miércoles, 29 de diciembre de 2021

Cerebro y mecánica cuántica

 Para mí el cerebro funciona a escala cuántica. Crea predicciones y hasta que se produce la medida en el ambiente, donde se decanta la más probable conforme a estados anteriores o bien la predicción que el sistema considere como útil para su presupuesto corporal. Hasta esa decoherencia o análogo al llamado colapso de la función de onda en la mecánica cuántica—medición—con el darvinismo cuántico, una batalla entre las predicciones para ver cuál se ajusta más alostasis— preparación del organismo ante posibles cambios del entorno—, no hay una fija. 

El organismo valora diferentes opciones como los colores de las partículas que yacen indefinidos. La predicción vencedera es la que se ajusta a lo que el sistema considera útil en ese momento, liberar cortisol, dopamina, oxitocina, acelerar el corazón, ralentizar el pulso, bien haber comido algo y mayores niveles de glucosa en sangre, cambiar las rutinas y ofrecer nuevas redes cerebrales, un reajuste donde se cambian las predicciones que se tenían previamente. El significado que confiramos a una circunstancia también altera el organismo. Un reto puede generar inquietud o bien todo lo contrario, motivación y adrenalina que son positivos para superarlo. Sentir nervios antes de un examen es señal de que el organismo se prepara para un desafío y no tiene por qué ser negativo si lo definimos nosotros como una oportunidad de lograr una meta, liberándose dopamina entonces, una gratificación fruto del esfuerzo de haber estudiado. 

Al leerme, estás sintiéndote mejor, contento, animado y eso es porque el cerebro dispone de una red del lenguaje, y en efecto, según la neurociencia, las palabras generan un impacto en nuestra biología, crean sensaciones, emociones y sentimientos, sanan o enferman. Lo que pensamos, nuestras creencias determinan la manera de percibir el mundo. 

Aquel, el mundo no está ahí fuera ya en lo tocante a la realidad social. La realidad física no son más que ondas y partículas de luz. Las emociones son señales cuyo valor depende del que le demos. Nadie está homogéneamente alegre, triste o enfadado. Inclusive, se puede estar con un ceño fruncido y eufórico como cuando se gana una competición y se grita. El tenista español Rafael Nadal es un buen ejemplo de ello. 


Jorge Beautell Bento 

29-12-021

martes, 30 de noviembre de 2021

De cómo necesitamos ficciones para huir de la realidad.

Muchas personas no lo comprenderán, pero me resulta difícil—por no decir imposible—no pensar que soy una ínfima onda en el océano. Me invade la percepción de lo sublime, el vacío ante la inmensidad circundante y extendida más allá horizonte visible... la bella, y aterradora a la vez, paradójica noción de insignificancia y aceptación del inevitable descontrol, vértigo, soledad e incertidumbre como condición de la existencia, la de ser esa diminuta y confundida onda, desplazándose a través de los azarosos vientos y aguas del porvenir. Será por eso que requerimos tanto de ocupaciones, actividades, entretenimientos, nuestras drogas, amistades, amores, trabajos, preocupaciones mundanas, hobbies, pasatiempos...centrarse en otras tareas y mantener la mente distraída o bien enredada con otros asuntos: la ficción de coherencia y sentido. La anestesia para el enorme absurdo que somos y nos rodea. En dos palabras: la simulación, la Matrix. 

El cerebro nos engaña evolutivamente para huir de esta verdad, posiblemente la única. Sobrevivir a costa de la mentira de creer que hay un propósito fuera de la subsistencia por el que hacemos las cosas. No, a mi entender es la batalla del organismo, de la humanidad contra la entropía, la depresión y la angustia. El fármaco natural para soportar vivir. Justamente, cuando nos golpean los trastornos como la depresión y somos huérfanos de ilusiones, experimentamos el desasosiego de la existencia sin objetivo ni motivaciones. Paradójicamente, estamos obligados de la simulación, nos mantiene saludables y con proyectos, sueños, deseos y metas, que nos alivian de concienciarnos de que somos esa casi invisible ola en la vastedad cósmica. 

viernes, 26 de noviembre de 2021

De la felicidad

La génesis de la felicidad desnuda obedece simplemente a reacciones químicas de neurotransmisores, entre los que se halla la serotonina. Estas señales, de por sí, carecen de valor. Lo que para mí genera el verdadero encantamiento, es no pensar en dicha felicidad, estar inmersos en el existir. 

Un agujero negro no se percibe como tal desde su interior, al igual que tampoco tiene lugar un sentimiento de ofuscación cuando uno se halla metido en el "ser-estar" y no da vueltas sobre las cosas. No obliga uno al Ser a manifestarse, a representarse como objeto, tal como señalaba el filósofo alemán, Martin Heidegger. Cuando dejamos a un lado los por qués y la búsqueda de ser felices, fluímos y permitimos que dichos componentes químicos se liberen de su cárcel reflexiva, pues el pensamiento es el carcelero de la de la posibilidad de experimentar felicidad. 

Dicho olvido del concepto, el alejamiento de la categorización y las operaciones del entendimiento kantiano que anhela organizar y ordenar toda la diversidad de intuiciones, junto con dejar a la blanca paloma volar hacia las ideas de la indeterminación, a modo de una meditación ejecutada hacia nuestro lado más inconsciente, se traduce, a mi juicio, en lo que más se aproximaría a eso que llamamos felicidad.

La felicidad consiste en un apagón de la razón analítica-utilitaria. Abandonar la misión de pretender conferirle un sentido a los momentos [control], y parejamente, implica  ser parte de la vida. La felicidad nos retrotrae al inicio, a la infancia. La luz siempre emerge de la oscuridad y la época más oscura y por ello la más feliz, pese a que entraña muchos de los traumas que arrastramos más tarde, acostumbra a ser la niñez. 

En síntesis, tal cosa es la felicidad: La reconciliación de las paradojas de la razón-emoción, un beso de la conciencia y la inconsciencia. Permitirnos ser arrullados por las corrientes del olvidado pasado infantil, a su inocencia y sorpresa, impulsadas al "ahora". Para mí esto es la felicidad. Debido a que se trata de un sentimiento subjetivo, para ustedes bien cabe que signifique otra cosa. Si tuviese que definirla poética-filosóficamente, la descripción resultante sería similar a lo que a continuación expongo:

"Ignorar que se está viviendo un sueño, consintiendo a la memoria que retenga dicho viaje onírico. Una sensación  típica del durmiente, pero en estado de vigilia. Se trata de un tiempo relativo al punto del soñador, acompañado del sentimiento de la efímera duración que trae consigo cualquier sueño una vez que despertamos." 

Como en el experimento mental, llevado a cabo por el filósofo norteamericano pragmatista, Hilary Putnam, la conciencia sabe de la felicidad por su final o del retorno de la mirada racional. El cerebro apercibe que previamente se encontraba metido en una cubeta, conectado con cables que simulaban sensaciones, porque en algún momento cuenta con la oportunidad de percibirse regresar a su cuerpo y contemplar otros cerebros en cubetas.  

Si se niega la opción anterior de captarse el cerebro a sí mismo entrar y salir del cuerpo, el cerebro será ciego de su condición, análogo a la felicidad, si no se confronta esta con su término contrario. Dialéctica. Dicho en otras palabras y parafraseando a Arthur Schopenhauer: 

la salud  se valora cuando la enfermedad hace su aparición. 

Paradójicamente, la felicidad precisa de la infelicidad. Obviamente, si la a persona quiere concederle trascendencia a su dicha cuando se vea envuelto en ella. Ante una respuesta negativa a esto, confundirá caprichos y placeres con un fin en sí mismo, libre de toda utilidad, y que a todas luces es la felicidad en términos—si nos ponemos más quisquillosos— más objetivos.  


domingo, 21 de noviembre de 2021

Los límites de la ciencia. Entre lo físico y lo imaginario

Al lanzar la vista a la imagen de Ío, una de las lunas de Júpiter,  pareciera que el arte no acaba en el soporte, sino que subyace en el tejido del cosmos. 

