativa sean las idealistas—los individuos pueden cambiar el mundo—, cuando lo que se reproduce en la práctica es dicho individualismo en sentido negativo, referido a la desatención de la heterogeneidad o variedad de los mismos en el supuesto de su configuración homogénea—idéntica—. Quedan olvidados los grupos y estructuras organizativas y coactivas sociales, políticas, económicas, ideológicas y culturales que se corresponderían con el mecanismo de transformación real que aunaría idealismo—lo que debería ser, con los materiales y recursos disponibles.  

martes, 29 de noviembre de 2022

De la indiferencia placentera

Gusto y disgusto, las variables lingüísticas del placer y el dolor. Agrado y desagrado. Juego de palabras. Agrado, sin grado y displacentero-doloroso. 

Algo sin grado es indiferente. El escritor norteamericano William Faulkner decía que "entre el dolor y la nada [indiferencia] prefiero el dolor", pero en la indiferencia estaría el placer de la felicidad ¿por qué no hay felicidad? 

Porque siempre hay grado, clasificación. No hay indiferencia, ausencia de importancia. La felicidad debería valer nada. El importe de la felicidad es 0, y su valor infinito. En el dolor aún hay grados. No se permite la indiferencia ante este. 

Si bien en el agrado o placer la indiferencia no es obligada, como no la escoge uno sino la sociedad se apaga el placer que podría hallar alguien en su "a-gusto indiferente". Estaba muy acertado Schopenhauer al indicar que "la felicidad está en el ser, el interior." 

Al otro lado del espejo de Alicia y como reflejo del mismo, frente al dolor los individuos se vuelven a su vez, por imposición, también indiferentes, aunque desarrollando un peligroso sentido estético, el deleite por la morbosidad. 

Encienden la televisión y aparecen cuerpos desmembrados. Simultáneamente, comemos animales del plato a los que les arrancamos la carne de los huesos. Los rostros impasibles, embebidos de lo sórdido, lo nauseabundo como sinónimo de lo gozoso. 

Radiografía de la psicopatía: de la forma originaria de la infelicidad brota ahora la consoladora promesa de que los demás sean infelices también. Nadie puede ser feliz, y sin embargo, plantados ante el sufrimiento ajeno llegamos a disfrutar. 

El sufrimiento extraña el deseo de indiferencia, del "a-grado"-ausente de grado, de ese desinterés del que hablaba Kant en los juicios del gusto referido a lo bello como no utilidad ni centrado en el objeto, sino en el sujeto y sus sentimientos, pero sin fin, con un aplauso que no finaliza, una puesta de sol que no muere, congelar el instante y que parece haberse extraviado ¿o es que acaso jamás existió? 



Del pensamiento críptico de la gente crítica

Uno de los problemas del pensamiento crítico, es que muchas veces aparece como críptico. Este adjetivo se nos define en la RAE como "no comprensible para la mayoría de las personas porque está hecho para ser entendido por unos pocos." La pregunta es ¿cómo generar una respuesta crítica y no críptica? Si queremos producir una contestación que por lo menos se entiendan los planteamientos y los dilemas. De lo contrario, serán visualizados como una aburrida charla online donde los únicos que parecen tener interés en el tema son los profesores/as ponentes. El resto desparece ante la propuesta críptica. 

Del absurdo por el absurdo

Si te ríes de todas las cosas, lo que realmente es motivo de risa se pierde entre la inflexible y totalitaria carcajada. Lo único jamás se modifica ni permite ser. Una risa sin stops o rupturas no deja de traer consigo su otra cara: un llanto perpetuo interno y una rabia creciente con cada paso de una nueva risotada. 

El absurdo por el absurdo es la peor de las coherencias con las categorías de la negación y afirmación. Grito que no o sí a todo y soy devorado por el peso de dicha absoluta ley de gravedad sobre todos los cuerpos, ahora tomados en su absurdidad. El nihilismo asoma por el horizonte. Te ríes de la muerte y la muerte, la absoluta nada te personifica con su eterno retorno. 

Del objeto del arte para suprimir la objetivación

Paradójicamente, tocar-interpretar, pintar y redactar un instrumento u objeto provoca que la vida no sea entendida como un instrumento u objeto. El instrumento o medio del arte desinstrumentaliza-desobjetiviza el pensamiento y cualifica los sentidos. Un rosa no será conceptualizada bajo un componente del perfume que se venderá estas navidades. La rosa será una hermosa mancha roja, un sonido melodioso, un terciopelo en la piel y notas de la naturaleza o bien recuerdos de un amor en la nariz sin apropiación ni dominio. 

lunes, 28 de noviembre de 2022

Poema

A la salida del lobo  

Un mudo cisne                                                    

Por un lago enjoyado 


Plumas de nieve                                                                

Cubren tus ojos 

Selene


Prometido eternamente                                

Con tu destello plateado      

 



J.B.B 

Del se(s)|x|o

Demasiada gente olvida que el sexo tiene mucho que ver con dicha palabra sustituyendo la x por una s. La imaginación y fantasía constituyen la principal fuente del placer. Por el contrario, focalizar la atención en la imagen del cuerpo propio y ajeno cual cáscara de huevo, mera máquina con su reducción a la química, vuelve la relación con la otra persona a su concepción mecánica, al aburrimiento, la rutina y una más que probable ruptura. 

Del yo solamente quiero tener éxito

La máxima del mundo occidental actual: Pienso luego no tengo éxito = no existo. 

jueves, 24 de noviembre de 2022

Del yo borroso

Muy posiblemente las personas que me conocen lo hagan más por mis escritos que en lo relativo a mi registro oral, pues en lo elaborado literariamente aflora un trozo de nosotros que raramente mostramos al resto por las circunstancias que sean. Dicho de otra forma, yo soy un extraño hasta para mí mismo alejado del soporte material en que elaboro estas palabras. El conjunto se me esfuma como la blanca nieve en un día tórrido-caluroso-.  Yo ¿quien es esa figura? Una construcción de la que jamás se pidió mi opinión. Somos una serie de vivencias en constante curso. Un río que viene y va. La imagen que represento fuera de aquí, de este medio, es un océano difuminado pintado por William Turner. 

Del miedo a ser uno mismo

Por desgracia, en gran cantidad de ocasiones el precio de ser uno mismo es la soledad. Lo auténtico choca con la falsedad de la mayoría, los papeles ensayados y acostumbra a ser apartado. Lo auténtico se siente. A muchas personas sentir les causa temor. 

miércoles, 23 de noviembre de 2022

De la imaginación colectiva

Un libro con un café y el mundo me parece más humano porque se abre ante la posibilidad de la imaginación. La imaginación tal vez sea el resquicio de lo humano en sentido abstracto, un sentimiento de pertenencia a, identidad común que al imaginar potenciamos, por ejemplo reconociendo a otros en los personajes de esa obra, contemplando las uniones, mientras que con los torrentes de imágenes individualistas— y fugaces como estrellas en que el deseo se interrumpe con el siguiente que nos sobrevendrá— alejamos de nosotros dicho sentimiento y nos volvemos mónadas leibnizianas [del filósofo alemán Leibniz], sustancias encerradas en sí mismas y sin ventanas. 

De la desesperación kierkeegardiana-Soren Kierkeegard

 Siempre doy por sentado que le caigo mal a la gente, pero probablemente esto tenga su origen en que tampoco me tengo demasiado aprecio. Quiero salir del condenado yo, pero la desesperación consiste en no poder lograrlo, y aunque lo consiguiese, tampoco desaparecería la desesperación. Nunca se marcha esta. 

sábado, 19 de noviembre de 2022

De las purgas y el lenguaje

Casi todos mis escritos nacen en un ámbito bastante tabuizado de nuestra sociedad: el retrete. Seguramente, al pronunciar estas palabras el asco haga su rápida entrada en nuestro psiquismo por la asociación entre la higiene y el lenguaje. Lo feo y desagradable debe quedar alejado. El mundo debe lucir como un blanco y aséptico hospital. Las purgas se inician así, con la ideología de la medicina y la limpieza. 

Del ocaso de la diferencia

 El día amanece gris por fin. Adiós al tedioso y monocromático azul celeste. El otoño abre los ojos cuando su defunción está próxima. Suenan los villancicos en la distancia y la estación como sucede antes de la hora final, intenta sacar fuerzas y dar muestras de un vigor hasta la fecha inexistente, consumido por el narcisismo del verano. Crece el verano a la vez que el poder del yo. Las hojas amarillas, ocres y terrosas del otoño son tal vez el último vestigio de la diferencia, la multiplicidad, la metáfora antes de fosilizarse y volverse sólido concepto siguiendo a Nietzsche. Es el yo aún voluble y consciente del otro. El otoño se marchita como la figura de lo distinto al yo. 

viernes, 18 de noviembre de 2022

De la antítesis en las relaciones solidarias

La solidaridad se ve atravesada por la situación de que cuando nada tiene un por qué en sí mismo, se plasma la antítesis del para qué en toda la acción. Si a la solidaridad le caracterizaba el desinterés, realizar la acción sin esperar nada, ahora en el desinterés por la buena acción o la altruista, se le introduce el interés-beneficio como una inadvertida metástasis cancerígena en las células sanas. 

De la memoria y el corazón

Existe una relación inseparable entre memoria [me-moría-por-saberlo] y su consecuente, debido a esto lo memorizaba. Dicho de otro modo, procuraba retener una información por la que siento pasión como quien conserva la pintura que nos regaló un familiar que ya nos dejó, y al contemplarla vuelve a recordarse—pasar nuevamente por el corazón—el cuerpo de experiencias compartidas con él/ella. 

De la escritura y sus flujos

Si afirmara que escribir es sencillo, sería un mentiroso. En una época donde la mentira es casi sinonima de relato o posverdad, mi relato parece ser motivo de desconfianza, puesto que estoy redactando. Sin embargo, el hilo de la literatura no se teje de repente. Si bien cabe que actualmente haya más soltura por mi parte, en un pasado no muy distante las palabras estaban bloqueadas y casi asfixiadas. Eso lo puedo jurar. 

La escritura quizá es una forma de compensar el obstáculo para las relaciones sociales. Solo a modo de hipótesis: tal vez quien practica y se ejercita en la escritura trata de entablar conversación con otros por dicho canal. La lengua también posee sus remordimientos. 

De la armonía y el velo diurno

El conjunto de pájaros cantores debe ir al compás. El ejemplar que rompe con la armonía sufrirá destierro. El ruiseñor y el búho no entonan su onomatopeya porque se apartan de la estabilidad diurna. La noche es reprimida con la imagen de la claridad, y entonces cuando nadie mira, se desahogan los impulsos prohibidos de la hora sombría. 

De la imagen como fulminante del proceso de creación

 En el país feliz de Nunca Jamás y de las Maravillas han colocado una verja de alambre. Se previene a la población acerca de los espacios de la imaginación—al observar el techo de su habitación o bien mirando por la ventana fijándose en la forma de las nubes y dejar volar aquella— como si de campos de exterminio se tratase, al tiempo que se bombardean películas, series y vídeos coloridos y rimbombantes como sentencias al paredón, sitios de fusilamiento, en este caso de los mundos de fantasía. Se traza una paradoja: el ahogo en la imagen lobotomiza la capacidad de imaginación. De la muerte de la imaginación se desencadena un hecho que sobrepasa todo lo imaginable. 

jueves, 17 de noviembre de 2022

De lobos y corderos

Si alguien narra el cuento de Caperucita Roja en los tiempos que corren pocos niños/as comprenderán por qué el lobo esperó tanto para zamparse a la niña. La paciencia es un valor a la baja. Los lobos de hoy son ansiosos y por eso muchos yerran en sus planes. Siguiendo otro cuento infantil, a estos se les ve la negra pezuña demasiado pronto. A pesar de esto, de su impetuosidad, los corderos que desconfían de cualquier animal, se comen a sus propios hermanos antes de que un intruso entre en la casa. 

