lunes, 30 de septiembre de 2019

Todos huimos de algo, pero el peor de todos los exilios es el de uno mismo. Antes pensaba que la evasión era la respuesta. Ahora me doy cuenta de que es un acto de cobardía evitar lo que uno es.

La clave estriba en mejorar quién se es desde la aceptación, tal como se integra en la existencia que merece más luchar por el presente y forjar un mañana que estancarse en un polvoriento pasado. Del mismo modo, vale más la pena desplazarse hacia el reconocimiento—reconciliación—la afirmación de lo que se es y es en pos de la mera mutabilidad de la vida. Todo se mueve, nos plazca o no. El que no se enfrenta a sus temores hoy, tarde o temprano los tendrá que capear o jamás se liberará de lo que le priva de ser y sus potencialidades. Mirando fuera de sí, se anda tras la búsqueda de una quimera. Uno no puede estar dándose esquinazo siempre. Después de todo, al final la muerte nos localiza a todos.

sábado, 28 de septiembre de 2019

Generalmente, mi corazón adopta la defensiva estrategia de un sujeto en estado criogenizado; un dormido Romeo a la espera de su amada Julieta (aunque en la obra de Shakespeare es ella quien finge yacer muerta). Sin embargo, cuando tiene lugar la maravillosa incursión de esa persona__con la cual producto de la química se desencadenan reacciones inefables__la capa gélida se derrite, y entonces la enjaulada confianza se canaliza. Fluye nuevamente, al tiempo que el acelerado proceso de conducción del torrente sanguíneo; a manos del órgano reflectante del súbito impacto de la anómala compatibilidad con otra persona.

Alguien que sinceramente—trascendentemente— nos comprende; y con quién no preocupa e inquieta dejar al descubierto nuestra "indefensa" yugular, para que imprima la reconciliadora (especialmente con el género sapiens) y ensoñadora huella__en ocasiones una mordedura fatídica y venenosa, reforzándose todavía más la imperturbable desilusión ¿por qué mentir?__ de sus carnosos labios en ella. La sintonía descrita, el hálito sentimental, funde incluso aquel revestimiento glacial de mayor calado.

Post Scriptum: Si mi escritura se les antoja falta de calor será que quizá aún no he hallado a mi Julieta, o bien los pasados desencantos amorosos han refrigerado en demasía el fluir del sentir. También cabe simplemente interpretar que el sentir de quien recita sobre la pantalla del dispositivo o publica sea particular, por tanto un universo extraño de cara al explorador lector habituado a planetas cercanos a su Sol.

J.B.B

jueves, 26 de septiembre de 2019

SOBRE LA CATEGORÍA SEXO-GÉNERO

Muchas veces me he preguntado cómo me sentiría siendo mujer y acabó llegando a la conclusión de que es tremendamente costoso, porque pero empezar deberían de dejar de gustarme o sentirme atraído por las mujeres, empero, las lesbianas no dejan de ser mujeres por el hecho de mantener relaciones sentimentales y sexuales con miembros del mismo sexo, así que no resulta correcto mi planteamiento.

En cuanto al tema de si poseemos el mismo cerebro tanto hombres como mujeres. Justamente estuve discutiendo el otro día acerca del tema con una amiga, quien me argumentaba que la percepción de la feminidad o categoría de "sentirse mujer u hombre" era de raíz fuertemente cultural.

Concuerdo con ella. No obstante, yo añadí que hay factores socio-culturales y biológicos-hormonales  contribuyentes a la representación de la realidad de un cierto modo (una mezcla no limítrofe—donde no se aprecia con claridad dónde empieza uno y acaba el otro, sino retroalimentado), si bien es cierto que el significado de las cosas es aprendido y las respuestas corporales (algunas, otras evidentemente no)__probablemente por resultado del condicionamiento__ también.

Por supuesto, los denominados roles de género al mismo tiempo son construidos, aún cuando se produzcan predisposiciones en lo tocante a manifestar ciertos rasgos, tales como agresividad, empatía y comunicación en un sexo u otro; claro que con particularidades o excepciones.

La identidad de género a su vez se halla sujeta a la normatividad. Lo considerado o establecido mediante estándares de masculino o femenino y la casual asociación con los órganos sexuales respecto de la correspondencia de los comportamientos sociales. Tienes huevos. Socialmente eres visualizado como un macho: atrevido, chulo, carismático, competitivo, líder. El cabeza de familia, productivo, ingresador, no debes llorar, etc. Pene—órgano activo. Eres mujer o hembra: tu forma correcta es ser más sensible, delicada, presumida, pacífica, educada, callada, esposa sumisa, madre unívoca, cuidadora... Vagina entendido como un órgano pasivo, receptor. Se naturaliza esta completa integración del género en la imagen del sexo.