Yo me considero indefinido, porque me gusta la variación, y no integro que la realidad compleja pueda sintetizarse en un solo y absoluto camino. Al observar estas imágenes pictóricas, similares a un cuadro abstracto, no puedo evitar sentir cierta simpatía por el ser de las cosas. 

Veo complicado que resulte del capricho del ser humano que la naturaleza albergue estas formas y colores a tanta distancia del planeta Tierra, aunque es cierto que el universo es el mismo desde donde lo miremos, por lo que no debería sorprenderme tanto de estas semejanzas. No obstante, sí que tienen lugar incógnitas que probablemente jamás se despejarán del todo, o bien posturas no concordantes ¿acaso no hay controversias entre los científicos?

Los hay que defienden que las cosas están ahí, con sus propiedades fijas y para ser descubiertas, como la serie de Fibonacci. Otros postulan que nosotros las ideamos con un modelo o escala humano que permite describirla y explicarla según nuestros estándares. Incertidumbre es la identidad de la certeza y por eso quizá jamás haya seguridad o estabilidad pura, porque cuando se intenta desvelar o manifestar, se interrumpe  la coherencia cuántica-simetría perfecta. Intervenimos y alteramos el fenómeno. Quizá, aún cuando estén ahí las propiedades, nunca logremos captarlas en sí, como pasa con nuestra medida de tiempo lineal. Deberíamos romper con nuestras 3 dimensiones para juntar circularmente pasado-presente-futuro. 

A lo mejor nunca conoceremos los secretos del universo ¿qué acaso no hay partes inobservables en aquel? Zonas oscuras donde únicamente tiene cabida la física teórica, conjeturas matemáticas, espacios de Hilbert... Paisajes mentales próximos a la creación, el arte. Esto para mí es ciencia: Disenciones y sueños hacia el infinito. La certeza nada más que coexiste entre esos mundos posibles. Todos acertarán en algún punto y errarán en otros. De la probabilidad sale la lógica, y es parcial. Solo la entropía se para en el 0 absoluto, cese total de energía, la muerte. 


Foto de "astronomy_eye"

miércoles, 3 de noviembre de 2021

De admitir la incertidumbre

Ami juicio, lo más sabio que se puede decir es: "solo sé que nada sé" cómo Sócrates y me maravillo con la inmensidad que desconozco. Lo que se no es sino una mota de polvo, una minúscula molécula de agua. Hay tanto que ignoro que al final llega a ser nada, puesto que nada y todo—meros constructos— sinónimos son y en la duda se superponen. Por eso, yo al menos, considero que la duda contiene las verdades posibles, la coherencia cuántica no rota por la certeza, los estados superpuestos, que además desaparece [la certeza] tras materializarse o acontecer el fenómeno y la variación es la "norma no normativizada", traducida en que ninguna situación es igual a otra. Ni siquiera uno mismo es el de otras circunstancias pasadas. Citando a Heráclito: "Nunca nos bañamos dos veces en el mismo río".

Dicha norma del cambio se produce al margen de nuestros deseos. Nos sobrepasa, es la falta de control que tenemos en realidad. De ahí que, a mi criterio, la duda y la admisión de ignorancia exprese ese reconocimiento de aceptar la imprevisibilidad. Saber que uno solo puede estar seguro de que no sabe, se entregue a seguir buceando y creciendo su asombro por lo que queda por descubrir. No cerrarse. Explorar otros caminos, aventurarse en lo ignoto, porque no tenemos nada que perder cuando no hay directrices fijas, nada más que hipótesis, conjeturas, falibilidad, probabilidad sujeta a esa norma del cambio que es la vida misma. Ley de Murphy: "Si algo puede pasar pasará" y segundo principio de la termodinámica de la entropía: "el desorden tiende a aumentar siempre". 

La seguridad es una ilusión de la mente, un engaño de la evolución, y que finalmente nos impide sacarle el jugo a la vida por ansiar dominar lo indómito, pagando el precio de la desdicha. Y por todo ello, estimo que la la auto-ignorancia comprenda una señal de sabiduría. Como se mencionaba en la película de Woody Allen: "si la cosa funciona perfecto, y si no, pues perfecto también" ¿acaso podemos evitar que algo funcione o no lo haga al 100%? ni siquiera un 50. Algoritmos aleatorios asignados por el azar... Por eso lo sabio es decir: "solo sé que nada sé", sinónimo de "estoy en la propia incertidumbre".

lunes, 1 de noviembre de 2021

Reflexión mañanera

 Una reflexión mañanera:

¿Y tú cómo ves la taza medio llena o medio vacía? 

-La cosa no es cómo está la taza, sino preguntarse si en realidad hay taza, porque eres tú quien la está creando cómo la ve, y que "lleno" o "vacío" tenga que ver con un estado anímico concreto o ligado de forma innata a nuestra psicología, pero a su cerebro todo eso le da lo mismo. Lo captado se debe a la cultura en la que se ha crecido, en un inseparable beso con unas funciones biológicas óptimas, para darle cabida al entramado múltiple de ese concepto complejo denominado realidad. 

A mí entender hay demasiadas creencias esencialistas, como si las cosas tuviesen un sentido en sí mismas y no obedecieran a nuestra interpretación de ellas. Olvidamos que las señales no suponen nada hasta que les conferimos importancia. Fíjense en que hasta los rusos captan más colores en el arco iris porque para ellos el azul marino es un color diferente del azul claro. Categorizamos el mundo, pero olvidamos que somos los creadores, como un pintor que ignora su propia obra y da por sentado que aquella existió por siempre. 

Incluso el universo tuvo un comienzo, una gran explosión y se halla en expansión por la intervención de la gravedad, fuerzas repulsivas y atractivas que evitan el fatal colapso entre estrellas y otros cuerpos celestes. Algún día la galaxia que habitamos será engullida por un gigantesco agujero negro, y probablemente a nadie le afectará. La muerte no es sino una ley física: entropía, aumento del desorden, deterioro celular sin objetivo ni interés, hasta que alguien le atribuye el consabido ritual al fenómeno con el sentimiento de pérdida, amor y apego en las personas que se marchan. El más allá y todas las posibilidades metafísicas habitan en la idea. Si se quiere progresar por encima de esto, se rompe la frágil burbuja que compone eso que llamamos ser-existir. 

A mi juicio al menos, nada importa en sí mismo. Todo esto que he relatado carecería de absoluta relevancia si permaneciera ajeno a mi curiosidad, alguien no hubiese indagado en ello y no tuviésemos información para establecer hipótesis, definiciones y modelos de las cosas que nos rodean. Mientras tanto, disfrutemos del café.

domingo, 31 de octubre de 2021

Poema

Brisa fresca de otoño

Libras del hirviente estío 

Aguas de octubre y noviembre 

Son tus ríos 


Clima de melancolía

Memorias 

Meditación 

A las musas llama tu canción


Dorados bosques 

Soledades 

Walden y Thoreau 


El invierno asoma ya en los castaños

Madurez del año 

J.B.B


Poema

Un poema que escribí esta madrugada. Hacia muchísimo tiempo que no componía. Debe ser que el melancólico otoño me inspira. 

Los humanos y tormentas comparten analogía 

Hay veces que sobrecoge su belleza

Glorificamos las gestas 

Permitimos que refulja la nobleza 

Como la celeste luminiscencia


Cánticos 

Aves Marías 

Novena sinfonía de la alegría 

Tromba esperada sobre tierra baldía 


Otras desatan temores

Atronadora quinta de Beethoven

Justas gaseosas de graves percusiones 

Fuerza de la naturaleza sin contemplaciones 


Ráfagas zigzagueantes

Encienden el eterno lecho 

En el inocente cielo añil 

Tintes violetas de rojizos helechos 

Campos deshechos 




Tras su paso

Triste paz

Silencio 

A lo largo y ancho del estrecho 


J.B.B

viernes, 29 de octubre de 2021

De la felicidad y la relevancia de ella

La felicidad es algo más que una reacción química, y hasta las amebas constan de neurotransmisores como la serotonina asociada a ella. La felicidad es plenamente subjetiva y cada quien albergará o percibirá la suya. Deberíamos meditar más esto y conferirle importancia a esos instantes especiales de nuestra vida, allí donde aparece de improviso la felicidad. No somos amebas y por eso todo lo que simulamos es más complejo, más hermoso y con un significado particular. 

