lunes, 26 de septiembre de 2022

Del arte y la felicidad [el regreso a la infancia]

Los días vienen y van. Eso es cierto. Se disuelven como polvo. La monotonía los caracteriza. A mi parecer, gozamos del arte como refugio de la repetición. El arte se contrapone a lo reiterativo cotidiano, si bien en centenares de ocasiones se devalúa y las ideas se copian entre sí por escasez de imaginación. No obstante, el arte, cuando no decae en el plagio, ofrece una salvación del hastío vital. A diferencia de otros campos de conocimiento, el arte—e insisto: si nace con aire espontáneo y de las entrañas propias [ninguna se equipara a las demás], proporciona el antídoto del ingenio humano para alumbrar escenarios que nada más se presentan en los sueños ¿y acaso son estos últimos monótonos? 

El arte supone un retorno a la descubridora y aventurera infancia [donde nace la noción de la felicidad, o lo que nos configuramos como tal inocente, inconsciente y despreocupada sensación. Resulta irónico que en la etapa infantil el tiempo transcurre veloz o más acertadamente apenas se alberga noción de la división con el futuro, al no haber casi comparativa con lo que aún no ha llegado. En los primeros días de guardería y escuela, la salida del sol supone una promesa de variedad para nuestra percepción, aún sin asentarla por completo en los conceptos ordenadores de las múltiples imágenes captadas. 

Los conceptos, con sus prejuicios y pre-concepciones del mundo, son los responsables de esa impresión de "la vuelta a lo mismo" en la adultez. Por eso el arte trae consigo un escapismo de la uniformidad y atadura conceptual. No por causalidad la figura del niño es la del superhombre creador de Nietzsche. Aún cuando la época infantil no haya resultado plácida, los aciagos tragos de entonces se viven con renacidos ojos colmados de esperanza y un alegre resplandor. La corriente oriental del taoísmo emprende la búsqueda de retornar a la etapa de los flexibles bebés. El arte traza la misma senda, pero como salvo relampagueantes fragmentos no rememoramos instantes de gateo y gorjeos, aquel [el arte] acude al inicio de la memoria, hacia la fragua de la liberadora y original sonrisa natural del alma: la felicidad infantil. 

De la creatividad artística y la felicidad

Cuando uno/a realiza una actividad artística, sobremanera la música, mientras tiene lugar esta no puede negar que siente lo que imagina debe ser la inmortalidad. 

El arte posee la capacidad única cuanto más se acerca a los sentidos no visuales o de imágenes—lo visual no ejerce el mismo impacto emocional o focalización ni de lejos que una producción sonora-auditiva-en mi opinión, de rozar el vértigo de la eternidad. 

Es decir, apartarse de este plano, casi como atravesar la dimensión conocida y habitar un ámbito salpicado de felicidad máxima. La creatividad artística se ubica cerca de cualquier edén perdido, dulce inconsciencia que hayamos podido saborear en algún pasaje de nuestro curso vital. 

viernes, 23 de septiembre de 2022

De la dialéctica y la ambigüedad

 La salud también puede contener enfermedad y esta ser saludable ¿por qué? A título personal considero que la ambigüedad rodea a todas las cosas. Como una excelente amiga me expresó hace poco, en lo profundo se palpa lo ambiguo. Del otro lado, lo superficial está habituado a la bifurcación. Lo superficial es un decapitador nato de conceptos opuestos. Lo vemos a diario cuando alguien grita las prejuiciosas fronteras entre lo positivo-negativo, placer-dolor, bueno- malo, libertad-autoridad, amor-muerte, mente-cuerpo, alegría-tristeza, amor-odio, etc. Ah, pero la dialéctica revela que los conceptos, si bien luchan entre ellos, integran cada uno lo que el otro niega en su apariencia ser. 

De la soledad y la sabiduría

Cuanto mayores son las fuerzas que demandan las luces de la compañía, más luminoso es el estado real de la soledad. En cambio, la suma de fuerzas negativas, relativas a no urgir de la compañía salvo en  ciertos puntos, oscurece hasta desaparecer en la sombras el miedo hacia uno mismo. 

Desde mi punto de vista, y consciente de que estoy a años luz de ello, la sabiduría está más próxima a la contemplación del sujeto hacia su interior. Ya Schopenhauer lo señalaba: la felicidad se halla dentro de cada uno, en su persona. Tal vez la sabiduría comprenda esa meditación serena, de no sufrimiento en la eternidad de la mente ¿pero cuánto tiempo hace falta para perdonarse-aceptarse sinceramente uno/una?