Es un asunto complejo y donde parece que inevitablemente recibirás duras críticas__ sin importar demasiado lo que argumentes__pero a mi entender no vale la pena reducirlo todo a una sola causa u origen. Participan diversos elementos, lo que desemboca en ese carácter de complejidad explicado. Al final, me he quedado con las mismas dudas e interrogantes que en el inicio.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Si se piensa bien, se produce una relación sumamente estrecha entre el suicidio y la felicidad. Si bien nos referimos a espinosos temas, en especial el calificado como "auto-asesinato/auto-muerte", el sacrificio del individuo que llega a alcanzar el grado de crimen.

Desde un ángulo digamos más frío, analítico; alejado de los posibles sentimientos de temor y malestares personales frente al concepto y sus implicaciones éticas; ambos representan promesas en lo atañente a dejar de padecer sufrimiento.

El primero se dibuja como un ticket seguro de abandono; un viaje sin retorno al mismo vacío, una suerte de limbo—espacio incierto en suspensión—. La segunda constituye un pasaje extraviado, que a veces hallamos y compramos para volver a perderlo nuevamente por nuestros propios medios.

La felicidad es el sueño del trayecto por la solitaria autopista de los recuerdos; los momentos gratos del olvido del ser, la "borrachera existencial", cuando el tiempo se nos manifiesta metafísicamente congelado y el dulce instante luce eterno, casi borrando el rastro de la conciencia sobre él mientras dura.

El suicidio comprende el sueño de quienes presos de desesperación anhelan marcharse con prisa, apostando por una felicidad fundamentada en la nada, el no ser. Inevitablemente, tanto en uno como en el otro se suspende el juicio (pregúntese si es feliz y se evadirá cualquier destello del contento previo) y con ello la noción y amenaza del dolor ¿a qué precio? Lo que sí es cierto, es que la renuncia envuelve a ambos.

J.B.B

sábado, 21 de septiembre de 2019

El engorro de la escritura recae en que casi siempre le pilla a uno desprevenido y debe evadirse, interrumpir la otra actividad que está realizando. Se preguntarán por qué.
El objetivo es que la letanía de pensamientos no se evapore en el irrecuperable vacío, los cuales desean contar una anécdota, reflexión, o simplemente detallar lo que los sentidos de la persona narradora están registrando en ese preciso instante.

Así pues, la introspección—ese recabamiento atemporal de la información—es tarea obligada del literato. Por tales razones, como tiene lugar en el filósofo, pareciera que ande con la mente enfocada hacia la metalizada luna, en vez de concienciarse de pisar tierra firme y estar apegado al mundo sensible. Ello a pesar de que el redactor es un animal profundamente observador y plagado de curiosidad por los fenómenos circundantes.

No obstante, en igual medida que el filósofo, la abstracción termina por ganar la partida y el concepto, sus lenguajes subsumen la realidad mundana, categorizándola. La elevan hacia las frías y solitarias cumbres del sentimiento ;¿quién dictaminó que los sentimientos no pueden albergar un carácter gélido y sin entrar en contradicción emitir—transmitir una sublime hermosura, por ej. la de un paisaje helado reportador de calma? ¿acaso alguien se queda congelado de indiferencia al contemplar una pintura de Caspar Friedrich donde se localicen dichos rasgos?

En lo tocante a la afectividad, el frío goza de muy mala reputación. Todavía se resiente de las quemaduras de primer grado del monopolizador aliento fogoso y asfixiante, tan venerado. Oigan el recital shakespeariano y su connotación pesimista —¡¡¡Este es el invierno de nuestro descontento!!!
En términos generales, el léxico se ha comportado siempre con las bajas temperaturas como si de un marginado perro callejero conducido a la perrera__el patíbulo perruno__ se tratase. Olvidamos que las deliciosas naranjas y otros sabrosos frutos se recolectan en temporadas de abrigo.

Porque no nos engañemos, en la literatura y a diferencia de la práctica filosófica de corte más racional. En el reino literario, los sentimientos toman el control. Actúan imitando a los caballos, que recorren salvajemente las fértiles y heterogéneas  líneas de palabras, al tiempo que con bravura se aventuran en los más inhóspitos desiertos y lóbregos a la par que frondosos bosques.

J.B.B

viernes, 20 de septiembre de 2019

"La cura de la náusea".

Trato de ser misántropo, de veras que sí. Salgo a la calle, paseo y alzo la vista hacia los transeúntes, intentando con vano esfuerzo culparles de mi desdicha. Entonces, caigo en la cuenta de que antaño despreciaba (sin excepción) al mundo, porque hondamente me detestaba a mí mismo. Tal cosa no ocurre en la actualidad.