Más allá de eso, nada más que somos un haz de partículas caóticas y la química no vale un pimiento. Por otro lado, en lo tocante a las funciones biológicas básicas, apenas nos diferenciamos de una ameba y otros microorganismos. De ahí que la trascendencia de la felicidad dependa de ser conscientes de la nimiedad que somos cuando nos reducimos a la biología y la física. Podemos ser felices porque imaginamos ser algo más, aunque en la base no lo seamos. Esa es la grandeza de un goce consciente y  que pone la vista en las estrellas del presente y del mañana. 


"Más específicamente, la serotonina era una hormona vinculada a la autoestima, al reconocimiento alcanzado dentro del grupo. Pero por lo demás se generaba esencialmente a la altura del intestino y se observaba su presencia en muy numerosas especies vivas, incluidas las amebas." 


Michel Houllebecq: "Serotonina".

sábado, 17 de julio de 2021

Hace unos días sufrí un intenso episodio de vértigo, debido al llamado Síndrome de Meniere, y que afecta al líquido interno del oído responsable del equilibrio. 

Tras este malestar, me di cuenta de que la Náusea de Sartre tenía su núcleo en el mareo fisiológico que sufría aquel experimentando con mezcalina y otras sustancias que alteran la conciencia ¿y quién no pierde su referencia o noción del espacio-tiempo—unidos después de que Einstein demostrase su continuo—e identidad ordenante o unificante del flujo memorístico de distintos intervalos o espacios vitales, llamado yo, en semejante estado de interminable y angustioso desequilibrio? 

Secuelas del dualismo de la filosofía existencial y otras, que entre otras cosas separa la categoría física de lo psicológica. Inconsistencia absoluta de esto según los últimos estudios en neurociencia. Incluso, en el ámbito de las micropartículas, la mecánica cuántica, la partícula se comporta simultáneamente como partícula y como onda de luz, esta última cuando no la observamos, pero tampoco se halla separado un estado del otro. Como lo definió el físico Stephen Hawking en 2001: "La dualidad onda-corpúsculo es un concepto de la mecánica cuántica según el cual no hay diferencias fundamentales entre partículas y ondas: las partículas pueden comportarse como ondas y viceversa”. Ciñéndonos a los datos, el dualismo tiene estadísticamente las de perder y es poco menos que indefendible contemporáneamente, en consonancia con los resultados de trabajos al respecto.

Si la libertad, la elección equivale a dicha inestabilidad e incertidumbre acerca de todo. Cita de Kierkeegard: "La angustia es el vértigo de la libertad". Entonces, el antídoto está en asumir la responsabilidad de nuestras acciones, por muy variantes e irregulares que resulten aquellas. Somos los constructores de las experiencias. No perder de vista el ficticio centro de gravedad que es la moral, por ejemplo, puramente normativa, pero conveniente para el día a día y no perecer en cualquier cultura del planeta. 

A fin de cuentas, es para lo que contamos con un cerebro, para seguir vivitos y coleando y no ser comidos, regular nuestro presupuesto corporal [preparar y anticipar el organismo de cara a futuras condiciones ambientales, alostasis, y energía—cosas de la evolución—, sabiendo que es el órgano auditivo [el cerebro perceptor] el que provoca la ilusión conceptual—todo el significado de la estructura y la no caída o pérdida de apoyo en dicho punto ilusorio ¡Ah, Arquímedes! Qué bien te comprendo ahora—¡¡¡Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo!!! 

Respuesta del célebre acertijo de Copenhague: No, el árbol no hace ruido al caer si no hay receptor con canal auditivo. Todo es concepto. El cerebro se maneja con aquellos conceptos para idear la realidad que tan transparente se nos dibuja o representa. El quid de la cuestión radica en hacer un uso que ayude y no que lleve al traste nuestra energía. 



viernes, 18 de junio de 2021

RELATO ACTUALIZADO

 MATERIA NEGATIVA-DESCAFEINADA [sin apenas noción del tiempo o yo angustiado] 


Primera: 


Quinto movimiento de rotación terráqueo [12 horas al cuadrado] y con 286 días anuales restantes en el de traslación, al que hay que añadir, además, el inicio de estación, en estado de alerta por epidemia de un virus, a las claras, histórico.


En mímesis— y practicando el principio de responsabilidad y solidaridad—con el resto de ciudadanos, permanezco en el interior de la cúpula hogareña. Me urge una taza de café. Con ausencia de dicho estimulante, no disto demasiado de un muerto viviente en la serie americana—homenaje al juegazo noventero Resident Evil—Walking Dead.


Una tarea harta sencilla, como pasar de mi habitación a la cocina, se torna en una epopeya griega. Y más todavía recorriendo el pasillo, cuya longitud y estrechez, en mi estado descafeinado, son sumamente amplias. Otro de los síntomas, por carencia de cafeína, se plasma en que mis piernas pesan cual pesa de plomo arrojada grávidamente en una vasta superficie acuática.

El transcurso a través de este conducto se produce a cámara más que lenta. La lente, reproductora de mis movimientos, queda prácticamente congelada, a lo Neo esquivando las balas en la primera cinta—la única de la trilogía que merece ser visionada—Matrix.


—Mierda—, pienso. Da la impresión de que no avanzo un jodido milímetro. Desplazo una articulación. La observo ascender, y en lo que esta ejerce un desplazamiento hacia adelante, juraría que el medidor de la unidad de apercepción trascendental o monosílaba, y llanamente, yo se ha detenido, tal que si me hallase en el interior de un agujero negro, esos que captó el nuevo Einstein, Stephen Hawking.

Segunda: 


Efectivamente, aludo al tiempo. La intuición kantiana y de la que están hechas las categorías [conceptos] del entendimiento. Nada menos que la llave entre las intuiciones sensibles y los conceptos puros, si la memoria no me engaña. Mira que me costó empollarme la dichosa estética trascendental de ese Kant. Eso no era nada, comparado con el segundo apartado del libro, "la deducción trascendental de las categorías del entendimiento"— [el tiempo] me está gastando una broma pesada.


Tercera: 


El tiempo prosigue con su conteo de segundos "in crescendo" y me ha dejado muy atrás, un participante en estado negativo de la materia, antes del Big Bang. El observador queda en un punto muerto, out ¿Liberarse del ego? Contestación a Arthur Schopenhauer. Olvídate de la experiencia estética, el arte como salida del yo. Es más sencilla la solución y la correcta—Principio de la Navaja de Ockham—Quítate el café y misión cumplida. Good bye, voluntad egótica. Y es que descafeinadamente el ser desente cesa. En condiciones avolitivas, luego no cafeinosas, a lo zombie, deductivamente, dejas de mirarte el orificio del cordón umbilical; tu angustiosa salida amniótica y temerosa entrada a esta—en ocasiones— cruel obra teatral. En absoluto eres relevante para que el planeta de vueltas a imperceptibles velocidades de vértigo.

Monólogo con mi conciencia:

—¿En serio crees que a uno de esos ejércitos de "no muertos" le intriga o quita el sueño [¿Sueñan los zombies con ovejas no muertas?] algo que no se traduzca en propagar su plaga? Los walking deads no consumen cafeína. Y les importa un bledo lo que el fatum (destino) o azar les depare. Son seres avolitivos. La burundanga [droga] es maestra en revelar esta verdad. El sufrimiento, por verse arrancado de la calma uterina, se borra en seco. Danzo [atemporalmente], en actitud de autómata, por la pasarela ["el corredor de la no muerte"]. La cuerda rota entre el ser y la nada. La noción de la finitud, muerte ya no te perturba. 