De la literatura

El encanto de la literatura está en que supera a quien la compone y lee. Esta dice más que lo que el autor busca exponer. El texto interpreta al intérprete por encima de todo. El texto se erige sobre las circunstancias, pero las sobrevive. Eso a mi entender es lo que le dota de ese sublime carácter atemporal. Las palabras constan de un sentido dado por el ser humano en su existencia, pero trascienden el paso de la historia. Mientras una persona hojee una obra literaria, su contenido se reinterpreta a sí mismo constantemente como pensaba el filósofo Gadamer-"nunca leemos un libro de la misma manera". La interpretación muta, mas siempre persiste el querer ir más allá de lo dicho entonces. 



Otro miniconsejo para escribir

He aquí otro consejo para escribir. No darle vueltas a lo que caerá literariamente. Dejar fluir es la clave. Si hay bloqueo mejor no hacerlo ese día, pero si sentís esa ráfaga luminosa que se expande como el universo no lo dudéis y plasmad lo que necesitéis expresar. Es una sensación maravillosa cuando regamos el campo y al fin brotan las plantas y flores como los coloridos tulipanes holandeses que parecen franjas del propio arcoíris. Se extienden hasta más allá de donde alcanza la vista. Lo mismo pasa con la creatividad. Si tiene hambre y otras necesidades, hay que suplirlas como si de nuestros hijos/as se tratase. Es cruel que el globo esté preparado para inflarse y volar, y lo dejemos olvidado.

De la alegría y el amor como una experiencia estética

La alegría es una estrella fugaz y por eso cuando aparece pedimos deseos de obviar todo lo que no sea ella. Anhelamos habitar en esa estrella por un dilatadísimo intervalo espacio-temporal. Es curioso que tal fenómeno acontece en el arte, pero con la diferencia de que en aquel no captamos el espacio-tiempo y no hay un interés de posesión, de ganar más arropamiento. El arte como ya anunció Kant es desinteresado. La indiferencia es necesaria para desapegarnos. Amar supone un querer vencer si no dejamos el interés a un lado y nos derrota, sufrimos. Al amar hay que aparcar el interés de esa brevedad señalada en la alegría ajena al arte y comportarnos como si viviésemos una experiencia estética. 

Del buen ánimo y la entropía-lucha contra la pérdida de calor externo o desorden del sistema.

El buen ánimo es algo raro en estos tiempos. Por eso se disfruta tanto cuando nos envuelve, como una esperanzadora lluvia durante una época de larga sequía. Solo cabe aprovechar su estancia. Ambos, clima y humores se correlacionan. De manera que lo imprevisible-caótico que caracteriza al clima se aplica a nuestro estado anímico. 

En mi caso particular, mi energía se ve impulsada por el descenso de la temperatura. A mayor caída del termómetro, siempre que no sea extremo claro, más motivación. Ya he hablado de esto previamente, aunque claro, es subjetivo. En lo referente a mí persona, el frío supone encender mi hoguera en todos los sentidos. Entropía-evito la pérdida de calor con actividad. 

jueves, 22 de septiembre de 2022

Consejos para escribir

 A mí parecer— por supuesto—una de las recetas para escribir es que te debe dar igual lo que piensen los demás acerca de lo que cuentes. Eso significa que debes sopesar que narrar. La cosa está en que muchas veces se cuelan confidencias no medidas entre los textos. Es irremediable-inevitable. De modo que si te vas a desnudar no debes poner límite. En el caso inverso no escribas. Pero si escribes, lo que te has propuesto no relatar sale, o bien intenta hallar un conducto para manifestarse. La escritura es, según mi criterio, la savia del corazón y claro que aquel puede ansiar permanecer opaco, pero tarde o temprano aflora lo enterrado hondamente. Siempre lo hace según mi experiencia. 

miércoles, 21 de septiembre de 2022

De la mente pétrea

El corazón es siempre de cristal. Es la mente la que torna las emociones y sentimientos duros, violentos e impenetrables como afiladas rocas. 

martes, 20 de septiembre de 2022

De la sociedad actual

 Hoy en día nos sentimos orgullosos de vivir en una sociedad de la "bella bellum omnium contra omnes"- la bella guerra de todos contra todos. Nótese la río-de nia. No me río de nada. La sensación es pena.

