jueves, 30 de noviembre de 2023

"El demonio dormido despierta en el arte"

En los instantes de llamamiento e inspiración artísticos con la visualización de una o varias ideas, experimentamos la sensación de que un espíritu nos posee y lleva a cabo el trabajo por nosotros/as. Sucede que una especie de demonio benigno se apodera de nuestra voluntad y nos proyecta en imágenes prefabricadas en la mente aquello que difícilmente desarrollaríamos y llegaríamos a producir en situaciones ajenas a este estado. 

Por tal razón, el autor/a de la obra consigue sacar de la noche del inconsciente durmiente un brillante día gracias a la disolución del yo controlador. Es como cuando intentamos resolver un puzzle. Al dejar de pensar y en su lugar concentrarnos, llegamos a la solución de manera casi automática, en comparación con darle vueltas y más vueltas a la clave. En el deslumbramiento de la creatividad tiene lugar el mismo fenómeno. 

Dicho demonio comprende el yo interior encadenado por la razón y el ego de la misma (la razón) que quiere ser liberado de las mencionadas cárceles y mostrar sus verdades, las palabras más subterráneas y por ende puras. De ahí que este nos aporte las alas necesarias para elevarnos hacia cuadros celestiales y a su vez descender a hermosos y coloridos paisajes infernales de cada quien, propios de fantásticos y etéreos sueños que acaban por plasmarse en la realidad palpable del material en que se registra. 

El filósofo René Descartes bautizó al ser que afirmaba le engañaba siempre como "genio maligno". Yo por mi parte considero a este que nos habla y dirige en la creación artística como "el demonio o genio creador de la guarda". Debido a esto señalado nos conocemos mucho mejor a través del arte, pues fruto del alejamiento del yo dominador, clasificador y juzgador respecto de lo que le rodea, sale a flote un tesoro hundido a grandes brazas de profundidad, nuestro velado ser.

¿Acaso cuando hemos acabado la pieza— como si regresásemos de un desmayo o incluso un amnésico sueño—no nos hemos extrañado más de una vez del contenido como si otra persona lo hubiera confeccionado? Esa es nuestra verdadera forma y voz detrás de la máscara. 


J.B.B 

30/11/023