Después de una procesión, más larga que las de Semana Santa, atisbo la puerta de la cocina. Requiero de la cafeína. Mi vuelta a la intuición kantiana; el recuerdo, la conciencia, mi yo, voluntad sufridora, [lo sé bastante bien] mi perdición. Si en un futuro cercano-lejano, pintase un cuadro retratando toda esta parafernalia existencial, dicha pintura llevaría por nombre el encabezado de la obra de la filósofa Hannah Arendt y del artista Magritte: "La [puñetera]  condición humana".

domingo, 16 de mayo de 2021

Reflexiones maduras

 Si no enumerase mis errores del pasado, el aprendizaje presente y futuro, con la respectiva plasticidad, carecería de todo sentido y la conciencia no sería más que una densa niebla. No habría ni Ser ni tiempo. Somos nuestros errores y nuestros aciertos, porque el yo es una ficción cerebral, consistente en ser-existir ilusoriamente para-en-el tiempo. La realidad  es una construcción tan precisa y secreta del cerebro, que obviamos nuestro papel de arquitectos en ella. 

martes, 9 de febrero de 2021

El buen optimista

 Sobre el buen optimista: 

Ser optimista requiere más esfuerzo que ser nefastista y terribilista. El buen optimista ajusta las coordenadas anímicas, y no se abalanza hacia los estados álgidos de euforia y fatal caída en la animadversión de aquella, síntomas que tan bien conocen los individuos con bipolaridad o trastorno ciclotimico. 

El optimista se establece en la medianía de las polaridades, pero más cercano a la alegría que la tristeza, recalco que sin excederse. Para entender mejor este asunto, hemos de recurrir a un sentimiento entre ambos frentes, y del que se habla poco en los lugares comunes de la psicología: la serenidad o calma, a la espera y aceptación, y a la par no decae su actividad, como una firme montaña y flexible junco o rama al unísono. Se abre ante la adversidad y se cierra delante de lo que sabe la perturba y transporta a la abulia, la falta de fuerzas, distimia, la oscilación hacia la pena, y otros sentimientos como la rabia, el rencor, la envidia, los celos, etc. 

Como observamos, en absoluto es tarea sencilla ser optimista sin idealizar, sino acariciar el tejido de la realidad de la manera más calmada, por muy áspero y desagradable que pudiera parecer. Después de todo, el optimista tiene en mente que podría ser peor, y eso le basta para no desalentarse, y proseguir en la vida con armoniosa y resuelta actitud.


J.B.B

viernes, 29 de enero de 2021

Hagámonos una pregunta seria, esas que en la superflua y anti-meditativa sociedad posmoderna casi nadie se para a formularse: ¿quién soy realmente, por encima de identidades virtuales y poses sociales? 

La respuesta solamente se presenta en la soledad del pensamiento cuando, sin protecciones o excusas de ningún tipo, nos miramos y examinamos a nosotros mismos, atravesando el velo del autoengaño, tal como somos, con nuestras asperezas y fortalezas, temores y confianza, desconcierto y certeza ¿quién soy? 

Soy quien con sinceridad me digo y no adorno ni oxido, soy lo que, si he hecho una correcta introspección, ese viaje a mi ser, se que soy. Simple y llanamente. La voz de la contestación al enigma del auto conocimiento puede emerger en un santiamén, prolongarse unos días, semanas e incluso un lapso de larguísimos años. 

La esencia de la vida depende de como respondemos a dicho interrogante fundamental, pues la vida es nuestra, aunque la compartamos y participen de ella otras personas. Quién soy yo es la pregunta que determina la forma en que entendemos nuestra existencia y la manera en que nos situamos ante ella, con transparencia, translucidez u opacidad. 

La primera recae en la sabiduría, mientras que la segunda en la maduración o proceso de mejoramiento-avance. La tercera, la opacidad comprende la ignorancia de uno mismo como caminante, tal que si aquel desconociese que camino desea emprender y no andar dando vueltas y vueltas, rodeos sin llegar a ninguna parte, náufrago hasta el momento en que su identidad no sea más que cenizas y la pregunta por quién soy carezca ya de todo sentido. 


J.B.B

domingo, 24 de enero de 2021

 En la cuasi-eterna dispuesta entre naturaleza-cultura: 

Yo aquí detecto un complejo cruce entre ambas, aunque a mi entender gana la cultura como norma y visión interpretativa y legible, universalizable en el logos hermenéutico o lenguaje-razón humana interpretativa. 

Lo natural comprendería todo aquello donde el ojo-cerebro humano no ha puesto su atención, con filtros, prejuicios, concepciones, creencias y significados de ningún tipo. Bajo este enfoque descontaminado ningún objeto sería natural una vez que ha sufrido una transformación o demolición por la estructura psíquica humana, es decir que ya no es indefinido porque ha sido definido por una entidad inteligible con unos caracteres o dígitos, códigos, sistemas de referencia no puros, sino como un espectador que se relaciona con un objeto y lo define desde sus márgenes y esquemas. 

En este punto, el principio de incertidumbre de Heissenberg cobra forma, y en efecto la posición del observador determina la posición y estructura del objeto, pues quitando al sujeto no es posible mencionar naturaleza u objeto alguno, no existe una inteligibilidad que dote al mundo de un sentido específico, con unas bases y contenidos. Dicho de otro modo, en el instante en que se relaciona, interactúa e interfiere sobre algo, ese algo y el entorno se cambian, se modifican sus condiciones primigenias o puras, de donde inferimos que con esta significación nada es natural, y esto nos conduce a la cultura, a la fabricación, invención de formas de vida, herramientas, la creación a cuenta de la conciencia o espíritu de otras realidades o espacios metafísicos como la política, lenguaje, economía, filosofía, jurisprudencia, religión, psicología, el arte, narraciones históricas, literaria, etc. 

Sin embargo, si bien la semántica de natural es cultural, precedida por un sistema teórico, de convenciones, maneras de proceder, símbolos, tradiciones y esquemas mentales, donde toda suerte de conocimiento es producto de la cultura, de esa construcción de hábitos, sistemas de creencias, rituales y costumbres compartidas en un grupo, mediante una medición de datos, también cultural, se alcanzan conjeturas que responden a que, pese a darse un examen o estudio con forma exclusivamente humana, por encima del lenguaje empírico y experiencias particulares o en su expresión nos habilitamos de destrezas, estrategias y conductas primarias que no distan en los datos registrados de otros seres vivos [cuerpo de necesidades básicas] y a partir de ellas, o tomándolas como valor de inicio y conectividad aumentamos las dimensiones de la comprensión de la realidad humanizada, empero, aunque la posición del objeto sin el espectador no se puede predecir, en la esencia podríamos decir de nuestros códigos y patrones, esas estrategias coexiste un núcleo no sometido al arbitrio del ser humano, pero obviamente necesitado de su cultura para otorgarle una realidad en parámetros comunicables e interpretables. 

Es decir, que el mundo sin los seres humanos es poco menos que nada, pero en la racionalidad o carga teórica, el ver cómo de la lente sensible e intelectual están contenidas propiedades no antropomórficas, sino que valiéndonos del ser humano obtenemos equilibrios o armonías entre las operaciones, en los múltiples desequilibrios o heterogeneidades reales de los sistemas humanos y la cultura. Las teorías, hipótesis, leyes y descripciones no tienen cabida sin un imaginario humano con ideaciones metafóricas y abstractas para abarcar más allá de lo, imposiblemente, no transformado o sometido a las aberraciones-deformaciones y focalizaciones de la óptica de un individuo o grupos de estos [culturas o etnias]. 


"De la naturaleza y el conocimiento como cultura, pero supra-cultural en la esencia o inherencia de los principios de la vida".


J.B.B

martes, 19 de enero de 2021

 El motivo de este post, es manifestar que gracias a mi reencuentro con la filosofía analítica [la más cercana a la lógica, el lenguaje claro, análisis del lenguaje, el estilo de las ciencias naturales], he pulido las falencias en mi pasada redacción: sobrecargada y alegórica, con un uso abusivo de metáforas. 

