martes, 14 de julio de 2015

La inconmensurabilidad kuhniana entre paradigmas

A mi parecer, el cual no tiene por qué ser compartido. La inconmensurabilidad entre paradigmas (visiones, concepciones de la realidad, modelos de conocimiento) está cerca de ser un hecho...

¿Acaso aceptan los ateos visiones del mundo religiosas? ¿O los físicos actuales, con las teorías newtonianas en relación al espacio y el tiempo? Ídem con la medicina China y los remedios homeopáticos en relación a la medicina científica?

Eso por no hablar de la guerra librada entre psicólog@s cognitivos y partidarios del psicoanálisis, las psicoterapias y derivados. Incluso ante la contemplación de cuadros expuestos en una galería, con ópticas (lecturas) materiales, o bien metafísicas, rebasando lo tangible, tocable.

Cada uno de los individuos porta sus propias gafas, con una determinada graduación específica, transparencia u opacidad en los cristales, desviación, distorsión, etc. La mirada no es una cámara fotográfica, que plasme exactamente las mismas descripciones de lo que se observa. La perspectiva cambia en función de las vivencias, convicciones, motivaciones, elementos psicológicos.

Creo que estos ejemplos ilustran la fuerte competitividad, enfrentamiento entre las diferentes racionalidades, imagenes del mundo, creencias que no pueden entenderse entre sí.
Los modelos unificacionistas fracasarían indefectiblemente. La unidad parece funcionar únicamente como ideal teórico, pero se desvanece cual vapor en la práctica.

jueves, 25 de junio de 2015

EMPIRISMO: EL CONOCIMIENTO DESDE UNA PERSPECTIVA NATURALISTA Y MATERIALISTA DE LOS SUJETOS, A RAIZ DE CHAMORRO

LA EXPERIENCIA ES EL PUNTO DE PARTIDA DEL CONOCIMIENTO... EL CONOCIMIENTO ES A POSTERIORI.
"Todo conocimiento parte de la experiencia. Si bien cabe matizar que no somos una tabula rasa, hoja en blanco, recipiente vacío al venir al mundo".
"Incluso aunque aceptemos que hay elementos básicos fisiológicos, genéticos presentes desde el momento del nacimiento, tales como los reflejos, acciones, reacciones, instintos de subsistencia, estrategias de adaptación, etc. Precisamos obligatoriamente de un entorno empírico para que éstos logren manifestarse, mediante la recepción de los estímulos externos, permitiendo además la complejización, modificación de dichos componentes biológicos, al interactuar los sujetos con los objetos y demás sujetos del ambiente particular en el que se ubiquen/desarrollen.
Por tanto, el motor de arranque, el detonante del aprendizaje reside en la experiencia, traducida en percepción, observación, experimentación/acción e interiorización de valores y significados (inclusión de los procesos no conscientes). En absoluto el ambiente es pobre en estimulos como sostiene el lingüista Noam Chomsky.
La experiencia lingüística es dependiente del proceso de socialización propio de cada sujeto real, a través de una asociación de ideas (principio de semejanza, contigüidad espacio-temporal, relación de causa-efecto) al estílo del filósofo David Hume, aunque añadiendo nuevos apartados/caracteres que atañen al sistema mental emergente, a la luz de las recientes investigaciones científicas (aun están desarrollándose los estudios).
Es decir, que se mantiene una relación afectiva, cognitiva y comportamental hacia los objetos y sujetos con los cuales tomamos contacto activamente (el sujeto participa de su experiencia de aprendizaje, al modo propuesto por Jean Piaget-asimilación y acomodación, aspectos cognitivos, a los cuales se le añaden la afectividad (emociones, sentimientos, deseos) y el comportamiento- estímulo-mente-acción), estableciendo vínculos asociativos particulares de cada individuo, modelos perceptivos, racionalidades, sistema de creencias según las vivencias personales. No importa que luego se subsuman (junten, integren) en una totalidad del proceso socializador (educación general) común, dado que todos los individuos pasamos por él.
Lo que se pretende remarcar aquí, el objeto de intención es la especificidad de la vivencia de los sujetos, su "valor de uso" en términos marxistas, la singularidad empírica que suele quedar oculta, al hacer mención de conceptos generales/plurales y compartidos, señalando falsamente el predominio de una sola racionalidad (una única forma de ver el mundo homogénea, igual) vigente, aplicable al conjunto de sujetos globales.
Desde este enfoque, expuesto principalmente desde hace años por Jose María Chamorro, los sujetos son concebidos como materiales, históricos (sin dejar de ser por ello una especie más, seres biológicos y naturales), de carne y hueso, contradictorios, emotivos, poseedores de una mente material, con una conciencia que genera los significados y distintos valores entrantes en el sistema mental, al interactuar con el ambiente en el transcurso del largo periodo de enseñanza-aprendizaje individual, el cual configura las características identitarias (identidad) que adquirirá el individuo dentro del entramado colectivo (estas no son estáticas/fijas): la sociedad.
Ello sin eliminar la advertencia/reflexión crítica por parte de los sujetos, respecto a las influencias normativas sociales (condicionantes), las estrategias utilizadas por el poder, las ideologías, las fórmulas de adoctrinamiento, intereses pretendidos, aunque sin caer en teorías conspirativas. Por tal motivo, se opta por un único método: el científico, para explicar, describir y predecir como se suceden los procesos mentales conscientes y no conscientes en la socialización (educación) natural-social de los individuos (el guión constituye una continuidad), posibilitando la emancipación y transformación, una apertura mental, flexibilidad, con una mayor facilidad para tolerar la información disonante, opuesta a nuestro núcleo de valores/creencias básico, con la pretensión de no sufrir ante un nuevo reajuste/desequilibrio/tensión".
Jorge Beautell Bento 25/06/2015