De la crítica autocensurada

Todo se consiente hasta un cierto nivel. Lo que exceda el tope del criterio se torna adversario o peligroso. Bajo este enfoque, la crítica es venenosa y perjudicial desde el juicio de la crítica autocensurada.  

miércoles, 16 de noviembre de 2022

De la transparencia de la locura

La sociedad siempre fue un manicomio, pero nunca se había visibilizado tanto como en la presente época de la transparencia tecnológica.  

martes, 15 de noviembre de 2022

De la comprensión

Para comprender algo, uno debe romper o salir de sus esquemas mentales. Es por ello que el acto de comprensión no suele ser sencillo. 

domingo, 13 de noviembre de 2022

De la venganza contra la imaginación

La falta de creatividad se compensa con el rencor hacia la imaginación, tachándola de fútil y exenta de síntesis. En una sociedad sin inventiva debe purgarse todo lo que exceda el eje procedimental: los pasos, la norma y el rigor. El rigor concibe lo imaginativo como un "rigor mortis", su inflexibilidad refleja. 

El mundo se invierte. La propuesta con sustancia es caos, y la vuelta a más de lo mismo ordenada reconciliación. La autoconciencia padece de "aexperiencia", concebida como un experimento científico repetido, mientras que la idea-cuerpo dinámica y contextual, histórica, luego fenomenológica—conectada con el vivir interno de los sujetos—, queda proscrita del método y desaconsejada salvo en proyectos de gran envergadura, proyectos que finalmente se agotan en el peso de la costumbre. 

Hablamos de un anti-principio de copia humeano, puesto que la acción realizada implica un sujeto objetivado. Es decir, en línea opuesta a sus impresiones subjetivas. Queda enmudecida su voz discrepante, impedido de manifestar rebelión y ruptura. 

Por lo tanto, dicho sujeto es autoconcebido sin cualidades mentales-espirituales alternativas a lo dado. En su lugar, le quedan adscritas las propiedades del objeto con que interactúa a diario: naturaleza bruta universal, depurada de sensaciones, dignidad como fin en sí mismo y sobre todo "conciencia histórica". 

Inevitablemente, se asimila la totalidad afirmativa. La negatividad y la disonancia, entendidas como crítica del espejo, quedan eliminadas. Aquellas deben ser suplidas por una mera descripción, análisis sin contrapartida e imitación de la realidad. La demandada y elogiada nueva producción es simple reproducción autoengañada. 

De la belleza y la muerte. La teoría y la praxis

La frase famosa del astrónomo Carl Sagan, "somos polvo de estrellas", jamás fue tan acertada en lo que a nuestra época se refiere. El único consuelo que sobrevive en la cita es la poesía. Fuera de ella resuena la barbarie. A polvo hacia a las estrellas conduce la noción de amenaza nuclear. He aquí el rostro inhumano del retroprogreso. La retórica de la humanidad se ahoga en el vacío del silencio cuando finalizan las palabras de Sagan. La realidad temida se sintetiza con la belleza poética. El poeta Rilke pronunció que "la belleza es el comienzo de lo terrible". Ciertamente, en los versos de Sagan subyace la posible espantosa realización de la praxis: de la metáfora a la muerte segura. 

Del lobo estepario saludable

Imitar al abuelo de Heidi, al modelo de lobo estepario—su nombre era Ernest o Herman Hessen como homenaje al autor de dicho libro— y marcharse a vivir muy lejos de la civilización, trae consigo algo más que una actitud contra el sistema. Se trata de garantizar la casi perdida salud psíquica o mental.  

sábado, 12 de noviembre de 2022

Del veloz mundo de vida y la nada

Cuando todo pasa tan deprisa en el híper-ritmo de vida actual, la inmediatez consume el tiempo como la Nada con el mundo de Fantasía en "La historia interminable", de Michael Ende [1979]. La ultra-velocidad genera la aniquilación de las vivencias. Imaginen ver una película en modalidad súper rápida y pretender captar algo del argumento, no digamos ya saborear una escena. Tampoco se siente la adrenalina, puesto que ésta prometía aún un descenso de la velocidad en algún instante. Se imposibilita la contraposición de lo que es con lo que fue. A la memoria se le amputa el recuerdo. Gracias a la apresurada publicidad y el mundo del ciberespacio hasta los días por llegar son destellos de polvo. 

Del anonimato y la burocracia

La despersonalización es el emblema de toda institución educativa actual. Los integrantes no se distinguen ya de los anónimos trabajadores de una oficina-empresa. El próximo paso es que su nombre lo ocupen la firma y el código númerico del DNI. Cualquier aparato normativo acoge la misma ideología de funcionamiento del esquema de la prisión, que como ya avisara Foucault hace un siglo, se traspasa al resto de instituciones. La forma de proceder es la administrativa y el control-examen. Toda tarea seguida es un medio que pierde por entero su sentido, en tanto que nada más importan los criterios y los plazos. 

Tiene lugar una relación directa entre el morir y su entrega, como el envío de un documento sin la menor relevancia acerca de lo que verse. El fin en sí mismo de la tarea desaparece en el buzón, junto con otras ajenas extraviadas—en este caso de su propósito, su valor de uso dado que no preocupa su cualidad—equiparándose a un valor de cambio. Las entregas se localizan con el resto del correo dentro del oscuro, inconsciente e involuntario lugar de almacenamiento, y que se recopilará para la única utilidad conferida: su evaluación y eficaz puesta en funcionamiento. El contenido es invisible y la forma se apropia de él. Al sujeto le ocurre igual. 

viernes, 11 de noviembre de 2022

Del arte de escribir

Escribir es una labor que nada tiene que ver con la palabra "labour", entendida cómo trabajo. Negación rotunda de la asociación entre la redacción y el salario o al menos la relación entre elaborar un texto y el consumo en la producción económica. A la contra de lo que se ha establecido u obviado, escribir guarda más vinculo con el arte, la "poiesis"-creación, que con su otra cara, la techné, arte entendido como técnica-tecnología, instrumento con el que transformamos un trozo de madera en un mueble del hogar. A mi juicio, escribir trae consigo un regreso a esa imaginación infantil perdida. Al escribir siempre deberíamos idear, pintar sobre lienzos propios y posteriormente agregar la norma.

jueves, 10 de noviembre de 2022

Del amor sentimental

El amor ya ha quedado restringido al terreno de la pareja. Luce sospechoso quien pronuncia que ama fuera de la relación sentimental. El sentimiento no pasa de expresarse sino en la persona con la que estamos juntos/as. Está mal visto pronunciar en público que amamos a un amigo/a, no vayan a pensar que hemos traspasado el límite internándonos en el prohibido sexo con ellos/as. Hoy más que nunca se exhibe el tema sexual, y pese a ello jamás hemos estado tan reprimidos/as. Nos vemos casi obligados a hablar del terreno al que hemos reducido el amor. La obsesión por el sexo supone el amor negado a la sociedad. Este imperativo es la señal de inhibición del amor solidario y no privatizado al otro. 

De las dudas de uno y el siempre queda pendiente algo.

 Tengo que creer más en mí. Soy escéptico en esta cuestión. Y todo por la autoexigencia enfocada todo el tiempo en lo que falta frente a lo logrado, tal que si alguien llevara recorrida una distancia, pero nada más que se fija en el tramo pendiente. El perfeccionismo es la imperfección pura. Lo perfecto es un estado imposible que torna siempre posible no experimentar la satisfacción. Tyler Durden en "El club de la pelea" [1999] siempre representó la persona que todos queremos ser, pero sufrimos porque jamás se materializará. La felicidad queda cautiva en nuestras expectativas sobre lo que no hemos logrado todavía. Dicho horizonte nos está vedado por nuestra autoidea insatisfecha.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

De lo global a lo local en los procesos

El desarrollo de algo no va de menos a más, sino del gran tamaño a uno más pequeño que recoge más aspectos que la globalidad. En lo macro uno/a se deja cosas y a medida que se va reduciendo de tamaño se integra lo macro en lo micro o particular. Es lo particular en su grado creciente lo que indica la síntesis de un proceso que ha reconciliado lo de gran extensión-global. Lo más concreto es lo real como vemos, porque incorpora ese plano global con autoconciencia de su yo a partir de este. Se trata de un yo no egoísta, porque ha asimilado lo diferente a sí, la perspectiva de los otros y desde ahí se ha ido formando, haciéndose más diminuto y concentrándose en su desarrollo personal. 

De lo modificable y sobre lo que no tiene sentido enfadarse

A mí no me gusta la realidad ajena-externa, la que no depende de mí para que cambie, por lo que no tiene sentido que me enoje sobre lo que no puedo remediar. En esto ha errado mucha gente dedicada al filosofar [no aludo únicamente a los académicos/as universitarios/as] 

Los aspectos que debo atender son los que son susceptibles de cambio personales y en las personas que me importan, junto con que siempre ellas elijan formar parte de esa transformación. Esto se traduce en no imponer a nadie mi óptica en como se debe vivir, pues cada quien es artista de su obra. Eso sí, siempre trataré de permanecer como un círculo que no se cierra, se va desarrollando e integrando círculos de menor tamaño. 

sábado, 5 de noviembre de 2022

Del amor a los objetos y el desdén por los seres sintientes.

La forma en que nos relacionamos con los objetos dice mucho de la manera en que interactuamos con las personas. Suele producirse la contradicción de que un mayor cariño por los objetos que no están vivos genera una indiferencia hacia los sujetos sintientes humanos y no humanos. 

En otras palabras, el cuidado dedicado a los muebles se contrapone con la invisibilización y asco hacia el mendigo que está pidiendo dinero en una esquina, o el inmigrante recién llegado a nuestro país— que huye de la miseria e inseguridad de su tierra arriesgando valerosamente su vida— sentado en un moderno banco . Este se topa casi con la misma miseria de la que escapaba, aunque una miseria más de tipo humanitario. 

viernes, 4 de noviembre de 2022

De la libertad de pensamiento

La libertad de pensamiento en muchas ocasiones queda encorsetada dentro del pensamiento. Ésta teme verse expuesta al escrutinio social porque se desvelaría que dicha noción de libertad es pura ilusión y está amarrada y construida por los cientos de prejuicios y sistemas normativo-valorativos de una cultura, generalmente a la que se pertenece o bien en la que alguien se ha criado-desarrollado.  

domingo, 30 de octubre de 2022

De la nihilización de la vida

Quizá la vida nos aburre porque la hemos depositado demasiado en lo que no es vida, y por tanto no puede ser sino muerte o degeneración ¿a quién le agrada esta última? A los necrófilos, los amantes de la muerte. Levantamos sociedades amantes de la muerte. 

No sorprende, a mi juicio, que la vida sea asociada limitadamente con lo orgánico en estado de deterioro. Paradójicamente, todo el mundo niega este hecho y se intenta concentrar en un vitalismo, pero es falso y decae en desmotivación, falta de sentido y ataraxia ¿cuáles son nuestras píldoras adormecedoras? Todas aquellas que guarden relación con el consumo como promesa de una felicidad que no alcanzamos a palpar. El nihilismo se hace carne. 

sábado, 29 de octubre de 2022

Ni dualismo ni monismo. La mentira de un significado dado o preestablecido en la realidad.

Podríamos decir que todos/as tenemos algo de artista-científico, analítico-apasionado, autoritario-libertario, soñador-realista, sedentario-activo, crítico-conformista, forma-contenido, extravertido-introvertido, etc. 

En principio nadie es sin la otra parte. Luce cierto que el dualismo del mundo es una invención nuestra, pero tampoco parece haber unidad dada. Por el contrario, el mundo está vacío de todo contenido fuera de ondas y partículas de luz sin significado en sí, tal como nos indica la física. Casi todo es lenguaje. El resto son meras señales interpretadas ¿quien decidió que eran o no las cosas? El contexto, las predicciones cerebrales y el cableado mental cultural de cada uno/a. 

jueves, 27 de octubre de 2022

Mi regla del conocimiento al menos.

 Primera regla del conocimiento:

Duden ustedes de todas aquellas personas que presuman ante otros de saber mucho. Quienes realmente saben y conocen no precisan demostrarlo, salvo cuando sea necesario-oportuno. 