La filosofía analítica me ha remitido al inicio de, a comenzar por donde se deben dar los primeros pasos. Ahora acudo a la substancia del tema, ciñéndome a los conceptos y puntos centrales, y exponiendo los argumentos en torno al mismo. 

La razón es que he retornado a los principios, a estudiar las corrientes primarias y no a las causas finales o conclusiones, en blanco su fundamentación, por carencia de dichas nociones básicas. Yo mismo erré en tiempo pretérito, al querer escalar raudamente el Everest sin estar equipado ni adaptado para el crudo frío y el poco oxígeno de las elevadas cumbres.  

La hermenéutica, más propia de la filosofía de corte continental o europea, principalmente franco-germana —interpretación de textos y autores y el estudio de aquellos conceptos más abstrusos o técnicos—está bien para otros menesteres más literarios, con más viajes en las regiones filosóficas, y menos destinados al debate o problematización, dado que para la problematización y la discusión debe contarse con fundamentos y no categorizar—según lo que crea libremente uno u otro—con ausencia de referencias y fuentes; sujetarse bien a las ramas del árbol.  

Con base en ello, en un orden o acuerdo del que partir, estimo más recomendable saber antes el origen de las ideas y términos, las raíces y ramas del árbol filosófico—qué es el racionalismo, el empirismo o el idealismo, epistemología—el conocimiento y su fundamentación, la ética, lógica, política, estética y otras  disciplinas primarias y sus apartados principales en la filosofía. 

Personalmente, ubicaría la hermenéutica en un camino elaborado a cuenta de un mayor conocimiento holístico [global] de las pre-estructuras o bases en las corrientes y disciplinas , pues según mi criterio no resulta indicada para aquel lector y estudiante que no esté familiarizado con nociones más sencillas. Y esto último en absoluto es fanfarronería, sino sinceridad para que se disfruten más los materiales filosóficos y se avance de menos a más. Incluso pertenece a un enfoque más analítico el estudio de la estética o teorías y reflexiones en torno al arte y el sentimiento evocado por el objeto de belleza, fealdad, asco, etc focalizándonos en los conceptos clave y alejándonos de lo que pensaba X filósofo de ella, situados en el aire. 

La consabida historia de la filosofía fracasa en la tarea pedagógica, de enseñanza-aprendizaje de pensadores y con las desaparecidas columnas filosóficas. La historia de la filosofía se afana en que los alumnos sean corredores de élite desde la primera vez que pisan el terreno filosófico. Los efectos entre otros son desmotivación, orquesta de bostezos y esas sonoras frases acompañantes —¡Vaya peñazo!, no entiendo nada o ¡Menudo rollo! 

He visto en demasiadas ocasiones a estudiantes a punto de finalizar sus estudios o bien aficionados a la lectura de los problemas-dilemas filosóficos, recomendando con ligereza aquellos autores exigentes de una comprensión semejante al que ha cursado años de matemáticas, y es un portento resolviendo operaciones harto complicadas, pero se empeña en que los iniciadores en la materia contemplen esa perspectiva avanzada del álgebra y otros campos matemáticos, mas sin el respaldo de la experiencia de la que que ellos gozan. 

Con razón decía Platón que "el comienzo es la parte más importante del recorrido". Justamente a eso me refiero. A empezar con las bases, los elementos sustentantes de cualquier construcción. Tal es mi visión pedagógica al respecto. Empezar la casa por el tejado no es la mejor recomendación en ninguna materia del conocimiento.


"Del enfoque analítico en la filosofía y cualquier tipo de conocimiento para ejecutar los primeros pasos".


J.B.B

sábado, 16 de enero de 2021

A mi juicio, los procesos psicológicos no están separados de los físicos, y mientras que la realidad física del mundo afecta a la psicológica, la última no altera la forma del mundo, si bien puede desencadenar o alterar la percepción, empero, los conceptos y significados simbólicos construidos en lo local de cada cultura no anulan el que determinados fenómenos físicos sean de una manera u otra, mientras que los pensamientos se hallan intrínsecamente unidos a la forma física de las cosas y aquellos que son perjudiciales en lo tocante a la química por ejemplo, desatan estados de ansiedad, odio, tristeza perenne, etc producen unos efectos [reversibles pero constatables] en la salud física de las personas. 

Como es sabido, hay ciertas actitudes y creencias que se pueden modificar y reestructurar, mas estas tampoco modifican que la realidad física opere de un modo u otro, sino que ofrecen una mayor confirmación de la relación entre los estados psicológicos y los fenómenos externos, en apariencia ajenos a aquellos. Tampoco generan que la mentada química, a raíz de unos pensamientos-acciones u otras, quede al libre arbitrio de lo que los individuos anhelen.


J.B.B

martes, 12 de enero de 2021

Hemos alcanzado en nuestro regresivo—vamos como los cangrejos en retroceso—siglo XXI el ridículo mayúsculo de premiar toda suerte de incoherencia como un triunfo del desafío a la autoridad, mientras que la básica o primaria coherencia es tenida por-valorada universalmente como herramienta de dominio de la racionalidad occidental. 

Que la realidad tenga el orden primario que necesitamos conferirle pareciera que procede completamente de las dialécticas de opresión de la forma de proceder de una zona geográfica hegemónica. Debe ser que la tribu africana de los massai mastica el alimento con los pies, va chocándose contra los árboles porque para ellos son otros objetos, o que los indígenas del Amazonas satisfacen sus necesidades primarias, cazan y se alimentan por el conducto anal, fornican sin emplear los órganos sexuales, las mujeres alumbran a sus hijos por la espalda y somos nosotros quienes mantenemos jerárquicamente que tienen lugar rasgos básicos o necesidades engranadas en todas las civilizaciones y culturas humanas. 

Aquellos que indicamos las semejanzas pecamos de etnocentrismo o identificar lo nuestro en lo ajeno bajo ese recurrente discurso colonial e imperial ¿Todo lo compartido es colonial e imperial entonces? ¿en las alturas del Himalaya no se ríe? Según estudios antropológicos, la gente de la región budista de Bután [entre China-India] es la más feliz a más de 3000 metros de altitud ¿y por qué de acuerdo con numerosas investigaciones los monos y otros mamíferos sociales poseen algunas conductas semejantes a las nuestras? 

Habríamos de falsar, uno por uno, dichos hallazgos de semejanza entre monos, otros mamíferos y los seres humanos por entero, lo cual es absurdo, en tanto que los casos de comprobación a cargo de incontables biólogos, etólogos y primatólogos resultan tremendamente complicados de refutar—una excepción o particularidad  localizada no suprimiría la regla, puesto que cabe ser un tipo e individuo aparte, pero no la anulación de un conjunto amplísimo —. Si excluimos los estudios al respecto en su totalidad como sesgados, engañosas interpretaciones, manipulados-trucados los datos y resultados, luego con mala fe en los múltiples investigadores. 

En tales circunstancias, producto de un escepticismo hartamente fuerte [incredulidad] injustificado y acrítico, incurrimos peligrosamente en las denominadas "teorías de la conspiración", y de ahí al terraplanismo no se recorre ninguna distancia—los terraplanistas siguen negando la redondez de la tierra, aún cuando hay más fuentes, formulaciones-cálculos y experimentos en cuanto a su forma esférica reproducibles en otros entornos y contextos—para empezar Australia es real—, que presentan mayores razones para creer en ella que para aseverar su planicie. 

Si nos atenemos al principio lógico del tercero excluido, una de las dos—redonda o no redonda—debe ser verdad  (A V -| A) A o no A. No es posible una tercera opción. Hay más pruebas a favor de la redondez [achatada por los polos] de la tierra. Ídem con la similitud entre otros mamíferos y los seres humanos. 

¿también se trata de un enfoque colonial e instrumental que buscamos la compañía de los demás por instinto y para conseguir ventajas que eviten nuestra extinción? Continuará [...] 


