miércoles, 26 de septiembre de 2018

¿Emoción o pensamiento? ¿Cuál de los dos es detonante del otro?

De acuerdo a estudios neurocientíficos actuales y mi criterio personal:

En lo que atañe a los conceptos de pensamiento y emoción. En primer lugar, aparece la emoción y en segundos el procesamiento de la información de la misma (pensamiento). Ejemplo. Nos enfadamos y al sentir que hay ira podemos (no siempre) rebajar el nivel de la misma. A veces estallamos de rabia o llevamos a cabo un arrebato amoroso y no predecíamos su llegada.

A mi entender, es obvio que la emoción es el motor o impulso inicial del razonamiento o pensamiento. Si el pensamiento fuese previo, las personas albergarían total libertad para elegir como desean sentirse en cualquier momento, operando lógicamente y separando sin problemas los elementos emocionales perjudiciales en su acción de forma general, en la totalidad de circunstancias.

Tampoco se obvia el hecho de que la mayor parte de las respuestas emocionales son inconscientes y automáticas, de acuerdo a una situación (relación de utilidad). En otras palabras, no siempre reaccionamos del mismo modo.  Si el ambiente es desconocido, menor familiaridad y por lo tanto mayor dificultad para saber cómo se manifestará la emoción.

En la realidad, el procedimiento racionalista cartesiano -pensamiento determinante de la emoción, o razonador universal-no sucede (Véase El error de Descartes, de Antonio Damasio). Si nos alegramos o entristecemos, no ignoramos la aparición de esa alegría o tristeza, en tanto que ya no tendría sentido hablar de esas emociones (ejemplo las tristes), dado que el pensamiento se habría encargado de suprimirlas con base en el perjuicio que desencadenen, lo que no ocurre por la necesidad de la propia emoción de expresarse a través de cualquier medio (canalización pacífica o violenta). No obstante, cabe que se aprenda a reprimirla o no expresarla en su totalidad, lo que no elimina la existencia de la misma.

Por otro lado, se halla el relevante tema de la motivación. Si no hay emoción, no hay intencionalidad, afección o corriente, y sin esta el pensamiento es incapaz de ponerse en marcha por sí mismo (una causa emocional que desemboca en un efecto-razonamiento de dicha causa anterior).

Demostración: Pruebe alguna cosa pensante únicamente a crear una idea, sin verse influenciado por algún estímulo de agrado o desagrado, atracción o rechazo previo. Pienso en una ecuación o secuencia matemática debido a un placer, que atribuyo a ese objeto. Si no me atraen estas ciencias formales, a menos que me lo pidan, difícilmente estableceré un cuadro de cálculo numérico en mi mente.

Intenten una vez más conjugar alguna reflexión o razonamiento sin haber sido afectado por una emoción

-¿qué sentido o razón tendría en sí misma esa meditación? El objetivo o un fin carente de afectividad elimina la posibilidad de consecución de este. No hay miras, un para qué. Una solución parcial requiere de ganas de alcanzar un resultado ¿por qué filosofar/argumentar entonces?

Mejor sería dejar fuera la categoría de "seres humanos", en el caso de afirmar que el deseo, gusto o agrado como génesis de nuestra acción o tarea analítica-argumentativa es falso.

Además, el engaño hacia los demás resulta sencillo. En cambio, si nos invade una emoción, sabemos a posteriori que está ahí porque la recibimos, experimentamos internamente, aunque tal vez no la comprendamos o la reproduzcamos bien debido a factores externos/ambientales.

J.B.B

lunes, 17 de septiembre de 2018

POEMA

Siento frío
Pensar sin pausa
Sin aparentes huellas de sangre
Queda en la sombra su crimen

Un virus letal  
Se va colando en tu compasión
Te vuelve un orgulloso verdugo
Arrebatarás la vida al amor

Nadie tocará tu piel
Nadie besará tus labios
En nadie posarás tu mirada
No abrazarás un cuerpo
Ya solo existen cosas pensantes

Desconfianza
Método
Matemática
Descartes

J.B.B