Por el contrario me tengo estima, no sé cuánta, pero sí la suficiente como para sentir algo "no asqueante" cuando otras entidades vivas pasan a mi lado. Palpo su presencia como si de la mía propia se tratase. El cerebro__no digo que todas mis partes componentes se restrinjan al aparato neurológico, empero, supongamos que allí reposa la conciencia__se halla conectado a la vida, no huye de ella, ni tampoco la aborrece. Posiblemente, porque de algún modo se halla en paz consigo mismo, concuerda internamente y las notas musicales están más o menos afinadas.

Me percato de que no puedo obrar de cierta manera si no creo firmemente en ello. Soy fiel a mí mismo. Después de todo, la honestidad; como tiene lugar con prácticamente cualquier cualidad o atributo de admiración; debe plasmarse en el propio sujeto, la identidad llamada yo. La alteridad y su concepción no es más que un destello de la mirada particular. Yo soy mi infierno y ardo.

En mi coetánea salida urbana cotidiana, me despellejo cuando diviso la tristeza del resto, porque sufren en medio de un cosido silencio, padecen en igual medida que yo. Su dolor es el mío; como lo fue inversamente mi odio pasado, proyectado en perfectos desconocidos y conocidos envidiados o bien aquellos con los que directamente tiraba la toalla, debido a desavenencias en el entendimiento y escala de valores. En resumen, maneras distintas de contemplar la vida disponían infranqueables muros de cara a la mantenencia de la amistad.

Esto es compasión y la búsqueda de los medios para aliviar y advertir el malestar colectivo se inicia con el bienestar individual. Del egoísmo__uno sano, no excesivo o vicioso__ brotan la solidaridad y la empatía hacia nuestros semejantes. Este es mi credo y me esmero por vivir con él.


J.B.B

domingo, 15 de septiembre de 2019

POEMA

La promesa de agonía.
Sicario de vivir en calma.
Imaginar recibir una injusta traición.

Un machetazo seco en el corazón.
Irrefrenable hemorragia brotante.
Privados de besar la expiración.

Nada ni nadie nos salvará hoy o mañana.
De padecer el suplicio del vil acero.
Lastíma a nuestro muy querido y verdadero amigo.

El desbocado, en ocasiones domado.
Relinchante jamelgo (caballo) vital.
Solloza para oídos sordos.
Cobrizo lago de lágrimas, vacío de redención.

Evitemos pensar en tan aciago sino.
¡¡¡Vivamos sin dilación!!!
Hasta el estoico abandono de la creación.

J.B.B

domingo, 8 de septiembre de 2019

EL AUTODESCUBRIMIENTO DE MI ESCRITURA: LO NO NEGRO: POLICROMÍA.

La motivación genera o localiza el sentido. Posiblemente, por eso, al ingerir cafeína o bien realizar un deporte, todo cobra más plenitud__llena ese centro de información neurológico y neuronal falto de energía, electricidad, enlace...__y entonces apetece moverse por un objetivo.

La representación—imagen— de lo deseado se visibiliza, cual corrientazo de electroshock en el órgano cardiaco, y activándose con ello todo el cuerpo; la vida concedida a la inerte criatura de Frankenstein. El cerebro necesita tomar, liberar y segregar sus propias drogas, para rendir adecuadamente y vencer la desagradable sensación de vegetar, yacer casi en estado de coma: la rendición.

—¡¡¡Está vivo y siente que vive!!!

Contrariamente a la mayoría de escuelas y máximas existencialistas (tan divulgadas), la actitud de indiferencia e impasibilidad dirigida al mundo no es la solución, sino el espantoso autorretrato de lo decrépito y mórbido, desfilando funébremente; escurriéndose velozmente el individuo por el desagüe de la vida.

El ansia por acelerar nuestra ausencia bajo el descompuesto fango terrenal o la transfiguración corpórea en etéreas y levitantes cenizas, no es más que una idealización romántica__beber el auxiliador veneno y despedir al dolor__; el vano y engañoso sueño de una libertad del alma trascendiendo este plano.

Como ha quedado reflejado en anteriores párrafos, soy romántico en mi prosa; otro ej: gualdas y cenicientas cataratas ingrávidas ahuman el vasto iris azul celestial. Indultan al firmamento de la infinita condena de la pureza insaciable. Sin embargo, no me identifico con el romanticismo en sus términos clásicos, respecto del carácter tan aciago y trágico del destino de los escritos. En lenguaje más coloquial "sigo mi propio rollo". No ando tras la sombra de nadie, persigo mi propia silueta o mejor dicho, ella se cierne sobre mí.

A mi juicio, es lo que debe intentar hacer cualquier persona, que escriba o tenga intención de ponerse a ello. Hallar su propia voz, transmitir con sinceridad; como salga de los huevos, o a saber de qué puto orificio y no apegarse a directrices de un estilo o tradición "predefinida".

¿Es que acaso uno no puede evocar un romanticismo redentor, que no se regodee en la mierda cantante y danzante, de la que tenemos harta constancia que somos, como mantenía el personaje nietzscheano Tyler Durden en The Figth Club?