Del arte y la moralidad como sufrimiento.

Escribir es siempre un dulce olvido...El arte groso modo se sostiene en la ausencia. Ya lo señaló Nietzsche, el dolor recae en la nemotecnia, la memoria ¿y no es irónico que la moralidad emerja de la conciencia? El arte huye de la conciencia y la moral surge generalmente de la estética, pero recordemos que la estética se opone a la moral en tanto que busca alejarse de la sensación de estar ahí, mientras que la moral reposa en el estar ahí y asumir que se está. Juzgamos el mundo estéticamente primero y a partir de allí, de la ausencia construimos la conciencia en todos sus órdenes, aunque con dolor. La moralidad es sufrimiento al final, y lo es más el saber que aquella es insuficiente. 

lunes, 19 de septiembre de 2022

Del mito de la tecnología

En el fondo todos sabemos que la tecnología no ha contribuido a la mejora de nuestras vidas. Al contrario. Ha aumentado el aislamiento y el egoísmo-narcisismo, junto con el sedentarismo. Es irónico que estamos más conectados que nunca y sin embargo nos sentimos tan apartados...

somos islas a las que les llega de vez en cuando un eco, una voz procedente de otra. De repente, se corta la comunicación y quien sabe cuando se retomará. El amor sin ir más lejos está más cosificado que nunca. Ha perdido cualquier valor mas allá de su reducto fisiológico o vínculo con el placer sexual. Luce un imperativo que todo encuentro romántico debe acabar en la cama, como una app del dispositivo: Fuck and Love. 

De la actividad del pesar

Quiten de la palabra "pensar" la letra r, y el resultado será  lo que la gente entiende por pensar actualmente, o quizá fue así desde siempre y por eso nos va cómo nos va por mucha tecnología a la mano. Monos manejando máquinas ideadas por otros monos con una preparación y especialización algo mayor—y estoy insultado a los monos, pues seguramente muchos primates emplean más recursos del intelecto que los supuestos "homo sapiens"—. Normal que nos llamemos sapiens, pues alternando el orden de las palabras se leería "piensas". Sin embargo, la gran parte de las personas obra de forma desordenada con la actividad de pensar, justo como su categoría.  


domingo, 18 de septiembre de 2022

De la ambigüedad de la esencia del mundo

El optimismo nace como concepto con el filósofo Leibniz acerca de que Dios ha creado necesariamente el mejor de los mundos posibles. Sin embargo, todos sabemos que este mundo está lejos de ser maravilloso, por lo que es más conveniente un término a caballo entre lo excelso y lo horrible. El resultado es el mundo obtenido en su neutralidad, que es la realidad ambigua de todas las cosas existentes. De manera que es absurdo declararnos pesimistas u optimistas, en tanto que el mundo se comporta cuánticamente, en relación con las experiencias-vivencias de las personas. En otras palabras, Dios puede existir, pero no interviene en los asuntos humanos. La esencia del mundo es la que uno interpreta. 

viernes, 16 de septiembre de 2022

De la noción de la perfección

La noción de lo perfecto es una imperfección en sí misma ¿por qué si no se habría hecho de lo perfecto algo imperfectamente imposible de alcance? Lo perfecto comprende un ideal, una utopía. Y como es sabido "los sueños crean pesadillas". Es igual de sádico que a una persona hambrienta mostrársele un suculento festín en la distancia, y cuánto más se aproxima esta hacia el banquete, más se aleja el último. Nunca se ha de tomar la perfección más que como imagen de superación-mejora de uno, junto con apercibir que la imperfección resulta hermosa por su autenticidad. La verdad luce bella debido a su sincera imperfección. En cambio, las mentiras afirman ser la utopía hecha carne. 

Aparte, la imperfección es la causa de que queramos vivir. De abrazar la perfección la vida carecería de todo valor para nosotros. Desaparecieran los retos, desafíos, motivaciones, movimientos, cambios, etc. La existencia sería completamente sosa y la muerte la próxima parada, pues todo lo que no cambia-muta es equivalente a su no existencia. El sabor de la vida reposa en la humana imperfección que nos proyecta hacia un mañana incierto, pero con un sentido [establecido por nosotros] para continuar luchando y no perecer en el todo-nada del despropósito final.  