Todas las cosas y seres humanos se muestran en su naturalidad cuando no destacan forzosamente, sino por sí mismas en el momento indicado. Todos los objetos y sujetos son en el contexto, y quien tanto se chulea de dominar una rama o habilidad, en otra situación bajará la cabeza avergonzado por no llamar la atención sobre el resto, o bien se callará para no destapar lo que el/ella realmente es en cierto ambiente. La belleza reside en su silencio. Cuando habla es porque se le pide. 

domingo, 23 de octubre de 2022

De la objetividad en la felicidad como sentido ofrecido por cada quien a la existencia

La felicidad como sabemos es subjetiva. Sin embargo, como sentimiento anhelado es universal [una palabra similar a dicha] ¿quién no desea ser feliz? ¿acaso alguien podría ser feliz sintiéndose infeliz? No. Aquí el principio de no contradicción es tan real que asusta. 

Ante la felicidad como fin existe una objetividad. Nadie querría vivir si pensase que jamás va a ser feliz ni por un solo instante. La felicidad es una promesa de sentido conferido por cada quien a la existencia. 

Con ausencia de la expectativa de felicidad el absurdo real nos engulliría como un gigantesco torbellino, y acabaría por entero con las mínimas fuerzas para seguir adelante y despertarnos con cada salida del sol.  

domingo, 16 de octubre de 2022

Del narcisismo y la contradicción

 No existe mayor imbecilidad, a mi juicio, que albergar conciencia de algo y obrar contrariamente a lo que se afirma teóricamente como incorrecto. En este punto, el narcisista ocupa el escalafón más elevado. De esta manera, el narcisista presume de ser experto en un área, y su inflado ego anula que perciba que en la práctica está yendo a la contra de sus supuestos principios. Y esto es propio de un auténtico imbécil, como quién habla sobre una sustancia dañina-venenosa, para acto seguido no dudar en probarla y vanagloriarse de su hazaña. El narcisista es el mayor de todos los imbéciles, equiparable al que estaría en clara disposición de mejorar, pero su yo ,necesitado de atención y consecuente reafirmación, destruye el proyecto. 

sábado, 15 de octubre de 2022

Del mal y la oscuridad. El bien contiene el mal. El bien es creador del mal.

La oscuridad forma parte de la vida. Si se la intenta combatir, se corre el riesgo de que se haga fuerte y lo inunde todo. El mal quizá surja porque se le busca como enemigo con objeto de venganza o justicia y ese mismo bien perseguido es el que causa el aparecer del mal. Tal vez, lo sabio sería no intervenir y que el mal se vea impedido de su propia fuerza destructiva y negativa, como un pálido fuego sin energía que desate el incendio y acaba por ser consumido en su soledad. El deseo de dominio, ya sea del bien o del mal, es la mayor perdición de cualquier persona. El dominio solamente comprende la opresión. Las fuerzas si tienen demasiado poder se tornan malignas. El poder llama al mal como el relámpago al trueno o el ascenso del vapor de agua a la lluvia. 

domingo, 9 de octubre de 2022

De la felicidad

 Sea lo que sea la felicidad, únicamente puedo asociarla con la evasión y liberación de los conceptos. Una ausencia a la contra del pertenecer a la placentera-dolorosa existencia ¿por qué? pues porque cuando se es feliz no se piensa ni analiza el por qué. No hay intención, apego de ser feliz, como sí acontece con el placer, que al tiempo trae su contenido dolor. La felicidad es un morir agradable del deseo, y supone contentarse finalmente con la condición de uno. Trae consigo no pedir más, no exigir. Un detenerse en seco y olvidarse de ampliar-extender. La entrega a la eternidad del instante, como quien cierra los párpados cuando el sueño le convoca a descansar y relajar sus miembros. 


La felicidad debe emerger siempre de dentro como un agujero negro. La luz no debe escapar nuevamente, sino que debe quedar atrapada sin poder salir. Desde el momento en que se supera el "horizonte de sucesos" de separación-frontera ya aparece el pensamiento respecto de un objeto que le hace feliz. Entonces, al liberarse lo retenido, la felicidad pasa a ser conceptual y dependiente de las causas externas a sí misma. El fin en sí mismo que la caracteriza se transforma en un proceso de medios para llevarla a cabo. El fin se dibuja en la distancia siempre inalcanzable a causa de los elevados ideales pretendidos por el pensamiento y su análisis conceptual-reflexivo inagotable e inconformista. 



viernes, 7 de octubre de 2022

De la felicidad y la evasión

La felicidad solo puede residir en la evasión de los conceptos, en no pensar que se es feliz. Pensar suele ir asociado a conceptualizar la realidad, estar pendiente de, con un gasto de energía y el consecuente agotamiento-sufrimiento. 

La actividad de pensar nos angustia porque nos coloca en la representación de ser arrojados y conducidos hacia una perspectiva o circunstancia que nos rodea. Sin embargo, en ámbitos como el arte o el ocio, el pensar se ve liberado del concepto impuesto y bien cabe que degustemos una novela porque nos evadimos del estar presentes, pese a reflexionar con X autor-escritor. Al menos para mí, la felicidad debe suponer una ausencia del estar ante exigencias externas.

lunes, 26 de septiembre de 2022

Del arte y la felicidad [el regreso a la infancia]

Los días vienen y van. Eso es cierto. Se disuelven como polvo. La monotonía los caracteriza. A mi parecer, gozamos del arte como refugio de la repetición. El arte se contrapone a lo reiterativo cotidiano, si bien en centenares de ocasiones se devalúa y las ideas se copian entre sí por escasez de imaginación. No obstante, el arte, cuando no decae en el plagio, ofrece una salvación del hastío vital. A diferencia de otros campos de conocimiento, el arte—e insisto: si nace con aire espontáneo y de las entrañas propias [ninguna se equipara a las demás], proporciona el antídoto del ingenio humano para alumbrar escenarios que nada más se presentan en los sueños ¿y acaso son estos últimos monótonos? 

El arte supone un retorno a la descubridora y aventurera infancia [donde nace la noción de la felicidad, o lo que nos configuramos como tal inocente, inconsciente y despreocupada sensación. Resulta irónico que en la etapa infantil el tiempo transcurre veloz o más acertadamente apenas se alberga noción de la división con el futuro, al no haber casi comparativa con lo que aún no ha llegado. En los primeros días de guardería y escuela, la salida del sol supone una promesa de variedad para nuestra percepción, aún sin asentarla por completo en los conceptos ordenadores de las múltiples imágenes captadas. 

Los conceptos, con sus prejuicios y pre-concepciones del mundo, son los responsables de esa impresión de "la vuelta a lo mismo" en la adultez. Por eso el arte trae consigo un escapismo de la uniformidad y atadura conceptual. No por causalidad la figura del niño es la del superhombre creador de Nietzsche. Aún cuando la época infantil no haya resultado plácida, los aciagos tragos de entonces se viven con renacidos ojos colmados de esperanza y un alegre resplandor. La corriente oriental del taoísmo emprende la búsqueda de retornar a la etapa de los flexibles bebés. El arte traza la misma senda, pero como salvo relampagueantes fragmentos no rememoramos instantes de gateo y gorjeos, aquel [el arte] acude al inicio de la memoria, hacia la fragua de la liberadora y original sonrisa natural del alma: la felicidad infantil. 

De la creatividad artística y la felicidad

Cuando uno/a realiza una actividad artística, sobremanera la música, mientras tiene lugar esta no puede negar que siente lo que imagina debe ser la inmortalidad. 

El arte posee la capacidad única cuanto más se acerca a los sentidos no visuales o de imágenes—lo visual no ejerce el mismo impacto emocional o focalización ni de lejos que una producción sonora-auditiva-en mi opinión, de rozar el vértigo de la eternidad. 

Es decir, apartarse de este plano, casi como atravesar la dimensión conocida y habitar un ámbito salpicado de felicidad máxima. La creatividad artística se ubica cerca de cualquier edén perdido, dulce inconsciencia que hayamos podido saborear en algún pasaje de nuestro curso vital. 

viernes, 23 de septiembre de 2022

De la dialéctica y la ambigüedad

 La salud también puede contener enfermedad y esta ser saludable ¿por qué? A título personal considero que la ambigüedad rodea a todas las cosas. Como una excelente amiga me expresó hace poco, en lo profundo se palpa lo ambiguo. Del otro lado, lo superficial está habituado a la bifurcación. Lo superficial es un decapitador nato de conceptos opuestos. Lo vemos a diario cuando alguien grita las prejuiciosas fronteras entre lo positivo-negativo, placer-dolor, bueno- malo, libertad-autoridad, amor-muerte, mente-cuerpo, alegría-tristeza, amor-odio, etc. Ah, pero la dialéctica revela que los conceptos, si bien luchan entre ellos, integran cada uno lo que el otro niega en su apariencia ser. 

De la soledad y la sabiduría

Cuanto mayores son las fuerzas que demandan las luces de la compañía, más luminoso es el estado real de la soledad. En cambio, la suma de fuerzas negativas, relativas a no urgir de la compañía salvo en  ciertos puntos, oscurece hasta desaparecer en la sombras el miedo hacia uno mismo. 

Desde mi punto de vista, y consciente de que estoy a años luz de ello, la sabiduría está más próxima a la contemplación del sujeto hacia su interior. Ya Schopenhauer lo señalaba: la felicidad se halla dentro de cada uno, en su persona. Tal vez la sabiduría comprenda esa meditación serena, de no sufrimiento en la eternidad de la mente ¿pero cuánto tiempo hace falta para perdonarse-aceptarse sinceramente uno/una?

De la literatura

El encanto de la literatura está en que supera a quien la compone y lee. Esta dice más que lo que el autor busca exponer. El texto interpreta al intérprete por encima de todo. El texto se erige sobre las circunstancias, pero las sobrevive. Eso a mi entender es lo que le dota de ese sublime carácter atemporal. Las palabras constan de un sentido dado por el ser humano en su existencia, pero trascienden el paso de la historia. Mientras una persona hojee una obra literaria, su contenido se reinterpreta a sí mismo constantemente como pensaba el filósofo Gadamer-"nunca leemos un libro de la misma manera". La interpretación muta, mas siempre persiste el querer ir más allá de lo dicho entonces. 



Otro miniconsejo para escribir

He aquí otro consejo para escribir. No darle vueltas a lo que caerá literariamente. Dejar fluir es la clave. Si hay bloqueo mejor no hacerlo ese día, pero si sentís esa ráfaga luminosa que se expande como el universo no lo dudéis y plasmad lo que necesitéis expresar. Es una sensación maravillosa cuando regamos el campo y al fin brotan las plantas y flores como los coloridos tulipanes holandeses que parecen franjas del propio arcoíris. Se extienden hasta más allá de donde alcanza la vista. Lo mismo pasa con la creatividad. Si tiene hambre y otras necesidades, hay que suplirlas como si de nuestros hijos/as se tratase. Es cruel que el globo esté preparado para inflarse y volar, y lo dejemos olvidado.

De la alegría y el amor como una experiencia estética

La alegría es una estrella fugaz y por eso cuando aparece pedimos deseos de obviar todo lo que no sea ella. Anhelamos habitar en esa estrella por un dilatadísimo intervalo espacio-temporal. Es curioso que tal fenómeno acontece en el arte, pero con la diferencia de que en aquel no captamos el espacio-tiempo y no hay un interés de posesión, de ganar más arropamiento. El arte como ya anunció Kant es desinteresado. La indiferencia es necesaria para desapegarnos. Amar supone un querer vencer si no dejamos el interés a un lado y nos derrota, sufrimos. Al amar hay que aparcar el interés de esa brevedad señalada en la alegría ajena al arte y comportarnos como si viviésemos una experiencia estética. 

Del buen ánimo y la entropía-lucha contra la pérdida de calor externo o desorden del sistema.

El buen ánimo es algo raro en estos tiempos. Por eso se disfruta tanto cuando nos envuelve, como una esperanzadora lluvia durante una época de larga sequía. Solo cabe aprovechar su estancia. Ambos, clima y humores se correlacionan. De manera que lo imprevisible-caótico que caracteriza al clima se aplica a nuestro estado anímico. 