domingo, 3 de mayo de 2015

Destruir a Dios y las religiones. Volver al pensamiento de David Hume

A mi parecer si reducimos a Dios, los dioses, la magia y las religiones a creencias. Y de aquí partimos de que las creencias son siempre subjetivas (generadas por unos sujetos). Entonces cabe volverlas mortales a los ojos de muchas personas creyentes ciegamente, carentes de crítica y auto cuestionamiento. En tales circunstancias, es viable el derrumbe de estos supuestos conceptos y seres sobrenaturales ideados, inventados por nuestra mente-cuerpo, pudiendo considerar falsas y descabelladas las verdades que aseguran poseer, negando claramente su existencia, añadido al hecho de su incapacidad para aportar ni una sola prueba material de su percepción/captación, imposibilidad de estudio. 
Se diferencian de otros elementos, sustancias materiales no observables directamente tales como los átomos, partículas, la mente (también particular, específica de cada sujeto, su biología propia y sus vivencias ambientales) portadora de las emociones, motivación, intenciones, neuronas cerebrales, etc, en los cuales sí resulta posible investigar utilizando instrumentos y metodología adecuados para tal fin.

viernes, 27 de febrero de 2015

Una pedagogía naturalista

¿POR QUÉ NO UNA PEDAGOGÍA (EDUCACIÓN) NATURALISTA?

En educación podríamos aprender, tomar de modelo a la naturaleza como maestra, tal y como sugería el filósofo y pedagogo Jean Jacques Rousseau, aunque en clave (sentido) diferente. Me refiero a un enfoque más etológico a la par que psicológico (etología- estudio de la conducta animal no humana, psicología -estudio de la conducta humana). Una muestra de esto que se menciona, estaría en una observación de la crianza efectuada por las otras especies animales, que habitan con nosotros este planeta. Aunque su existencia la solemos olvidar, debido a nuestra absurda separación antropocéntrica (el ser humano como el centro de todas las cosas, tal que si éste fuese el único ser que se desplaza y respira  en los múltiples rincones y ecosistemas que se extienden por la Tierra) entre naturaleza-cultura (somos naturaleza por mucha cultura, adquisición y transmisión de normas, valores, creencias que nos influyan).

Las demás especies animales no humanas incentivan (potencian) la autonomía, no generan un paternalismo o maternalismo, una protección constante que limite el auto-aprendizaje de sus retoños (hijos) . Esto se traduce en conceder más grado de actuación a los niños y niñas, para que,del mismo modo que sucede en las clases de animales no humanos, exploren e investiguen el nuevo mundo que se alza ante ellos. Por ejemplo, las tortugas ponen sus huevos en la playa, y al abrirse estos, las crías van ellas solas reptando hasta el océano. En el grupo de las aves, en las familias de las ocas salvajes, los polluelos se lanzan a volar cuando creen estar listos, sus padres no les impiden que se aventuren a saltar al vacío, si tropiezan o caen sin lograr planear, batir sus alas en el aire, ya aprenderán.

Lógicamente, tampoco se trata de quedarnos quietos y no intervenir si la vida de nuestros hijos e hijas corre peligro, ni desatenderles o ignorarles en el caso de que sufran daño o precisen ayuda. Aunque sí dejarles un poco a su aire, no frenar su interacción con los objetos y sujetos que están a su alrededor, contribuir a que amplíen sus esquemas, márgenes del mundo, abrirse a nuevas experiencias, enriquecer su insaciable curiosidad, alcanzando sus propias conclusiones, desencadenándose interesantes preguntas en ellos/ellas hasta ahora no formuladas.

domingo, 15 de febrero de 2015

La naturalización del egoísmo

<<La naturalización del egoísmo II: Planteamiento de un egoísmo positivo>>.

