lunes, 8 de agosto de 2022

De la génesis de las personas profundas

 La profundidad es cómo la perla de una ostra. Generalmente es un tesoro hallarla. A la mayoría de personas la hondura les es extraña porque exige una elevación de los sentimientos para experimentar verdadera fascinación o asombro por lo oculto en todas las cosas, pues estoy casi convencido de que lo que se atribuye a las personas profundas es a observar, oír, olfatear y saborear lo que a los sentidos  se les escapa. Es un poder de la intuición. En efecto, se trata de una especie de inspiración que incita a hundirse en los agujeros negros de la existencia, allí donde la luz no logra atravesar nada y palpar la belleza de su misterio. Esto nos transporta al preguntar trascendente. 

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