En mi caso particular, mi energía se ve impulsada por el descenso de la temperatura. A mayor caída del termómetro, siempre que no sea extremo claro, más motivación. Ya he hablado de esto previamente, aunque claro, es subjetivo. En lo referente a mí persona, el frío supone encender mi hoguera en todos los sentidos. Entropía-evito la pérdida de calor con actividad. 

jueves, 22 de septiembre de 2022

Consejos para escribir

 A mí parecer— por supuesto—una de las recetas para escribir es que te debe dar igual lo que piensen los demás acerca de lo que cuentes. Eso significa que debes sopesar que narrar. La cosa está en que muchas veces se cuelan confidencias no medidas entre los textos. Es irremediable-inevitable. De modo que si te vas a desnudar no debes poner límite. En el caso inverso no escribas. Pero si escribes, lo que te has propuesto no relatar sale, o bien intenta hallar un conducto para manifestarse. La escritura es, según mi criterio, la savia del corazón y claro que aquel puede ansiar permanecer opaco, pero tarde o temprano aflora lo enterrado hondamente. Siempre lo hace según mi experiencia. 

miércoles, 21 de septiembre de 2022

De la mente pétrea

El corazón es siempre de cristal. Es la mente la que torna las emociones y sentimientos duros, violentos e impenetrables como afiladas rocas. 

martes, 20 de septiembre de 2022

De la sociedad actual

 Hoy en día nos sentimos orgullosos de vivir en una sociedad de la "bella bellum omnium contra omnes"- la bella guerra de todos contra todos. Nótese la río-de nia. No me río de nada. La sensación es pena.

Del arte y la moralidad como sufrimiento.

Escribir es siempre un dulce olvido...El arte groso modo se sostiene en la ausencia. Ya lo señaló Nietzsche, el dolor recae en la nemotecnia, la memoria ¿y no es irónico que la moralidad emerja de la conciencia? El arte huye de la conciencia y la moral surge generalmente de la estética, pero recordemos que la estética se opone a la moral en tanto que busca alejarse de la sensación de estar ahí, mientras que la moral reposa en el estar ahí y asumir que se está. Juzgamos el mundo estéticamente primero y a partir de allí, de la ausencia construimos la conciencia en todos sus órdenes, aunque con dolor. La moralidad es sufrimiento al final, y lo es más el saber que aquella es insuficiente. 

lunes, 19 de septiembre de 2022

Del mito de la tecnología

En el fondo todos sabemos que la tecnología no ha contribuido a la mejora de nuestras vidas. Al contrario. Ha aumentado el aislamiento y el egoísmo-narcisismo, junto con el sedentarismo. Es irónico que estamos más conectados que nunca y sin embargo nos sentimos tan apartados...

somos islas a las que les llega de vez en cuando un eco, una voz procedente de otra. De repente, se corta la comunicación y quien sabe cuando se retomará. El amor sin ir más lejos está más cosificado que nunca. Ha perdido cualquier valor mas allá de su reducto fisiológico o vínculo con el placer sexual. Luce un imperativo que todo encuentro romántico debe acabar en la cama, como una app del dispositivo: Fuck and Love. 

De la actividad del pesar

Quiten de la palabra "pensar" la letra r, y el resultado será  lo que la gente entiende por pensar actualmente, o quizá fue así desde siempre y por eso nos va cómo nos va por mucha tecnología a la mano. Monos manejando máquinas ideadas por otros monos con una preparación y especialización algo mayor—y estoy insultado a los monos, pues seguramente muchos primates emplean más recursos del intelecto que los supuestos "homo sapiens"—. Normal que nos llamemos sapiens, pues alternando el orden de las palabras se leería "piensas". Sin embargo, la gran parte de las personas obra de forma desordenada con la actividad de pensar, justo como su categoría.  


domingo, 18 de septiembre de 2022

De la ambigüedad de la esencia del mundo

El optimismo nace como concepto con el filósofo Leibniz acerca de que Dios ha creado necesariamente el mejor de los mundos posibles. Sin embargo, todos sabemos que este mundo está lejos de ser maravilloso, por lo que es más conveniente un término a caballo entre lo excelso y lo horrible. El resultado es el mundo obtenido en su neutralidad, que es la realidad ambigua de todas las cosas existentes. De manera que es absurdo declararnos pesimistas u optimistas, en tanto que el mundo se comporta cuánticamente, en relación con las experiencias-vivencias de las personas. En otras palabras, Dios puede existir, pero no interviene en los asuntos humanos. La esencia del mundo es la que uno interpreta. 

viernes, 16 de septiembre de 2022

De la noción de la perfección

La noción de lo perfecto es una imperfección en sí misma ¿por qué si no se habría hecho de lo perfecto algo imperfectamente imposible de alcance? Lo perfecto comprende un ideal, una utopía. Y como es sabido "los sueños crean pesadillas". Es igual de sádico que a una persona hambrienta mostrársele un suculento festín en la distancia, y cuánto más se aproxima esta hacia el banquete, más se aleja el último. Nunca se ha de tomar la perfección más que como imagen de superación-mejora de uno, junto con apercibir que la imperfección resulta hermosa por su autenticidad. La verdad luce bella debido a su sincera imperfección. En cambio, las mentiras afirman ser la utopía hecha carne. 

Aparte, la imperfección es la causa de que queramos vivir. De abrazar la perfección la vida carecería de todo valor para nosotros. Desaparecieran los retos, desafíos, motivaciones, movimientos, cambios, etc. La existencia sería completamente sosa y la muerte la próxima parada, pues todo lo que no cambia-muta es equivalente a su no existencia. El sabor de la vida reposa en la humana imperfección que nos proyecta hacia un mañana incierto, pero con un sentido [establecido por nosotros] para continuar luchando y no perecer en el todo-nada del despropósito final.  


 


domingo, 11 de septiembre de 2022

Del tiempo y la infelicidad

 El tiempo siempre es motivo de angustia. La felicidad, por lo menos para mí, supone la ausencia de la conciencia del tiempo. De ahí que la entienda como un estado de indiferencia. Ya lo nombraba Nietzsche en su "Genealogía de la moral", el olvido es la felicidad. Sintiéndonos indiferentes al existir hallamos paz. Por eso las drogas no producen felicidad, sino un placer engañoso, de caída horrible de nuevo en la realidad, como una resaca terrible o síndrome de abstinencia. En cambio, de ese estado de impasibilidad no se tiene apego. Y albergo pocas dudas de que dicho estado lo localizamos cuando estamos inmersos en una actividad artística. Sí, para mí la felicidad supone una mirada estética como ya he puesto de manifiesto en anteriores textos. 

Poco a poco, a partir de las tesis de Kant y Schopenhauer con aires claramente orientales los del segundo, he ido configurando mi idea de felicidad, a la que equiparo a un sentimiento y no un concepto. Los conceptos abruman, remiten al objeto en sentido lógico, de posesión y utilidad, mientras que el sentimiento nihilizado mediante el goce desinteresado estético sume en calma y un irse de, apartarse de la vida, una muerte sin temor a morir. Hasta en el amor cuando se ama a otra persona se sienten caminar ambos por un prado etéreo, apartado del ruido de la existencia, tal que si ambos tocasen una sinfonía o compusieran un lienzo o poema y bailasen una danza en las estrellas.  

La conciencia se ve liberada al fin de los confines de la duración, del fin o desenlace. Mientras acontece no hay fronteras, como el universo vasto que tiene un principio, y según los físicos es infinito en tanto que se está expandiendo. Con el arte ocurre algo similar. Se dilata en el instante atemporal estético el tejido y las horas lucen minutos. Y todo es tan simple y complejo cómo adoptar una dimensión desinteresada que permita ese acceso a la eternidad del goce estético en todos los sentidos, a la felicidad. 

Aparte, queda pendiente otro asunto que debo ir puliendo, el del por que el arte contiene esa Purificación o catarsis ya referida por el filósofo Aristóteles en su “Poética". En principio, porque los sucesos le ocurren a otra persona. Hay una salida del yo que rebaja la frustración al escuchar problemas y preocupaciones ajenas y es sabido que la alegría ajena es contagiosa, por lo que si estuviéramos cabizbajos o decaídos la entrada en una obra artística anima. Todo esto nos obliga a un perderse que exige además madurez—la inmadurez jamás comprenderá los excesos del ego y siempre los tomará como símbolo o señal de bienaventuranza y salvación. La desmesura es propia de los días juveniles—pero no entenderlo como un mero chute, una pura dosis de dopamina, ni tampoco la anulación bioquímica, que dejemos de sentir sensaciones y seamos como piedras en el suelo. No ¿qué fin en sí mismo sería la felicidad entonces? La felicidad es un estar sin estar, pero sabiendo que se está y no anhelando alimentar o nutrir más la sensación. Desde que esto pase, aparece el placer embriagado de sí mismo. 

Claro que existe otro obstáculo al tema que me ocupa y que ni puede ser ignorado, el del lenguaje, alusivo a la palabra y el significado atribuido en una época y lugar frente otra ¿es la felicidad una palabra nada más? ¿se trata de una mera señal corporal que interpretamos como un bienestar inmenso? ¿se trata de una ilusión propia de mente que busca una utopía o paraíso perdido ¿y que tiene el arte que calma la sed? ¿como la entienden otras culturas la felicidad? ¿ Todas estas cuestiones debe ser atendidas en el próximo capítulo. 

Todo este blog está escrito por Jorge Beautell Bento y así queda registrado en el presente día. 

sábado, 10 de septiembre de 2022

De los complejos sentimientos

En contra de lo que se comúnmente se cree, los sentimientos no son más simples que los pensamientos. De ser así la gente se entendería mejor a sí misma, lo que pasa por desvelar los sentimientos que dan cabida a los pensamientos y tal cosa no suele caracterizarnos a los seres humanos. Tememos a los sentimientos porque suponen una prehistoria que no queremos recordar-rememorar. El pensamiento muchas veces obra como el cemento que tapa todo lo que gritaba a viva voz previamente. El pensamiento es experto en ocultar los materiales de la construcción. 

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Minipoema relato

La ballena no estaba avergonzada por derramar lágrimas en el mar. De tal manera disimulaba su congoja. Los mares están fabricados con la misma composición que las brillantes perlas recogidas en cánticos de goce y dolor. Ella se preguntaba si serían los mares el resultado de los llantos de otros seres como ella, o se trata de la voz de la naturaleza que se retuerce de angustia y en otras ocasiones se carcajea hasta anegar las tierras de maná líquido bañado en sal. El cetáceo ya ha escuchado tronar a los cielos anteriormente. Sí, el cielo es plañidero. No duda en verter fluidos de sus ojos nubosos. El mar debe de ser otro canto, pero a la inversa del celaje, naciente de las entrañas de la tierra en dirección a la superficie.  

La vida y el mar

La vida, en mi caso, la asemejo a un viaje por un mar del que nunca se sabe su estado al llegar a un puerto y salir hacia otro. El mar para mí es la mejor metáfora de la vida. Episodios de indiferente quietud propia de la felicidad, tonalidades de un romance ante un rojizo amanecer-atardecer y la furia de las plumas marinas batiéndose en medio de una tempestad. Todos estos lienzos retratan muy bien las vivencias humanas. El mar, la vida, fluyendo siempre hacia que ignoto destino. Un viaje donde mareamos. El estómago está condicionado por los sucesos que todavía no han acaecido. El estómago es indicador de los movimientos internos vitales y en su interior otros mares se mecen y violentan.

Del lenguaje como color de los fenómenos.

Los pensamientos sin palabras son como los granos de arena en el vasto desierto, o bien gránulos de finísima y escurridiza nieve de las elevadas cumbres. El lenguaje es un fluido por el que discurren el resto de elementos. El lenguaje es el color con el que advertimos el mundo, mientras que el pensamiento es la luz. No obstante, la segunda sin el primero no es más que un destello cegador y tremendamente triste. Hasta en lo inefable, lo que cuesta expresar se intuye un gran hilo de palabras superadas por el sentimiento. Lo sublime nos deja mudos, pero no deja de revelar que precisamos del lenguaje para definir-catalogar algo como sublime, bello, siniestro, etc. 

domingo, 4 de septiembre de 2022

Experimento de escritura rápida

Escribir de forma absurda es divertido. Es una forma de desinhibición. Pruébenlo. Suelten en el papel lo que se les pase por la danza aunque no tenga ninguna cabeza. Camino por el techo queriendo llegar al tejado,pero estoy en el sótano siempre. Él sótano son los sueños que se mantienen siempre en el bajo vientre y no se logran defecar. Asco. Los sueños pueden oler mal también ¿por qué ese afán en que el perfume desprendido encandile? El aroma avainillado empalaga y provoca náuseas. Salga de la tienda. Huya de ahí hacia las charcas de ranas y salte sin miedo. El pelícano se va a zampar la trucha, pero es vegetariano. Debo comprar verduras. Me acabo de acordar ¿ven? La incoherencia vale. 