J.B.B

 Los hechos no están divorciados de los valores, cuando yo emito alto repecto de un acontecimiento estoy motivado a interesarme o no y a concebirlo desde un ángulo o interpretaciones, pero aquellos aunque condicionantes de ser entendidos de una manera u otra, no producen todos los hechos. 

Hay hechos verdaderos o falsos con independencia del punto de vista de una persona. El agua moja, pese a que yo me resista con todas mis fuerzas a afirmarlo y lo mismo cabe decir del fuego. Probemos con otro elemento: El fuego quema y aún cuando el dolor o sensación emerja de mi sistema nervioso, es un hecho comprobable en todos los casos—ambientes— que a todos los seres vivos les quema-afecta el fuego, ni que decir tiene los vegetales. 

La definición lógico-empírica de verdadero se vuelve necesaria en determinadas situaciones para manejarse en el quehacer cotidiano.  Negar lo anterior es aceptar absurdos confusos—no saber que algo es y que no es—verse impedidos para enunciar ningún juicio sobre nada del mundo y referirse a un objeto-sujeto, fenómeno como tal. Antes de probársenos lo contrario con fundamento y fuentes serias, tenemos razones adecuadas para creer en que es verdadero. 

Por ejemplo: Es un hecho verdadero que tú eres tú y que estás comiendo pan en una cafetería ahora mismo y no que eres un perro que se está duchando [no dudaríamos que al escuchar aseverar a la otra persona que es un perro que está tomando una ducha está bajo los efectos de alguna sustancia alucinatoria. 

Yo mismo podría estar drogado-colocado y pensar que lo falso es lo verdadero y que en realidad desconozca que los perros se duchan en las cafeterías, mas entonces todas las personas habríamos perdido el juicio y no habríamos elaborado nada coherente o con utilidad en lo tocante a que sigue un proceso de inteligibilidad, herramientas que permiten la edificación de viviendas, instrumentos técnicos que ofrecen unos resultados donde no hay correspondencia con estructuras ilógicas, de lo contrario los aparatos tecnológicos y otros resultarían inservibles. 


La cordura es una demanda de la razón frente disparates como un cepillo de dientes para los pies, un secador para la garganta, libros sin ningún contenido escrito y que estuvieran adheridos al techo de las casas, sillas-sillones para estar de pie, hornos que desintegran la comida, aspiradores que llenan de polvo la casa, etc. Ni siquiera estarían en disposición de llevar el nombre para la función que cumplen. Ignoraríamos el cepillo y su acto cepillar, nada guardaría conexión con nada y de un punto no se llegaría a siguiente, ni lo manual se asociaría con las manos, sino con los pies o la cabeza. Toda lógica elemental de distinción inteligible de existencia del mundo entre verdadero y falso se va a la porra en estos supuestos del disparate. 


Siguiendo este hilo previo de negación de lo verdadero como lo que es y no puede no ser, no demoramos en pronunciar frases similares a que si los sujetos se arrojan desde el balcón, volarán o levitarán como Superman, porque la gravedad como concepto lingüístico es un constructo de Newton y la modernidad científico-filosófica de la revolución científica. 

¿dónde se dejaron que las fuerzas físicas terrestres ejercen un influjo de atracción—magnetismo— sobre todos los cuerpos, además mediante leyes formuladas al respecto? ¿que podrían demostrarse aquellas como falsas o falibles? 

Difícilmente en la tierra, si atendemos a su evidencia o funcionamiento en sí en este lado-dimensión del universo por lo menos, invalidarlas. De anularse en otras regiones  del cosmos tampoco se invalidan en el nuestro, por lo que esos principios siguen teniendo necesidad y sobre todo sentido para la humanidad. 


J.B.B

viernes, 8 de enero de 2021

LA SIMPATÍA [EMPATÍA] RACIONAL EN BARUCH SPINOZA. DE LA ONTOLOGÍA-EPISTEMOLOGÍA [EL SER-CONOCIMIENTO] A LA ÉTICA DE LOS AFECTOS: LA ALEGRÍA Y LAS NOCIONES COMUNES MATEMÁTICAS

LA SIMPATÍA [EMPATÍA] RACIONAL EN BARUCH SPINOZA. DE LA ONTOLOGÍA-EPISTEMOLOGÍA [EL SER-CONOCIMIENTO] A LA ÉTICA DE LOS AFECTOS: LA ALEGRÍA Y LAS NOCIONES COMUNES MATEMÁTICAS: 


Baruch Spinoza en su "Ética demostrada según el orden geométrico" deja resuelto, en el primer capítulo de la misma dedicado al tema de Dios, que únicamente cabe hablar de una substancia infinita que se autodetermina a sí misma y posee infinitos atributos. Al mismo tiempo, indica que no puede haber dos substancias con distintos atributos, por lo que es absurdo aludir a más de una en el sentido cartesiano de la res extensa—cosa física aislada de la res cogitans—cosa pensante o alma-.


El filósofo de origen judío [marrano-judío converso] neerlandés argumenta que la substancia infinita es lo que llamamos Dios, empero, se trata de una divinidad no humanizada ni integrada en las religiones. No hablamos de un Dios judeocristiano, sino equiparable completamente a la Naturaleza [Deus sive Naturaleza]. Spinoza está haciendo referencia al modelo mecanicista de la naturaleza iniciado con Descartes, la causalidad matemática dominante en el universo. Además, la Ética está confeccionada de acuerdo con el sistema de Euclides, con proposiciones, axiomas y demostraciones, enlazadas unas con otras, para ir probando aquello que se argumenta, imitando a los teoremas matemáticos.


LA PERSPECTIVA CIENTÍFICA Y MATERIALISTA DE SPINOZA


Hay que situar a Spinoza en el mismo contexto socio-histórico que Galileo Galilei-el universo está escrito en lenguaje matemático” y la revolución científica precursora de la Ilustración. De hecho, el pensador judío ocupaba la profesión de óptico, fabricante de lentes microscópicas y telescópicas [realidad aumentada y disminuida de los cuerpos], por lo que sus miras se encaminan hacia una definición no mística ni religiosa de la forma y conocimiento de la realidad objetiva.


En este punto hay que atender a la noción de inmanencia, vital en toda la filosofía de Spinoza. Esto se sintetiza en que todo lo que sucede no traspasa el plano de la substancia material, si bien acudimos a una noción de materia no delimitada por lo físico estructural, sino que opera en clave abierta y compleja—hipotética intuición de Spinoza a tenor de las contemporáneas materia y energía oscuras que componen el universo y no resultan capturadas-recogidas por la retina—amplificada a todos los estratos u ordenes de la vida humana, la ética, política y epistemología- y los demás seres vivos como partes integrantes de aquella. De la mentada substancia se capta su inteligibilidad o señales de su existencia. A estas señales comunicantes de su expresión se los denomina atributos y la substancia cuenta con un número infinito de los mismos. Sin embargo, los seres humanos solamente perciben-reciben limitadamente-finitamente dos de ellos, la extensión física y el pensamiento. De ahí que mente-cuerpo estén interconectados en bucle [ideas-afectos-], en tanto que son los canales de la substancia total.


La substancia autodeterminada es natura naturans y los modos de aquella, las especies del planeta seríamos la natura naturata, formas cambiantes de la substancia. Ahora se entiende por qué conforme nos autoconservamos de la mejor manera, centrados en la vida y no en la muerte-ad usum vitae-, la mayor utilidad para la vida, lo que nos mueve y aceptación de la muerte con actitud estoica, serena sabiéndose limitados por causas externas-enfermedades y la muerte-, pero no inhibidos ni angustiados por ello para vivir. Mediante esta actitud estoica y vitalista-el ser para la vida-, avanzamos en la capacidad de obrar y entender mediante el entendimiento-razón el camino a la felicidad del individuo, a su conocimiento interno y su reflejo-espejo en la idea común de todas las cosas singulares en Dios o la Naturaleza como su esencia [tercer género de conocimiento o de ciencia de la intuición] 


A mayor perfección del individuo, progreso en su potencia o capacidad para la acción de autoconservarse, valiéndose de la razón-“que no pide nada contra la naturaleza”-tendrá lugar un mayor conocimiento de la realidad material inmanente. Mediante este avance uno se sabe libre autogestionándose sabiamente. Esto se traduce en ser la causa de su alegría con su obrar prudente, respetuoso-equilibrado consigo mismo, en armonía con la naturaleza y amistoso. Consiste nada menos que en un manual útil para la vida [ad usum vitae], un rescate de la filosofía práctica de Aristóteles, y la comprensión de las verdaderas causas por las que somos afectados.


