lunes, 15 de agosto de 2022

De la felicidad y los sueños

La felicidad está tejida de la misma materia que los sueños. Por eso cuando aparece el sentimiento, al rato cuando llevamos largo tiempo con él, no sabemos bien si estamos durmiendo o es algo real y tememos despertar de tan agradable estancia onírica. De ahí que la vida no sea sueño, porque lo que se podría llamar como feliz alberga escasos instantes. El placer se queda en un vago relámpago comparado con la felicidad en intensidad, y en lo atañente a la percepción de su duración, la segunda siempre se valora eterna y efímera al tiempo en el beso de la contradicción, justo en ese océano ilógico donde imitando al oleaje se forma la felicidad ¿y cuando han gozado de lógica los sueños? 

Desarrollando lo precedente algo más tenemos que la vida de por sí es ilógica, lo que la asemejaría al sueño. No obstante, frente la felicidad, la vida exige unos patrones, darle un sentido y estar pendientes de. Al cerrar los ojos uno se abandona al inconsciente ¿y quién anda todo los días en semejante estado? Que se sepa los sonámbulos y los que se hallan bajo los efectos de algún estupefaciente. El resto no puede permitirse el dulce olvido o ausencia, salvo en el ocio. En el ocio se intenta alcanzar ese estado onírico, pero tampoco consiente el tiempo libre la desconexión, y el placer fulmina cualquier destello de felicidad. La felicidad precisa sortear la frontera de lo inmediato.

El placer es el mayor rival de lo que se podría denominar felicidad. El placer remite siempre al ego y la felicidad es el némesis de la posesión, del control-dominio, el apego sobre el objeto. No, en la felicidad no hay distinción entre el objeto y el sujeto. Yo por lo menos la identifico con un estado estético, una experiencia estética en lo tocante a los sentimientos que embargan al que la crea-vive y aquella supresión de la voluntad [ese querer egoísta] ya narrada por Schopenhauer. Así es, la felicidad es una finalidad sin fin, carente de utilidad como el arte y quizá por ese motivo es felicidad y es un estado hartamente raro ¿se puede ser feliz en un mundo tan instrumental y maquinal? 

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