De escribir como un flash de la cámara

Si algo he aprendido de escribir, es que para hacerlo bien no se ha de pensar bien que poner sobre el papel. Las mejores frases y textos surgen de la espontaneidad, de la ráfaga. Los sentimientos son el medio que mejor expone el hilo literario. Los pensamientos se atascan como en una autopista a primeras horas de la mañana en la operación retorno después de las vacaciones de verano. Si alguien desea escribir, que deje fluir el rugido. No recapacite. No lo medite. Soul, flow, flu. Gripe, enfermo. Haga enfermar a las letras. La salud no es buena receta pera escribir. El delirio es una absenta ¿sabe? Inspira, intoxica. En una noche oscura cuando la muerte se percibe, flota la verdad en los miedos. 

Del hedonista

Para mí el hedonista [aquel/ella que considera el placer como símbolo del mayor de los bienes existentes] es un bebedor abstemio [que no consume alcohol], mas no deja de ser un beodo necesitado de su dosis resucitadora, y que como ocurre con toda sustancia destructiva, esta se presenta primeramente al ojo como un remedio milagroso. Otra promesa falsa de besar el Edén perdido en esta vida. 

sábado, 3 de septiembre de 2022

De la felicidad y el arte

Me he fijado que la felicidad no dista de un chute de anestesia. Un estado atemporal. Mire un cuadro u oiga una pieza de música. Así es, Félix = Arte. Por eso el famoso gato estaba dibujado y recibía ese nombre. Él estaba absorto en su realidad no tangible, alejada de este plano doloroso. 

Lo cierto es que nunca entendí por qué hay personajes de ficción  tristes. Bueno, sí, porque les obligan a recrear nuestra realidad. "El mundo de la imaginación es mucho mejor que el real" clamaba el filósofo F. Nietzsche con gran razón y acierto ¿y no dejó escrito este mismo pensador que hagamos de nuestra vida una obra de arte? La vida debe lucirse desligada de posesión y simple deseo de disfrute, de una expectativa de fuente placentera como Edén terrenal. Hay que crear y evadirse para ser feliz. Esa por lo menos es mi impresión, pues no he encontrado otra vía que no desemboque en una borrachera de placer con dura resaca mañanera el día venidero. 

La felicidad se asemeja siempre a un estado de contemplación estética. Una indiferencia u olvido de la voluntad. Por este motivo se contrapone al placer. En la felicidad hay una evasión de la existencia y salimos del espacio-tiempo. Este último no existe, como cuando admiramos una pintura y nos perdemos en ella. No atendemos a cuánto durará y las preocupaciones, sean las que sean, desaparecen. 


El placer se prolonga poco y es interesado. Pide más y más. Véanse las adicciones si no. La felicidad es sin fecha, y por eso es felicidad. Uno está con alguien amado y son felices ambos, como el impasible universo frente a los fenómenos que acaecen en él. El placer temporal ligado a la utilidad, a un fin, al deseo. Por eso alimenta el dolor que le sigue una vez ya acabado su relampagueante acontecer. 

domingo, 28 de agosto de 2022

Del miedo a las emociones

 El día que seamos sinceros con nuestros sentimientos, aunque no los comprendamos del todo, habremos evolucionado algo como especie. Tanta hipocresía en el día a día, fingiendo para agradar y engañándonos con objeto de lucir estar fabricados de acero o diamante. Queremos ser más que humanos al ansiar superar la fragilidad-vulnerabilidad. Anhelamos trascender y no somos capaces siquiera de ser honestos con lo que sentimos y padecemos ¿no será que lo que llamamos mal, infligir un daño a propósito a otras personas está originado por un constante mentirse, fingir bienestar, pese a estar rotos por dentro y movernos por un miedo que maquillamos con la rabia y el odio en forma de curva alegre? 

viernes, 26 de agosto de 2022

Del anticonceptualismo del siglo XXI

El mundo se ha tornado anti-conceptual, movido prácticamente en exclusiva por intuiciones y pulsiones. Por eso como dijo Kant el mundo camina ciego, porque las intuiciones sin conceptos no ven hacia donde se dirigen. En el pasado se pecaba de conceptualismo. Hoy dicho mundo-sociedades, sistema de creencias global se ha rebelado violentamente y ha proclamado la decadencia como rabia acumulada contra toda suerte de categoría y sentido. El mundo se odia a sí mismo. Se ha vuelto incapaz de amar porque no se puede reconciliar con el concepto, con un propósito. Ni siquiera aquel que naciera del individuo. Los individuos ya no se ven capaces de conferir un significado. En cambio, han dejado que el no significado, la nada dirija sus caminos. El mundo contemporáneo, compuesto por sus individuos, funciona o se comporta como un zombie. 

martes, 23 de agosto de 2022

De lo llamativo y su superficialidad

Donde exista pomposidad muy probablemente habrá banalidad. Lo que suele llamar la atención se caracteriza por un mero efecto visual, una película  hartamente colorida o un sonido rimbombante. Cuando cesa dicho fogonazo, queda en el vacío la nimiedad en su contenido yaciente desde el inicio. Lo trascendente se pasea sigilosamente y su estela no caduca por eso mismo, por su tendencia al anonimato. Lo desapercibido acostumbra a poseer más intensidad, fuerza y valor que el ruido y arcoíris más estridentes.  

sábado, 20 de agosto de 2022

De los narcisistas

 Resulta curioso que cuanto más narcisista es el individuo, más atención busca fuera de sí. Está más centrado en lo que los demás opinarán que de su propia visión. El narcisista se detesta a sí mismo y debido a esto urge de pedir la constante aprobación ajena mediante halagos sobre su asqueada persona. Pero el narcisista no centra su foco en su interior para su alivio. No. Como dijo Joyce, "el placer se convierte en placer por la indiferencia". El narcisista no siente indiferencia y no saborea apenas ninguna experiencia. La indiferencia conlleva despreocupación, ausencia de un culto al espejo, en dirección al cristal o cristalino ocular de los demás, pero no porque se amen. Él-ella no se aman. Piden que les amen desesperadamente. Dan lástima. Quieren representarse como leones y no son más que gatos atemorizados. 

Escribir deprisa. Abrir inconsciente

Original, orinal. Siempre se orina cuanto más líquido se bebe. Hay que leer para hacer de las aguas ajenas ideas de uno sin plagiar. Plagiar, plegar, pegar. No pegar. Duele mucho la no autoría. Las rías van a morir al mar. En Marte se ha hallado agua. Aguajes quedan cuando se vierte lejía sobre el suelo. Se estropea la superficie y también hay un estropicio del valor de la obra. Obra, Carmen, tragedia. Trago a trago fenece algo imitado. Algas, las algas acaban con el resto de vida marina. Mar, el mar es el morir, amor al 0. Redondo. Sol y luna se reflejan en el mar. El creador se proyecta. Proyección, filmación. Cine. El cine se ha ido a la mierda porque se ha asesinado al astro. Luz, Lumiere. Ay si Lumiere levantase la cabeza. Eza con z. Hablar andaluz, anda-luz, no te pierdas, ideas, i-dea, deus, Dios. Dios ha muerto. Reto, torre. En soledad queda el artista, arista, ristra. Tengo hambre, un enjambre, alambre, brea, rea, ea ea. Ánimo. A, ante, te. Un té. Él té apaga el hambre. 

viernes, 19 de agosto de 2022

De lo breve y eterno armónicos

 ¿Y no es cierto que aunque algo desaparezca permanece en la oscuridad de lo que fuera antes de ser? ¿acaso no hay eternidad en lo efímero? Desde luego, y brevedad en la eternidad, porque lo eterno también se percibiría como breve para la eternidad, la brevedad de la no vida que da paso a la vida y forma un continuo con aquella. Tantas almas en la no vida y en un más allá qué tal vez sea un eterno retorno o circularidad. El círculo inicial se topa con el comienzo. El círculo, la forma más perfecta para los griegos y romanos. El círculo: eternidad y brevedad. El círculo un morir y ser eterno. La agonía de no acabar el camino. Angustia del conflicto. Temor ante la certidumbre de lo incierto. 

Del colorido plumaje del pavo real

Ya me he repetido bastante en esto, pero viendo el mundo de las redes sociales, se hace pertinente resaltar la inseguridad y hueco interno de gran parte de la sociedad. Aquel o aquella que abre su cola de pavo real se humilla de ego. El ego casi siempre se avergüenza más que engrandece Quien se sabe talentoso o apto, no siente impulso de exhibir su plumaje, en tanto que ya está seguro de su belleza. Todo lo que es inseguro se exacerba. Todo lo que necesita destacar es porque se percibe pequeño e incapaz. Siempre a la contra de la apariencia de virtud o gloria, o más acertadamente, en la misma dirección de la desnudez que la falsa imagen muestra ¿hacia dónde nos dirigimos? A la carroña. 

jueves, 18 de agosto de 2022

De la madurez

 Creo que uno de los rasgos de madurar consiste en aceptar el caos que habita en nosotros y tampoco permitir que dicho caos se lleve por delante a las personas que significan mucho para nosotros. Madurar es conocerse un poco más, lo suficiente para advertir la fuerza del abismo que somos y responsabilizarnos de sus efectos. Esa es la libertad de la madurez. Por eso en mi opinión la madurez supone la línea opuesta al narcisismo infantil o mejor dicho, reconciliar el narcisismo con el altruismo. La madurez trae consigo la disolución de las dicotomías y divisar el mundo con menos prejuicios, junto con admitir la ambigüedad en prácticamente todo-nada como partes de la misma esencia-existencia. 

De atrevernos a amar

Tantas personas tienen miedo a amar porque temen sufrir con ello, pero si amar es sufrir, mejor amar y sufrir que no amar y no ser humano, pues el sufrimiento es una condición de que alguien nos ha importado y su pérdida supone una pequeña muerte, un duelo. Nada permanece. Ese realismo debería de incitarnos a amar y aceptar el posible final. Abramos nuestros sentimientos a quien amamos. El coraje del amor es lo único relevante. Para amar se precisa de valentía, y aceptar lo inevitable del azaroso o bien destinado porvenir. Nadie está a salvo de sufrir, pero mientras se ama que haya un curativo olvido del tiempo, y centremos todas nuestras energías en vivir experiencias plenas con quien amamos.

miércoles, 17 de agosto de 2022

Del sufrimiento de las categorías

La belleza es perfectamente consciente de que ella es belleza y teme que la juzguen y valoren por ser eso mismo, belleza, nada más que belleza. Qué sentimiento de desazón la soledad de una cualidad, por mucho que otros aseveren elogiarla por su divina hermosura y la cubran de halagos de otros tintes que bañen su persona. Pese a todo, ella misma duda de ser algo más para los demás que simple belleza ¿y no comportará más rasgos no relatados la belleza? ¿quién determinó que los fértiles campos de la belleza deberían acotarse a la rígida categoría de belleza? Y mejor dicho aún ¿qué espíritus osados catalogaron y maldijeron su autoestima como belleza?  

Jorge Beautell Bento

18/08/2022

lunes, 15 de agosto de 2022

De las inteligencias

La inteligencia, pese a que se divida en varias dimensiones, se caracteriza por dudar de sí misma a cada minuto ¿y no es esta la razón de que no sea arrogante quien verdaderamente es inteligente? El pobre arrogante anhela ser más de lo que es y por eso tiene tanta fe en sí mismo, porque necesita desesperadamente creer para auto convencerse de su no debilidad, como el creyente de una religión acude a un ser superior para que le salve de sí mismo, de sus pecados. El soberbio escapa de sí y presume de algo que no es. La soberbia no es más que una máscara como ya han observado tantos psicólogos y especialistas, mientras que la sencillez es la belleza de la sinceridad con uno mismo.  