Ejecutar la proeza. Actuar desagradable, duro, desalmado y despiadado con lo desagradable. Un gancho directo a la altanera mandíbula del hastío. Knock out. Bastante morralla abunda por doquier ¡¡¡No más intoxicación sanguínea!!!

Mi arte literario, si es que puede denominarse como tal, es anti-adorniano. Es decir, no siente predilección por el sufrimiento, ni tampoco quiere hacerlo recordar. La gente sabe bien el montón de excrementos, que cubre este cenagal. Tal vez se agotaron mi resentimiento y asco; el instinto misántropo de lobo estepario, acidez con la humanidad. El limón exprimido ya no contiene amargor, o por lo menos no albergo propósito alguno de derramarlo sobre los maltrechos corazones de los posibles lectores y el mío.

¿Me toparé con el escollo de Zaratustra y —tampoco soy yo la boca para estos oídos?

J.B.B

martes, 3 de septiembre de 2019

Pequeña reflexión

El problema y causa de la infelicidad no descansa en el inagotable deseo, como han sostenido los estoicos, sino en la idea perfecta que nos formamos de la felicidad; una bella imagen en nuestro campo mental, pero que rara vez se materializa en los términos que nos gustaría. El deseo en sí mismo no es nocivo. 
Es la envidiosa fijación en los dioses, la que nos impide a los mortales contentarnos con lo terrenal. De ahí que la felicidad anhelada habite en las murallas del vedado Olimpo, Asgard, el Cielo y cualquier escenario placentero de residencia de seres supranaturales. 
Después de todo, nuestros modelos aspiratorios los representan los héroes y villanos del cómic ¿y qué son estos más que una remasterización de las viejas deidades (dioses y semidioses)? El hombre espera localizar un sentido perdido más allá de las estrellas. La felicidad, abraza inexorablemente el mito (espejo de nuestro divinizado concepto de perfección) y mediante ello se vuelve mítica. 
Esto se traduce en que, en suma mitificamos el deseo mismo, tornando el objeto pensado en irreconciliable, discordante con el manifestado en el plano empírico. Lo platónicamente imaginable como indeterminado, se defrauda ante "el plano real" de lo limitado, luego determinado. El sueño puro de la libertad se deshace en mil pedazos. 
J.B.B

domingo, 1 de septiembre de 2019

UN RELATO



Se había prometido a sí mismo, no volver a colocar determinadas palabras en su muro:

Absurdo, vacío, sinsentido, abismo, tedio, náusea, asco, insignificante, nada, irrisorio, caos, ausencia, confusión, incertidumbre, patético, miseria, etc y la noción de existencia en los parámetros conceptuales anteriores.

Un servidor manifestaba que estaba hasta los cojones del organismo filosófico llamado existencialismo y sus réplicas—Ante su propagación, temblaría el propio ex-agente Smith, quien se copiaba a sí mismo y con sus clones pretendía controlar todo Matrix en la célebre saga de las hermanas Wachowski.

-Mires por donde mires, da la impresión de que nada más que respira este pensamiento acaparador, cual araña alíen (abraza-caras) abalanzándose inconscientemente a los desprotegidos cerebros de los usuarios, e incubando a los miembros de la amenazadora especie en los señalados huéspedes.

Lo que en su momento emergió como una respuesta a la pérdida del sentido—su mundo devastado en un momento histórico, se ha tornado en el "sentido más unívoco", que el más esclavista de los determinismos.

Dicho de otro modo. Hablamos de la edificación, bien enmascarada, del pensamiento único ¿sabe a qué aludo? Una puta bomba nuclear de ondas expansivas inimaginables. Un virus letal, un simbionte a lo Venom, que penetra en la piel y vuelve a los cuerpos filosóficos y de otra estirpe en zombies aulladores, profiriendo con su voz de ultratumba: "la vida no tiene sentido", "la existencia precede a la esencia, el hombre está condenado a ser libre", hay que aprender a vivir con el absurdo"...

En efecto. Le hablo de auténticos "devoradores" de los todavía cerebros no existencialistas. Dan por sentado que su caminar es crítico y ni siquiera saben para donde coño están andando, hacia ninguna parte. Te hincan el diente, contagian de su "despropósito" y obligan a que también tú te unas a dicha triste comparsa perdida, porque hizo del extravío una tautología. Armó sin quererlo, en su batalla por la libertad, una dictadura opuesta a la autonomía del sujeto pensante.

¿Me va a decir usted que no piensa como ese adoctrinante ejército de walking deads y siervos larvales (portadores de larvas) de Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche, Heidegger, Sartre, Camus o Cioran?

-Permítame decirle, que es usted más iluso de lo que me pareció en un principio.

J.B.B