LAS NOCIONES COMUNES Y LAS NEURONAS ESPEJO ACTUALES


Gracias al paso de un género de potencia al siguiente, las partes, componentes del todo [la substancia infinita, Dios]obtenemos una idea adecuada de ella, pues contienen la esencia infinita de la substancia. Esto acontece, por ilustrar un caso principal, con la palabra hombre. Fruto de la razón, al modo de unas conclusiones lógicas donde resultan conocidas sus premisas, se perciben las nociones comunes de los seres humanos en un sentido semejante al matemático, dado que todos los modos humanos contienen la esencia de la idea de Dios o la Naturaleza, y por lo tanto sus mismos atributos de la mente-cuerpo [pensamiento y extensión]. 


Es decir, que producto de la ordenación de las cosas por las que somos afectados, advertimos que compartimos con otros modos humanos una misma mente y una extensión física con sus correspondientes afectos. Esto ya quedó explicado en la descripción previa de los conceptos principales de la filosofía de Spinoza.


Arrancando en la imaginación de ideas confusas y mutiladas, se evoluciona hacia el segundo género de potencia, los conceptos abstractos de la razón y el siguiente, la intución científica, gracias a un concepto clave heredado de los filósofos estoicos, el conatus. Este se define en la proposición VI de la tercera parte, y está referido al deseo de toda cosa por autoconservarse, y tomar a la Naturaleza bajo la tutela de la razón como orientadora de moderada virtud y diferenciarla del vicio. Spinoza menciona que “el deseo es la esencia del hombre” y que “estimamos algo como bueno porque lo deseamos”. En el segundo género de potencia o de conocimiento racional los hombres aperciben que el deseo les mueve a perseverar en el ser. Se percatan de que cuando concuerdan en todas las cosas es cuando logran objetivos más elevados para un número mayor de individuos, y a su vez con su obrar se hallan en equilibrio con su ser interno.


Tiene lugar una convergencia con Aristóteles en lo alusivo al yo-otro u otras mentes-cuerpos. El autoconocimiento o conocimiento de sí será-la causa de su alegría—paso a una perfección mayor— o su tristeza por ausencia de este [de auto-conocimiento]. El análisis de los propios afectos y sus desencadenantes es el encargado de abrir la conciencia para descubrir que del mismo modo que ellos quieren subsistir en esta vida de la mejor manera, lo más útil es comportarse virtuosamente con los demás seres humanos. El resto de modos humanos no dista en sus afectos, sino que padece cuando se le daña y nos descomponemos con ellos en los afectos tristes como el odio, venganza, envidia, etc. Por el contrario, les reporta un beneficio el ser activos y generar ideas alegres de los afectos del cuerpo con su obrar amistoso y recto.


De manera que el encuentro del individuo con otros individuos le está presente a la memoria y aquella los recuerda como partes integrantes de la esencia de Dios o la Naturaleza. Con base en esto se poseen, como se aclaró en el inicio, ideas adecuadas de los afectos del cuerpo tras esas interacciones con otras mentes-cuerpos, al converger los mismos con ideas adecuadas en la mente como esencia de Dios o la Naturaleza, y por ello decimos que lo que se conoce por la razón es eterno, en tanto que contiene la idea de Dios. Citando a Spinoza: “Es propio de la naturaleza de la razón considerar las cosas desde una perspectiva de eternidad”. Ética, II, Prop. XLIV. Así mismo, la mente está determinada a obrar por causas conectadas infinitamente como espejo de la naturaleza o Dios y en su correspondencia lógica, los hombres son espejos de otros hombres.


LA ALEGRÍA EN EL RECONOCIMIENTO AJENO


Dicho de otro modo, a través de la razón e impulsados por los afectos alegres-la alegría es el paso del hombre a una mayor perfección, -y por perfección él entiende lo mismo que realidad- los hombres operan como matemáticos que descubren sus componentes comunes, tal que si se comprendiese que la idea del triángulo expresa la esencia-naturaleza real- de la universalidad de todos los triángulos existentes, sean del tipo que sean. Atendiendo a esto, comprendemos porque al llegar a la razón se albergan ideas adecuadas-los conceptos abstractos del pensamiento universales del conocimiento y la virtud ética sinónima de potencia.


De este modo, aperciben los hombres que pertenecen a la misma categoría o concepto universal humano, apoyados en los fundamentos de la razón o nociones comunes. Las neuronas espejo operarían en esa identificación del otro como un yo, en la huella que la alegría que deja en su cerebro la interacción amistosa con otras personas y comportándose con ellos como lo hacen consigo mismos, con deber y prudencia-firmeza y fortaleza de ánimo. Por medio de la razón natural, los hombres concuerdan en todas las cosas y participan en el conatus o esfuerzo por perseverar conjuntamente en el ser, aumentado lo que les conduce a un estado más perfeccionado, la alegría, evitando lo que hiere a su naturaleza psíquica-corporal, los afectos tristes represores de la potencia de obrar. Por tanto, los conceptos del logos racional-acciones armonizan el pathos-pasiones- y lo regula en pro del mentado conatus.


Apoyados en este equilibrio psicosomático, comparable a la salud física-mental, que trae la alegría visualizada-diferenciada mediante la razón concordante con la Naturaleza, la compasión o conmiseración es rechazada por Spinoza, al no estar basada en la razón y tratarse de un padecimiento de la tristeza ajena. Los efectos de ella son, entre otros, que los individuos estén a merced de posibles riesgos futuros por ausencia de juicio [falta de phrónesis-deliberación correcta] y la persona a la que se preste ayuda quiera sacar provecho de nuestro bien hacer.]


CONCLUSIONES 


Como último punto, hemos alcanzado la conclusión lógica de la premisa de la simpatía spinozista. La simpatía deriva del amor y aquel de la alegría. La antipatía en cambio procede del odio y este surge de la tristeza. Sabemos entonces que la simpatía acontece por el conocimiento de los afectos reforzantes [idea adecuada] y el odio y antipatía a cuenta de la ignorancia de aquellos [idea mutilada o confusa]. Ha quedado a su vez reflejado el intelectualismo moral que mueve a toda la filosofía de Spinoza.


Nota: Ese paso de las pasiones a las acciones que nombra Spinoza es similar al de la doxa o imágenes de la opinión y episteme en Platón, el plano del conocimiento a cuenta de la razón universal en la que se reconocen los individuos. La opinión ligaría con lo empírico, ese cuerpo de imágenes mutiladas y confusas. A tenor de ellas se obvia la que es común a los seres humanos en sí, sus propiedades en sentido matemático. La virtud aristotélica de la episteme en juntura con la phrónesis- recordatorio de Aristóteles, la virtud que no debe olvidarse jamás-contiene los dos géneros de conocimiento o potencia restantes, la razón y la ciencia intuitiva- expuesta en "El Tratado sobre la Reforma del Entendimiento:" El conocimiento de la unión que tiene la mente con la naturaleza entera, el "amor intelectuallis" o amor a todas las cosas y seres singulares mediante el conocimiento:


“Tal es, pues, el fin a que tiendo: adquirir esa naturaleza superior y hacer cuanto pueda para que muchos la adquieran conmigo; pues también pertenece a mi felicidad esforzarme para que otros conozcan claramente lo que es claro para mí, de manera que su entendimiento y sus deseos concuerden plenamente con mi propio entendimiento y con mi propio deseo. Para llegar a este fin es necesario tener de la Naturaleza una comprensión que baste para adquirir esa naturaleza, y además constituir una sociedad tal como se requiere para que el mayor número posible llegue a ese fin tan fácil y seguramente como se pueda. Hay que dedicarse luego a la Filosofía moral y a la Ciencia de la educación; y como la salud no es un medio desdeñable para conseguir ese fin, sería necesario crear una Medicina perfecta; como, en fin, el arte vuelve fáciles muchas cosas difíciles, ahorra tiempo y aumenta las comodidades de la vida, no deberá ser descuidada la Mecánica”, pág 13. El fin de todos los fines humanos es conectar la mente con la naturaleza, ser conscientes de que todas las cosas pertenecen a la substancia infinita.