Del carácter subterráneo de la literatura

 He constatado que lo que uno escribe supera con creces a lo que uno quería exponer textualmente en un principio. Ese es el poder de la literatura. Las palabras abarcan más allá de los sentidos del autor/a. El lenguaje es algo abisal, lo negado y hasta degradado, llano, bajo, sucio, insignificante, dado que lo que se evalúa como poca cosa obedece a que pasa desapercibido al ojo, ya sea por su cotidianidad o bien que provoca asco. A menudo lo que se desprecia o minusvalora se desea en secreto. He ahí tal vez la simiente de las complejas relaciones sentimentales humanas.  

Gracias a este rasgo de rechazo y su posterior ocultamiento, alcanza lo elevado y supra-sensible, porque los objetos enterrados a más metros de profundidad se eyectan con mayor fuerza, un efecto muelle o resorte, ídem con los yacimientos de petróleo, y constan de más valor. Lo que reposa sobre la superficie apenas se eleva ni causa asombro. Lo sublime emerge de lo que yace en lo nimio, temido  y negativo para la gente, al igual que las invisibles materia y energía oscuras que ocupan la mayor parte del universo. A modo de analogía, el escritor consigue visibilizar la energía y materia oscura de los sentimientos humanos. "Lo esencial es invisible a los ojos", como rezaba "El Principito". 

De los falsos conceptos opuestos

¿Qué define al tiempo y la vida? El escritor [y para mí un filósofo] Thomas Mann lo expresa muy bien: El cambio, la transformación ¿pero a su vez no es la permanencia para que siga siendo algo en relación con lo que fuera ya? ¿y cómo sería la vida si no hubiese algo de fijeza?¿y quiénes somos? ¿acaso no somos hijos/as de las experiencias? ¿cómo existir sin la estela que dejamos atrás y nos ha forjado?Parmenides -quietud-y Heráclito [cambio] no transitan por senderos diferentes. El nihilismo existencial [categoría o sentido construido] se equivoca como lo hace el esencialismo [la cualidad natural y sentido implícito para que una cosa sea]. Ambos afirman que hay un concepto prevaleciente, pero no lo estimo así. Ambigüedad. No hay paradoja. La tensión es pura apariencia.  

De la felicidad y los sueños

La felicidad está tejida de la misma materia que los sueños. Por eso cuando aparece el sentimiento, al rato cuando llevamos largo tiempo con él, no sabemos bien si estamos durmiendo o es algo real y tememos despertar de tan agradable estancia onírica. De ahí que la vida no sea sueño, porque lo que se podría llamar como feliz alberga escasos instantes. El placer se queda en un vago relámpago comparado con la felicidad en intensidad, y en lo atañente a la percepción de su duración, la segunda siempre se valora eterna y efímera al tiempo en el beso de la contradicción, justo en ese océano ilógico donde imitando al oleaje se forma la felicidad ¿y cuando han gozado de lógica los sueños? 

Desarrollando lo precedente algo más tenemos que la vida de por sí es ilógica, lo que la asemejaría al sueño. No obstante, frente la felicidad, la vida exige unos patrones, darle un sentido y estar pendientes de. Al cerrar los ojos uno se abandona al inconsciente ¿y quién anda todo los días en semejante estado? Que se sepa los sonámbulos y los que se hallan bajo los efectos de algún estupefaciente. El resto no puede permitirse el dulce olvido o ausencia, salvo en el ocio. En el ocio se intenta alcanzar ese estado onírico, pero tampoco consiente el tiempo libre la desconexión, y el placer fulmina cualquier destello de felicidad. La felicidad precisa sortear la frontera de lo inmediato.

El placer es el mayor rival de lo que se podría denominar felicidad. El placer remite siempre al ego y la felicidad es el némesis de la posesión, del control-dominio, el apego sobre el objeto. No, en la felicidad no hay distinción entre el objeto y el sujeto. Yo por lo menos la identifico con un estado estético, una experiencia estética en lo tocante a los sentimientos que embargan al que la crea-vive y aquella supresión de la voluntad [ese querer egoísta] ya narrada por Schopenhauer. Así es, la felicidad es una finalidad sin fin, carente de utilidad como el arte y quizá por ese motivo es felicidad y es un estado hartamente raro ¿se puede ser feliz en un mundo tan instrumental y maquinal? 

domingo, 14 de agosto de 2022

De la digitalización y el aumento del individualismo

 He sopesado bastante la idea, bastante evidente, de que cuanto más logra la persona esperar a la gratificación/recompensa, más probabilidades habrá de que obre en consideración con otros, lo que viene a significar que su código ético-moral es menos individualista y por lo tanto tiene en cuenta las necesidades ajenas. Con el auge de las redes sociales y la digitalización, observamos cómo conforme pasan los años nos volvemos menos capaces de retardar esta recompensa, los likes, contestaciones al WhatsApp, chutes de dopamina...Como acertadamente mencionó la psiquiatra Marián Rojas, la zona cerebral de la corteza pre-frontal responsable de deliberar y esperar a recibir placer se ve afectada. En consecuencia nos topamos crecientemente con sociedades cuyos miembros se comportan como niños y niñas caprichosos que no se hacen cargo ni se aperciben como responsables de sus elecciones o actos. A mi juicio, he ahí la relación con el narcisismo, propio de la etapa infantil, acusado durante las últimas décadas, especialmente desde que tuviera lugar el salto tecnológico a finales de los años 90. 

jueves, 11 de agosto de 2022

De la metáfora del verano

 Definitivamente, el achicharrante verano es como la calma chicha para los marineros. Un estado terrible de ausencia de viento y lluvia donde caer en la angustia y desesperación ante la nada que se alza ante ellos es de una sencillez aterrante. La cordura pende de un fino hilo y el indiferente calor adopta la forma de un afilado cuchillo en dichos días caldeados. El verano representa el sinsentido de los sinsentidos de esta fútil existencia. El símil entre el estar a la deriva sin avanzar y la eternidad de la muerte. 

martes, 9 de agosto de 2022

De la contradicción del hedonismo

 Si el hedonista no se obsesionase tanto por extraer todo el polen a la existencia no estaría dando muestras de su inmenso pavor a la muerte ¿para qué tanta ansia por los placeres, si tras la hora final será igual haberlos degustado con tremendo vértigo que de forma más mesurada? ¿y acaso se saborea algo con premura? ¿en qué dista ya una sensación extática de otra? El orgasmo deja de ser un analgésico cuando no hay un minuto de descanso para recibir con alegría una futura descarga. Dopamina indopaminada por su saciedad. Todo se deteriora en alto grado con mucha más rapidez que lo de bajo nivel. La pleamar anega las orillas de la playa y la alta tensión barre de un plomazo la salud. 

De los errores de fundamentar la moral en la razón

 A mi juicio, uno de los fallos de conferir el peso de la moralidad a la razón consiste en desatender el plano de los sentimientos. Si se conservan rencor, codicia, odio u envidia en los sótanos o elementos sustentantes del edificio, los sostenidos están seriamente amenazados, pese al hormigón y demás materiales que lo recubran. He ahí, según mi ojo, el por qué del descalabro de la ética kantiana. Schopenhauer estuvo más fino en este punto y al desinterés racional de Kant, le asignó la compasión como fundamento de la moral anti-egoísta. Advertir el dolor del otro y preocuparse por eliminar su sufrimiento, pero nuevamente la compasión urge de sentimientos honrados... ¿y un corazón noble nace o se hace? 

lunes, 8 de agosto de 2022

De la génesis de las personas profundas

 La profundidad es cómo la perla de una ostra. Generalmente es un tesoro hallarla. A la mayoría de personas la hondura les es extraña porque exige una elevación de los sentimientos para experimentar verdadera fascinación o asombro por lo oculto en todas las cosas, pues estoy casi convencido de que lo que se atribuye a las personas profundas es a observar, oír, olfatear y saborear lo que a los sentidos  se les escapa. Es un poder de la intuición. En efecto, se trata de una especie de inspiración que incita a hundirse en los agujeros negros de la existencia, allí donde la luz no logra atravesar nada y palpar la belleza de su misterio. Esto nos transporta al preguntar trascendente. 

De nuestra costumbre a no saber bien qué queremos

Los seres humanos tendemos a caracterizarnos por no saber bien lo que queremos. De esta manera cuando se nos aparece podemos desecharlo para más tarde arrepentirnos pero el quid de la cuestión es ¿por qué sucede esto? A mi juicio y apoyándome en la perspectiva budista del filósofo Arthur Schopenhuer, porque estamos atrapados en millares de deseos, apegos hacia diferentes objetos. Uno suple al anterior y debido a esto no sabemos detenernos en uno concreto y valorar nuestro aprecio real o falta de interés por él ¿quien podría averiguar cuál es el espejo principal en una sala gigante de espejos? Análogamente acontece con nuestro querer. A menor número de elecciones, de aspiraciones más fácil resultará saber bien que nos atrae, su causa y la asociación con lo afín. 

La vida en absoluto es sueño.

Los días alegres se nos antojan sueños, dulces delirios nocturnos. Estos días suelen ser escasos, por eso a mi entender la vida no es sueño en absoluto, en tanto que el dolor acostumbra a ser la sensación que nos cubre y de la que huimos a todas horas. La vida es símilar al caramelo de limón, ácida y con diminutos toques dulces. Este pequeño dulzor comprende el sueño que tratamos de capturar. Queremos soñar, necesitamos soñar y escapar del vivir. En el fondo ansiamos lo metafísico, lo ajeno al dolor en un océano de calma y plenitud, casi como una meditación, un detenerse. A la contra, la vida anula este sueño. Es lo físico, lo real, el dolor. La muerte inacabada es nuestro sueño metafísico. 

Pero lo contradictorio es que la gente liga lo físico con el placer y estiman que ese placer no traerá malestar y se encaminan a una vorágine de placer infinito que les acaba por consumir y engullir como si fuesen espectros danzando por un cementerio, donde ya ni les satisfacen siquiera los estímulos, como los piratas malditos de la primera cinta de Piratas del Caribe. 

domingo, 7 de agosto de 2022

De escribir con el corazón

 Casi siempre las palabras que uno se dispone a escribir están en la cabeza ya, y es el corazón quien las empuja finalmente a salir. Por eso a lo mejor quien no escribe con corazón, sentimiento o dicho de otro modo, con sangre y pasión, no logra llenar ni siquiera un párrafo. 

De la meditación interior

He visualizado mi metáfora de la existencia: Abrir la llave de la ducha y de improviso caer de golpe el agua glacial, en su desnudez y sentir un escalofrío. Las ocupaciones, el estar en una actividad es la manera de tornar tibio el fluido y lentamente irlo girando al calor, pero en cuanto cesamos la actividad retornamos al agua helada ¿pero qué sucede cuando estamos un buen rato bajo el torrente? Ya no nos resulta tan fría. Esta es la meditación-contemplación cuando uno simplemente está escuchando la existencia y no requiere tanto de distracciones externas o dedicaciones fuera de sí. Pocos consiguen estar en calma en la gélida desnudez, dentro de su paz, imperturbables, y quizá felices.  

Jorge Beautell Bento [Todos los posts responden a mi autoría] 

07/08/2022


De la amoralidad de la naturaleza humana y toda existencia

La naturaleza humana no es buena ni mala, es amoral. Son las sociedades y sus individuos los que califican valores con cualidades positivas o negativas, pero la ambición no tiene una esencia malvada ni tampoco la compasión es sustancialmente buena. La ambición puede adquirir un significado positivo si conseguimos metas realistas y nos empuja hacia una plenitud no demasiado extremista en sus expectativas, mientras que la compasión puede provocar que seamos engañados y empleados para los más pérfidos planes. Nada es en sí mismo, sino como se interpreta. Lo mismo resta decir para esta existencia, que se asemeja al agua fría ¿es mala por generar una sensación de frío? No. No es nada en sí misma, sino como la conceptualizamos o categorizamos. Es la interpretación la que confiere una forma valorativa o de sentido a las cosas. 

sábado, 6 de agosto de 2022

Del arte y el auto conocimiento

He llegado a la conclusión de que el arte es el único ámbito auténtico donde nos conocemos a nosotros mismos ¿por qué? Porque el arte es un monólogo interior donde, nos guste o no, brotan hacia el exterior los secretos y temores que guardábamos bajo llave. En el arte uno contempla al ángel o el demonio que uno es y no es plato de buen gusto. Así, el arte está unido a la soledad, la introspección. Sumado al apartamiento del mundo, la realización de una actividad personal artística nos pone en contacto con las tinieblas y las luces de la identidad. Cuanto más nos apasione dicho acto, mayor será el auto conocimiento, pues los cielos e infiernos del yo se abren con la pasión en estado de aislamiento. 