El egoísmo es necesario para avalar la subsistencia. Los instintos, reflejos, estímulos y demás respuestas emocionales básicas manifestadas, son mecanismos biológicos que primeramente poseemos desde el plano individual, buscando los medios para no perecer o morir.

El problema, es que el egoísmo es utilizado a la par que entendido normalmente de forma negativa, resaltándose una satisfacción única de los individuos, con olvido del grupo, contraproducente para asegurar el bienestar y el futuro de la especie que prevenga la temible extinción. Parece lógico afirmar que las múltiples especies no practican esta clase de conducta completamente provechosa o ventajosa para consigo mismas, invalidando a sus compañeros, puesto que el resultado conllevaría la extinción del conjunto de poblaciones de especies del planeta. Esta perspectiva  comentada, que nada más incide en la competitividad y una consecuente desconfianza continua entre los individuos, establece lo que una amiga me ha sugerido denominar <<egoísmo negativo>>.

El egoísmo que exponemos aquí es uno en clave positiva, traducido en tomar en consideración los deseos y pasiones naturales compartidos por el conjunto de organismos, que nos mueven hacia la preservación de nuestro ser biológico animal. Lo que cambia, es que gracias a la complejidad que ofrecen los procesos ocurridos dentro de los sistemas cognitivos cerebrales (mentales-corporales) en la especie humana, sin presentar por ello una diferenciación o superioridad, jerarquía frente al resto de plantas y animales no humanos, que nos distancie y aísle del núcleo natural. En el caso humano, se adquiría mediante la educación, el periodo de enseñanza- aprendizaje, una orientación de esos impulsos fisiológicos de especie, los cuales desemboquen producto del hábito y las costumbres, en una cooperación, colaboración, mantenencia de lazos de empatía y solidaridad con el resto de miembros pertenecientes a nuestra especie y ajenas. Obraríamos desde el interés del sujeto, para alcanzar posteriormente la obtención de un beneficio mutuo grupal, colectivo, resolviéndose con las herramientas naturales-sociales, conflictos varios, problemáticas más complejas (recalcamos, no por ello infravalorar las funciones de los demás sistemas vitales plantas y animales no humanos) que las que acontecen en el reino vegetal y animal no humano.

Esta otra visión alternativa del egoísmo es una naturalizada, que atiende a los elementos biológicos-genéticos constituyentes, la base de cualquier organismo biológico, debería calificarse según mi amiga, con la cual estoy de acuerdo, de <<egoísmo positivo>>, en contraposición a la defensa de un altruismo desinteresado, derivado del discurso religioso, que invisibiliza y niega el interés por adquirir a través de nuestras acciones unos beneficios individuales, personales, tales como la misma satisfacción por prestar ayuda ¿Acaso hay pasividad o desvinculación en esta conducta?

Es decir, que en nuestra propuesta se arranca del egoísmo biológico que nos conforma a todos los seres vivos en pos de persistir, para ir modelándolo en un ambiente donde nos desarrollamos, conduciéndolo hacia unos intereses comunes, destacándose unas relaciones sociales de conveniencia, las cuales favorezcan la convivencia, dándose una participación íntersubjetiva (entre los sujetos), que se corresponde con la predisposición biológica para interactuar con otros miembros de la especie, expresadas mediante una conducta pro-social. Matizar que el resto de especies al igual que nosotros, se relacionan entre ellas, se ayudan, llegan incluso a sacrificarse por otros miembros cuando la vida de estos peligra, o bien se hallan en peligro, socorriéndoles. No se está negando la sociabilidad, o que acudan para aliviar el sufrimiento de quienes padecen dolor, simplemente se aclara que estas reacciones obedecen a unas causas o razones intencionadas. Dicho de otro modo, la activación de lo que se conoce por respuestas empáticas (ponerse en el lugar del otro) no es casual, ni tampoco un acto de altruista.

Jorge Beautell Bento, en colaboración con una amiga, compañera de filosofía, quien ofreció el término del <<egoísmo positivo>> como alternativa al clásico <<egoísmo negativo>>

Además, le agradezco enormemente que me haya animado a replantearme el punto de vista abundante en ética-moral, el cuál defiende a ultranza un altruismo biológico, que considera que las especies actuamos solidariamente, compasivamente sin esperar recibir una recompensa, una compensación de algún tipo. Dicho altruismo puro desnaturaliza la presencia del egoísmo, el cuál representa un principio elemental que posibilita la auto-conservación propia de cualquier forma de vida.