Por Jorge Beautell Bento

jueves, 7 de enero de 2021

El asalto al Capitolio de ayer: Los populismos y los sofistas.

A mi entender, los  populismos son efecto de la posmodernidad. Una caricatura y dibujo animado, borrón de lo que fue el ser humano alguna vez y transformarse en sujetos menores de edad que diría Kant, negándose a saber y apelando al sentir más descarnado con los colores más siniestros de aquel: el odio, envidia, revanchismo, antipatía. Este asalto al Capitolio es la muestra del regreso al medievo, a una era de ignorancia y superstición ilimitados. Obra como te nazca, no pienses antes de actuar y cuanto más estrambótico más impacto y seguidores recibirán. Es el retrato de la parodia, el ridículo en las diferentes dimensiones humanas. 

La sociedad del espectáculo, al circo, al entretenimiento sea cual fuere, tener divertido al pueblo y que olviden sus preocupaciones, centrando sus miras en lo ajeno, debido a la vacuidad de su persona. Desatienden la belleza del interior, la parte que reviste importancia y que reclamaba Sócrates, las inquietudes intelectuales  y en cambio ceden a la idolatría religiosa de la máscara, el disfraz, la vulgaridad. Trump junto con otros políticos es el espejo de la mediocridad de la sociedad contemporánea, la época en que el homo sapiens ha sido reemplazado por el homo videns. 

Asistimos a las corrupciones del cuerpo, lo aparecido en la pantalla, quedarse en la superficie de los discursos, la voz de los sofistas, los malos poetas, la seducción de hablar de matar y pintar de violencia el mundo con tono grandilocuente, vehemente y convincente—Reminiscencias de la imagen mítica de los nuevos mesías: Hitler, Mussolini, Lenin, Stalin en los coetáneos Trump, Nicolás Maduro, Putin y compañía en otras regiones del globo—Los relatos de promesas a manos de grandes héroes para la audiencia, pero que en realidad son los antagonistas faltos de virtud y vestidos de inocentes corderos.

martes, 5 de enero de 2021

 Urgimos de una ética fundamentada en la razón e impulsada por los afectos, aunque regulados por la razón, a fin de que los segundos en su desbocamiento  no traicionen a la primera. La primera ayuda a escoger lo más óptimo, mas si, como señalaba Aristóteles en su "Ética a Nicómaco", no se ha educado primero el carácter, la razón, imbuida de extremos estará desbalanceada y tomará por racional—virtuoso lo puramente vicioso-pasional, o dicho en otros términos, entenderá que es lo mismo ayudar a alguien que ponerle la zancadilla. Los deseos han de ser inteligentes y la inteligencia algo deseable, pero para ello deben trabajar armoniosamente y en equipo. Tal es a mi entender el error del "pathos instrumental" y la mal llamada "razón instrumental". Imágenes falsas y equivocadas, ideas inadecuadas de los afectos recordando a Spinoza, que por ausencia de introspección y de ejercicio y hábitos se consideraron —en la ignorancia de sus causas—adecuadas. Si quien conduce un vehículo no tiene precaución ni control, con altísima probabilidad tendrá accidentes.

lunes, 4 de enero de 2021

 La prudencia y moderación comprenden mi autolegislación. Si todos nos concibiéramos como moderados Césares en lugar de súbditos—menores de edad sin poder, habilidad de dirigencia y responsabilidad—nos iría muchísimo mejor. Todo gobierno se inicia con el autogobierno, y esto anterior no es otra cosa que el conocimiento y cuidado de sí y su réplica en el prójimo. Emperadores de una patria común. Como señalaban Platón y Aristóteles, "lo igual es amigo de lo igual". Tal cosa acontece con la virtud y el vicio. A lo anterior, el procurar la felicidad de uno mismo y la de los demás de acuerdo con su correspondencia virtuosa o de equilibrio, lo denomino sabiduría.

"Del indulto y necesidad de la lógica como base del entendimiento humano".

Aprender lógica no queda restringido a una enseñanza de reglas de la correcta construcción de enunciados contrafácticos o supuestos, diferenciando los verdaderos de los falsos. La formación en lógica trae consigo la conciencia de su uso en la vida, y su imprescindible utilidad como simplificador del lenguaje cotidiano. 

La lógica, mal que pese a algunos, está presente en cada uno de los pasos de nuestro día ordinario y se debe a que aquella es un lenguaje formalizado, empero, nuestro lenguaje natural es lógico en su estructura. Inclusive la amistosa conciliación y cortesía se apoyan en la lógica, en tanto que nuestro amigo no puede ser al mismo tiempo un enemigo, ni el que es amable ser simultáneamente descortés. A no es no A: 

El que nos vende el pan no quiere no vendernos el pan, es prácticamente imposible que con el coche no provoquemos accidentes si nos saltamos las señales de tráfico—contradicción—si le gritamos a otra persona generamos una consecuencia, y a menos que esta no se airee—acostumbra a ser por identidad similar a la emitida: A = A. Con base en esto, que admito no deja de constituir una petitio principio, una afirmación que pretendíamos demostrar desde el inicio, atendemos a que la lógica expresa la esencia de la necesidad referida a la estructura del lenguaje-mundo.  

La lógica supone el funcionamiento del hablar-pensar-hacer. Es decir, que la inteligibilidad de la traducción tiene su sede en las reglas de la lógica, de forma que un alemán se entiende con otro gracias a la gramática y la afectividad asignada a aquella en lo tocante a los significados. No obstante, la afectividad no determina que al pronunciar que tengo hambre, el otro consideré que ya he comido, ni que si hago saber de un tejado rojo se le represente en la mente una puerta verde [si fuera daltónica la persona el resto capta el rojo por lo que el adjetivo verde es falso. Un conjunto podría aseverar que al expresar la palabra verde aludimos al rojo, pero cuando tuvieran que aplicarlo a otro conjunto que sí ha validado que es rojo, se toparían con la contingencia de su creencia. Por reducción al absurdo tarde o temprano habría conjuntos que rebatirían o refutarían la creencia. Por supuesto que puedo mentir y afirmar que tengo hambre cuando no la tengo, mas eso no contraviene la lógica, porque mi cerebro hace saber a mi cuerpo que ha comido y si se ha empachado, no podría seguir engullendo a menos que albergue ganas de expulsar desagradablemente el alimento por vía oral. 

La afectividad queda referida a la válvula de entrada de acción y elección, intencionalidad o tono en que enunciamos una frase, junto con las creencias que podamos tener en signo de estar o no de acuerdo, bien porque no sintonizamos con unas ideas o valores y otros sí. No obstante, la emotividad tampoco suprime la forma lógica de la comunicación ni su verdad. Los deseos pueden variar, pero tienen su lógica para haber alterado el curso: Estaba apuntado en una actividad y no continuaré en ella porque ya no me motiva o llena. Desvié mis objetivos iniciales, porque otros que considero más óptimos, se interpusieron en el camino ¿no es lógica la variable de la motivación y el cambio de parecer? ¿es viable acusar a la incertidumbre de ausencia lógica? 

Otro ejemplo mundano: Por más que lo desee con todas mis fuerzas, si han anunciado en el parte meteorológico que estará diluviando todo el día y acudo a la playa, me empaparé y pillaré un resfriado. Luego acudir a bañarme ese día resultaría absurdo. 


"Del indulto y necesidad de la lógica como base del entendimiento humano". 


J.B.B