¿Y quién soy yo? Lo averiguo cuando toco un instrumento, pinto o compongo un poema. Si el estilo es más melancólico o alegre, mayor inclinación a lo simbólico o a lo directo, concreto o abstracto. Temáticas recurrentes al expresarse artísticamente que son las tormentas que todavía truenan en la bóveda interna ¿Maldito o bendecido? Más diría que la mayoría de artistas se desplazan hacia la maldición o el castigo, al modo del rebelde Prometeo devorado su hígado por un águila o Lucifer, el prototipo de ángel caído, expulsado del reino de los cielos. Inadaptación, el Salón de los Rechazados del pintor Gustavo Courbet. El que se adentra en las sombras anda tras su oscuridad... 

Rara vez quien se aventura por ese pasaje, cruzando una Laguna Estigia del Hades, el mundo de los muertos, espera hallar un paisaje bucólico o idílico. Es valentía la de quien se adentra en la espesura o niebla de uno mismo y aguarda nada menos que el lado más poco grato de sí, aquellas figuras que nos despiertan en mitad de la madrugada en un baño de sudor. Ese es el precio del autoconocerse. Quien espere alzarse ante un Edén perdido y alejado del sufrimiento humano, mejor que dé marcha atrás ¿y no resulta contradictorio que esta sucesión de angustias las produzca la pasión? Pues sí, pero es que las contradicciones son las que hacen la vida y como es sabido, a la luz le precedió la sombra. 

De todo lo dicho se extrae que el arte nos coloca ante la temida muerte. En efecto, quien hace arte se aleja del plano cotidiano y se encara con lo negativo, pero  al tiempo es terapéutico porque el arte conlleva una liberación de la carga de la existencia y al unísono angustia toparse con quien uno más allá de su personaje social o representación ante la gente. En el arte difícilmente uno puede fingir, salvo el teatro, pero díganme si no se siente sincera una interpretación de Hamlet con calavera en mano mientras recita su famoso soliloquio -¿Ser o no ser? He ahí la cuestión. El arte resuelve ese dilema mostrándonos el ser en toda su forma. En el arte no existimos para sí ser por fin.

Y nómbrenme un artista que no haya sufrido y en consecuencia no se haya conocido a sí mismo. Y atrevámonos a decirles a los artistas que no sienten felicidad con su arte y nos mandarán al infierno, el cual conocen bastante bien. Uno está feliz con su demonio cuando se ha habituado a las llamas de su infierno. 



De la dedicación a la genialidad

 « Si la gente supiera lo duro que tuve que trabajar para ganar mi maestría, no parecería todo tan maravilloso. » 


Michelangello Buonarroti 

¿De qué sirve un talento o genialidad si no se practica o desarrolla? De nada. Por mucho que se albergue un potencial o varios, aquel debe cultivarlos como el agricultor que busca una buena tierra y que allí se den las mejores verduras y frutas. De lo contrario, será cómo dejar morir una bellísima puesta de sol. La vida es breve y es un claro desperdicio no dedicarse de lleno a algo que se ama y encima se nos da bien. Es más, yo pienso que es una obligación casi moral la del talentoso, y más aún la del genio, la de procurar levantar obras que le sobrevivan. 

domingo, 31 de julio de 2022

De la monotonía cotidiana para huir del absurdo

La vida cotidiana tiende a ser una repetición y cuando uno sale de ella, bien sea que se evade del trabajo u otras ocupaciones, el sentimiento del absurdo nos atraviesa como una afilada flecha. La debilidad nos invade y se pone de manifiesto que requerimos de dicha linealidad o mecanicidad en los hábitos para fingir que hay un sentido implícito en cada una de las acciones y maneras de vivir, y no que aquellas responden a mecanismos socorridos para autoconservarnos, y de este modo evitar sufrir ante la falta de sentido y un por qué de la existencia.  

domingo, 17 de julio de 2022

De la felicidad frente al placer

El placer se puede obtener fácilmente. La felicidad en cambio es un estado que pocos conseguimos alcanzar, por lo que no es de extrañar que parezca ilusoria-ficticia. La felicidad requiere de bienestar en sentido integral, con muchas facetas cubiertas. El placer consta de sí en relación con el objeto que lo genera y muere rápido. La felicidad quita el apego. No hay una posesión de objeto -sujeto. Tal es a mi juicio el motivo de su fuerza y el que sea el fin de todos los fines. 

En la felicidad se alcanza una plenitud por múltiples vías no materialistas [salud, bien sea paseos por la naturaleza, ejercicio físico, comida sana—, amor, amigos, trabajo que satisfaga, actos solidarios-ayuda al prójimo, estímulos culturales, meditación-espiritualidad, viajes de enriquecimiento personal y no con objeto lúdico, más emparentado el último con el placer, etc]. En una palabra: Realización. En su contenido siempre hay subjetividad. La forma de la felicidad sí es objetiva o aplicable a todas las personas en lo tocante a la multiplicidad de áreas que contribuyen a ella. Además, cuanto mayor sean las nuevas  experiencias de esta clase, mayor potencia de crear nuevas redes cerebrales y ser felices. 

En última instancia lo que distingue al placer de la felicidad, es que siguiendo al filósofo Arthur Schopenhauer. En el primero la atención está en lo externo, en él representar y el tener, mientras que la segunda reside en la persona, en el ser, la personalidad y su cultivo y desarrollo ¿pero qué sucede? Pues que irónicamente en una sociedad tan preocupada por el individuo, aquel anda a la caza de los estímulos externos en lugar de cuidarse y preocuparse por embellecer su persona. Estamos más pendientes de chismes ajenos que de desarrollarnos ¿y no es es este el superhombre de Nietzsche? Sí, el que hace de su vida una obra de arte, pero queremos que la obra la elaboren otros por nosotros. 


No nos soportamos a nosotros mismos, a nuestra persona y muchos nos dedicamos a huir, evadirnos de nosotros y allí nace la adicción al placer, al hedonismo. Sí lógicamente no te gustas a ti mismo no intentas mejorar nada de ti porque pensarás que no vales. Narcisismo como posible derivada. Al no quererte, estás más pendiente de sobresalir o compararte con los demás y atender al éxito, riqueza y fama que a valores internos y propios rechazados. Quien se quiere no necesita presumir ni estar apegado a los asuntos de otros. Se contenta con su soledad. La soledad es libertad y un requisito para ser feliz, pues en la soledad se entrenan las cualidades propias y se conoce uno a sí mismo, el ser.

18/07/2022

sábado, 16 de julio de 2022

De la escritura y las reales tinieblas internas

Escribir es confesarse laicamente. Quien escribe purga sus faltas enterradas en los pozos de la memoria. Posiblemente, escribe con vistas a invocar a sus demonios internos y que la superficie del papel los cobije. A título personal, estimo que sin dichos demonios: angustias, traumas, pesares, culpas...sin la mentada oscuridad de un escritor/a la pieza literaria pasa desapercibida, pues apenas place divisar estampas coloridas, y que en un corto plazo llegan a fatigar por su empalague. Las sombras encandilan, en tanto que con su cavernoso vértigo, trazan un lienzo de nuestra inconfesada naturaleza humana. Por ello, el arte literario [y el arte en general] resulta más atrayente si sobrepasa los márgenes de la moral. 

sábado, 2 de julio de 2022

De la prudencia y su relación con la sabiduría práctica empírica.

 La base de la sabiduría recae en la prudencia. Sin embargo, la sabiduría no implica necesariamente la erudición y bien puede ser más sabio un agricultor o un pescador que no hayan tenido posibilidad de acceso al estudio que un doctor o catedrático con varias carreras cursadas. La sabiduría es rara. La mayoría de seres humanos somos imprudentes. Por prudencia entiendo no precipitación y capacidad para aconsejarse, percibir más de una vía y no obrar con ira e incluso euforia. Ninguna emoción intensa nos hace actuar adecuadamente. La alegría elevada nos ciega ante posibles peligros, y la rabia nos transforma en una fuerza que arrasa todo a su paso, hasta aquellos a quienes apreciamos. 

¿Y cuando se escucha de un pescador impaciente? Sería extraño que fuese imprudente si pretende capturar pescados o mariscos ¿No es válido creer que estudiará la situación con objeto de hallar el lado idóneo donde echar las redes, aunque ignore sobre matemáticas y otras ciencias? ¿Y qué agricultor cosechará si se apresura al plantar? Y no requiere este saber tampoco acerca de botánica, ni otras cuestiones. Ha aprendido a fijarse con detenimiento ¿Y no se torna a veces arrogante quien accede a más saberes académicos, debido a la creencia de que dominar variados campos de conocimiento vencerán su ego, respecto del pequeño espacio que le queda por ignorar ¿no sería más imprudente en consecuencia este erudito?


En efecto, me quedaba por añadir que la sabiduría es práctica, mientras que la erudición es puramente teórica. El sabio resuelve conflictos mediante una especie de intuición que le ha brindado la experiencia [prudencia]. El erudito bien cabe que haya consultado cientos de enciclopedias y libros, pero el caudal de información se limite a una repetición como quién tiene un loro de mascota, sin la habilidad para transportarlo del papel o su cabeza al hacer. El sabio se caracteriza porque sabe hacer. El erudito alberga el nous, la inteligencia de tipo más cognitivo, pero con la flaqueza del encorsetamiento en la teoría ¿y a quién le pedimos consejo u orientación? ¿al erudito o al sabio? 


Por Jorge Beautell Bento, a día 03/07/2022. 

domingo, 5 de junio de 2022

Del intelectual y la enfermedad del poder

 Estimo como deber moral de cualquier intelectual, amante del saber, encarar al indiferente intelecto y obrar siempre con buen corazón. Me viene a la mente la recomendación del sabio estoico, Marco Aurelio: "Si quieres vencer a un enemigo, entonces no te parezcas a él". Si alguien es malvado contigo, responde con la diferencia y no te le asemejes. No te transformes en objeto resentido y otorgues al agresor justo lo que pretendía. Tu ira es tu mayor debilidad, mientras que la contestación amable representa la "prudencia" aristotélica: "Una inteligencia deseada y un deseo inteligente". Lo que entraña pensamiento no renuncia a su corazón, sacrificado a la irracional y bárbara razón, traidor de sí. Otra magnífica recomendación al respecto por parte de otro maestro, el señor Miyagi, en la segunda entrega de la saga cinematográfica, "Karate Kid": 

"Nunca anteponer pasión a principios, aunque creas ganar, al final tú pierdes". 

Esos principios suponen el lado afectivo, la buena voluntad-intención, e inversamente, la pasión ocuparía el lugar de lo que normalmente llamamos razón, la sed de dominio y control. Viene bien incluir al filósofo Immanuel Kant en esta ecuación, cuando en su "Crítica de la Razón Pura, aquel mencionaba que "los conceptos sin intuiciones son vacíos y las intuiciones libres de conceptos ciegas". Pues idénticamente acontece con el intelecto y el corazón. Una mente sin conciencia moral-corazón es ciega y una conciencia moral emancipada del pensamiento sobrepasa la vacuidad, en tanto que comprende un absurdo, quedando incapacitada para albergar conciencia moral. 

El buen intelectual precisa de los dos atributos: Pensamiento y buenos sentimientos. En el supuesto de que no tenga lugar un fondo de generosidad y altruismo, deseos de limitar el sufrimiento ajeno en la persona, sin el ánimo de hacer daño. Entonces, toda suerte de intelección será el impulsor de la mala sangre en dicha persona, puesto que como ya dio aviso el filósofo Arthur Schopenhauer, el ser humano frente los animales es capaz de mayor mal por el empleo de la inteligencia, a manos de la facultad de la razón. 

Una razón por encima de todo es el preludio del desastre, de la liberación de los deseos ciegos del individuo, simulando el paso de un huracán sobre un poblado construido con casas de adobe. El intelectual que se comporte sin corazón no dista del que calificaríamos como monstruo o demoníaco, el "mal radical", pues su imaginación no conoce frontera entre lo humano-inhumano, y como resultado de lo anterior torna lo inhumano como humana propiedad y se enorgullece de su pensamiento criminal, exaltándolo como genialidad y por supuesto, dando muestras de conformar un modelo de conducta. 

El subrayado anti-intelectual ya está perdido y deambula por el mundo como Bruto, después de haber apuñalado por la espalda a quienes afirmaba amar o defender. Para sus adentros sabe perfectamente que ha corrompido al saber. Este individuo ha obviado el despótico poder implícito en todo saber y debido a ello, el saber ha mutado en lo que siempre fue desde el inicio. No existe mayor deshonor para la conciencia que no cavar hondo y cuidarse de sí misma. Prevéngase también quien albergue bonhomía de las ataduras del saber. Nadie está a salvo de sí. El que se vanagloria de su bondad está bien lejos de la bondad entre sus virtudes. Aquel que la mantiene en secreto, no la va promocionando y la exhibe cuando el prójimo o alguien allegado le necesita, es quien realmente merece ser llamado bueno, altruista o desinteresado. Nadie requiere de sacar a paseo lo que ya ha cultivado o se halla desarrollado. 

¿Contradicción con lo que expresé al inicio?

Más bien verdades. Las verdades siempre cuentan con paradojas e incoherencias. El intelectual que no espere ser apresado por el saber debe, como indiqué, estar alerta en todo momento contra el logos, el concepto. No debe permitirse dejarse capturar por él. No debe consentir que sus sentimientos se vuelvan conceptuales y externos a este. El saber acostumbra a anestesiarnos y el mundo sensible termina por lucir en un plano de falsedad, y llegamos a representarnos como pocos menos que los ángeles de "Cielo sobre Berlín", contemplando desde nuestro espacio metafísico lo que nuestra mirada configura como espacio metafísico divisado también. Ante todo somos seres humanos, de carne y hueso con órganos y mortales. El hombre es un ser esencialmente enfermo clamaba Unamuno. Prudencia, prudencia ante el saber y la mordedura de su fruto prohibido. El saber quiere ser inmortal, sobrepasar muestra humana y efímera condición. 

¡Ah! Pero no se trata del saber, sino de su semilla: el poder. El saber necesita emanciparse del poder, de la utilidad si se quiere ser más claro, el para qué. Y se preguntará el lector ¿de qué sirve el saber que se queda quieto? Una equivocación pensar de este modo. El saber fluye y se abre todo el rato, como un vasto océano, indeterminado en su superficie y hondura . Los diques y límites son los que el poder le adjudica. El saber de por sí encuentra siempre un por qué en el preguntar, en sí mismo. El poder en cambio pregunta por qué no termina ya la pregunta y se salta a la siguiente. El poder es el intelecto ausente de corazón, la ética sin normas normatizada por la destructiva anarquía que fulmina el principio de conservación que aseguraba llevar a cabo. 

Son los principios, el buen corazón, el basamento del buen intelectual. El principio que vislumbra el hasta aquí llego. La declaración del Macbeth de Shakespeare : "Me atrevo a hacer todo cuanto es propio de un hombre. Quién  se atreve a más, no lo es”. Lo humano como desengaño del concepto inhumano bautizado como humanidad, una masa de sujetos hueca, y recordando lo dicho por Kant hace unos cuantos párrafos atrás, ciega porque carece de la intuición, de los principios, del corazón y el saber que acumulan no es sino poder, enemigo de las fronteras macbethianas y contradictoriamente, el crimen que alcanza a cometer después el propio Macbeth para obtener el poder y coronarse rey. 

Entre la bondad y suprapotencia de Dios, la humanidad no capta la incoherencia, la imposibilidad. Un Dios que todo lo pudiera es incompatible con una suprema bondad. El poder consume la vida, y tal vez por eso lo enfermo rodea a la condición de todas las cosas vivas, bajo la maldición de querer sobrevivir, de ejercer poder sobre lo demás—voluntad de poder en F. Nietzsche—. Como es de sobra deducido y comprobado, a medida que se envejece el deterioro, la corrupción se ve incrementada pues todas las cosas se aceleran con el paso del tiempo, lo bueno se torna mejor y lo malo se malogra más aún. Aquellos que fueran crueles, engreídos y déspotas en su inmortal juventud observan como su cuerpo o bien su mente se cobra una justa venganza. Justicia sanitaria. 

Durante la primavera se jactaban de representar el papel de míticas deidades. Con el arribo del otoño e invierno a sus vidas, la fragilidad ha reemplazado a su falaz pretérito poderío. Por el contrario, quienes ejercitaron su virtud o corazón en los coloridos tiempos, precaviéndose de la enfermedad de la vida, del poder, a la contra de ser valorados como eruditos o iluminados, luego adversarios de la ambición. Estos últimos acostumbran a obtener una recompensa no pretendida: una vejez libre para alcanzar la autorrealización: "eudaimonia", verdadera felicidad, acuñada por el filósofo estagirita, Aristóteles. [Ética a Nicómaco], 

No se ha de dejar pasar tampoco de donde procede el término eudaimonia: El demonio o espíritu que está bien o es bueno, la conciencia que está en paz, la acquiescencia, citada por el pensador neerlandés Baruch Spinoza en la quinta parte de su "Ética". El sabio maestro de Platón, Sócrates, denominaba a su espíritu daimón-demonio. Fue Descartes, posteriormente, el filósofo que acusó a la voluntad de los sentidos, el lado sensible, de engañar y confundirle y mediante la razón—según él sana—la convirtió en "mala voluntad". Descartes situó entre las cualidades de su genio maligno las opuestas a las de la matemática y el orden de su método racional. A sabiendas condenó al sentimiento a la jaula del inconsciente en el plano del conocer y el saber, creyéndolo un dragón dormido que pensamos jamás asolará ni asomará mientras la razón someta todo a su juicio. De tal modo dormitó el poder en el pensamiento.

La razón como juez de, paradójicamente, aquello que precisamente contribuye a que la razón sea consciente de sí misma. Descartes atentó contra su raciocinio al eliminar el sentimiento. Finalmente quien engaña no es el genio maligno, lo corpóreo y sensible, sino la parte cogitante o intelectual, la razón teologizada, la perfecta y calculada matemática [ratio]. En otras palabras, el orden, su Dios métrico-racional omnipotente y en absoluto todo-bondadoso ¡¡¡La frialdad de las cifras y la cuantificación!!! El canto antivitalista—el intelectual y su proceder como un ser abstracto e impasible . El grabado del pintor realista, Francisco de Goya y Lucientes, no deja lugar a dudas: "El sueño de la razón produce monstruos". 

El corazón humano des-empoderado, ajeno a la voluntad de poder, inmune al deseo biológico como ideología, al credo del egoísmo, es inconscientemente sano. El poder deja marca y pocos salen vivos de su incendio. Todo lo que tiene cabida para crearse, las hipotéticas "mil maravillas de la creación", dan pie a un horror aniquilador inefable, que vuelve insignificante el holocausto nazi y las torturas y matanzas que ahora mismo se están produciendo en el espacio geopolítico apagado a la información: Afganistán y otros tantos lugares del globo, donde los derechos humanos brillan por su elevada abstracción ¿y no queda mejor alegar que, precisamente lo que no sabemos que está sucediendo allí reproduce la esencia de esta humanidad descorazonada, hueca? No es causal que el amor se haya distorsionado o equiparado al placer sexual y ni de ese placer se satisfacen los amantes, porque el deseo y la la razón cabalgan en el mismo terreno. Hipócritas me resultan los intelectuales que henchidos de orgullo hablan de moralidad mientras asienten al silencio de tanta injusticia

La utilidad supone un medio siempre y por lo tanto trae consigo lo contrario al fin en sí mismo, al contenido, la plenitud, la felicidad. Incluso el que se dice intelectual incurre en esta misofilia—odio al amor, lo erótico y en su lugar da paso a la aceptación de lo pornográfico, del hedonismo, al estilo de vida bohemio de Baudelaire y el personaje del Dorian Gray de Wilde ¡¡¡No privarse de nada, la vida está para gozarla!!! aúlla el intelectual ¿y cuando ha podido competir la moralidad con los caprichos calificados equivocadamente como necesidades básicas, tales como la nutrición, calor, vestimenta, o refugio? 

La moralidad fenece cuando grandes dosis de placer la seducen, análogo a ese experimento de Milgram, en el que los sujetos investigadores les aseguran a los participantes del experimento que no existe riesgo alguno en que aumenten la descarga de electricidad hacia el otro grupo que está conectado a unos electrodos. Cuando se equivocan los segundos al formulárseles una pregunta, una cantidad X de voltios recorre su cuerpo. Conforme avanza el experimento y ante la promesa de seguridad de los investigadores, investidos de autoridad acerca de que los otros sujetos no experimentan dolor, los encargados de accionar el botón suben el número de los voltios. 

Así obra en realidad la enfermedad de la vida, de toda vida con consciencia—No entro en este punto a debatir si los animales son conscientes o no, en tanto que todavía se está indagando sobre el tema y es prematuro ofrecer una contestación—el poder con base en el placer de la autoconservación. Sin lugar a dudar padecen dolor y experimentan placer. Eso nadie lo niega a día presente. 

La efigie de la razón hambrienta de dominio [poder] y de la que es hija la absolutización del sexo como emblema o señal de amor. Amor como relaciones íntimas de simple intercambio, no muy distinta de la compra de los muebles y demás bienes del domicilio. Amor restringido a esa dimensión. Amor como herramienta, uso u objetivo. El amor como un bien fungible. Los múltiples actores del amor [madres, padres, amigos, amigas, familiares, a las mascotas, etc] bajo la ley de la oferta y la demanda.  

A colación de lo anterior, nada más que se atiende a la forma, como ese sujeto cartesiano—un yo pienso— mutilado, sin cuerpo. A lo mejor por eso el cuerpo se demanda tanto actualmente, porque es el objeto de posesión al que ha reducido la razón el fenómeno de lo corporal, a lo cárnico, a la naturaleza desmembrada y catalogada cual producto de charcutería. He aquí otro espejo más del poder y el egoísmo, la enfermedad que azota al ser humano y la vida en general, por su querer autoconservarse a cualquier precio. 

No se degusta una actividad o afición cuando el fin se figura como concepto del entendimiento lógico que la esclaviza ¿qué lugar queda para la libre imaginación y el auténtico deleite que no ansía aplauso, el desenlace cuando la noción de placer se halla cosificada y debe atender a un propósito mercantil, de consumo o similar, a la prisa—la causalidad del destructor tiempo? ¡No hay tiempo que perder! Y en realidad ya se agotó el tiempo, por esa necesidad de dominio y el sentimiento de angustia al no cumplir el plazo fijado de su entrega y finalización. La óptica laboral transportada al ocio, tal como apuntaban los postkantianos de la Teoría Crítica-Escuela de Frankfurt allá por los años 60. No hay ámbito para la calma y la contemplación que sí harían posible la perseverancia dichosa del ser—una subsistencia no angustiosa y libre de egoísmo

El sujeto prueba constantemente el agua salada brindada en forma de adquisición y consumo vicioso de objetos, y jamás ve saciada su sed. Llegado el momento, fruto de la cantidad enorme de sal, el veneno de la vida, se inunda su organismo—ejemplo de los problemas de la salud alimentaria actual, la cultura de "la comida basura", amén de otros malos hábitos desencadenantes de infartos a edades tempranas— y pone fin a su absurda y superficial existencia. De tal manera se me dibuja la vida en estos tiempos consumistas que corren. 

La cuestión subyace en actuar como Marco Aurelio y no hacer acopio de rabia ante este maremagnum de malestares, belicismo y caballos de batalla. No pagar con la misma moneda. Hay que amar ¿será el amor la cura para tanto odio y egoísmo? ¿y cómo se alivia el amor egoísta? ¿cómo sanar al animal enfermo que somos? Ni siquiera el intelectual está capacitado para ofrecer una respuesta. Quizá jamás la desentrañemos ¿por dónde deambulará nuestro futuro?