 


domingo, 11 de septiembre de 2022

Del tiempo y la infelicidad

 El tiempo siempre es motivo de angustia. La felicidad, por lo menos para mí, supone la ausencia de la conciencia del tiempo. De ahí que la entienda como un estado de indiferencia. Ya lo nombraba Nietzsche en su "Genealogía de la moral", el olvido es la felicidad. Sintiéndonos indiferentes al existir hallamos paz. Por eso las drogas no producen felicidad, sino un placer engañoso, de caída horrible de nuevo en la realidad, como una resaca terrible o síndrome de abstinencia. En cambio, de ese estado de impasibilidad no se tiene apego. Y albergo pocas dudas de que dicho estado lo localizamos cuando estamos inmersos en una actividad artística. Sí, para mí la felicidad supone una mirada estética como ya he puesto de manifiesto en anteriores textos. 

Poco a poco, a partir de las tesis de Kant y Schopenhauer con aires claramente orientales los del segundo, he ido configurando mi idea de felicidad, a la que equiparo a un sentimiento y no un concepto. Los conceptos abruman, remiten al objeto en sentido lógico, de posesión y utilidad, mientras que el sentimiento nihilizado mediante el goce desinteresado estético sume en calma y un irse de, apartarse de la vida, una muerte sin temor a morir. Hasta en el amor cuando se ama a otra persona se sienten caminar ambos por un prado etéreo, apartado del ruido de la existencia, tal que si ambos tocasen una sinfonía o compusieran un lienzo o poema y bailasen una danza en las estrellas.  

La conciencia se ve liberada al fin de los confines de la duración, del fin o desenlace. Mientras acontece no hay fronteras, como el universo vasto que tiene un principio, y según los físicos es infinito en tanto que se está expandiendo. Con el arte ocurre algo similar. Se dilata en el instante atemporal estético el tejido y las horas lucen minutos. Y todo es tan simple y complejo cómo adoptar una dimensión desinteresada que permita ese acceso a la eternidad del goce estético en todos los sentidos, a la felicidad. 

Aparte, queda pendiente otro asunto que debo ir puliendo, el del por que el arte contiene esa Purificación o catarsis ya referida por el filósofo Aristóteles en su “Poética". En principio, porque los sucesos le ocurren a otra persona. Hay una salida del yo que rebaja la frustración al escuchar problemas y preocupaciones ajenas y es sabido que la alegría ajena es contagiosa, por lo que si estuviéramos cabizbajos o decaídos la entrada en una obra artística anima. Todo esto nos obliga a un perderse que exige además madurez—la inmadurez jamás comprenderá los excesos del ego y siempre los tomará como símbolo o señal de bienaventuranza y salvación. La desmesura es propia de los días juveniles—pero no entenderlo como un mero chute, una pura dosis de dopamina, ni tampoco la anulación bioquímica, que dejemos de sentir sensaciones y seamos como piedras en el suelo. No ¿qué fin en sí mismo sería la felicidad entonces? La felicidad es un estar sin estar, pero sabiendo que se está y no anhelando alimentar o nutrir más la sensación. Desde que esto pase, aparece el placer embriagado de sí mismo. 

Claro que existe otro obstáculo al tema que me ocupa y que ni puede ser ignorado, el del lenguaje, alusivo a la palabra y el significado atribuido en una época y lugar frente otra ¿es la felicidad una palabra nada más? ¿se trata de una mera señal corporal que interpretamos como un bienestar inmenso? ¿se trata de una ilusión propia de mente que busca una utopía o paraíso perdido ¿y que tiene el arte que calma la sed? ¿como la entienden otras culturas la felicidad? ¿ Todas estas cuestiones debe ser atendidas en el próximo capítulo. 

Todo este blog está escrito por Jorge Beautell Bento y así queda registrado en el presente día. 

sábado, 10 de septiembre de 2022

De los complejos sentimientos

En contra de lo que se comúnmente se cree, los sentimientos no son más simples que los pensamientos. De ser así la gente se entendería mejor a sí misma, lo que pasa por desvelar los sentimientos que dan cabida a los pensamientos y tal cosa no suele caracterizarnos a los seres humanos. Tememos a los sentimientos porque suponen una prehistoria que no queremos recordar-rememorar. El pensamiento muchas veces obra como el cemento que tapa todo lo que gritaba a viva voz previamente. El pensamiento es experto en ocultar los materiales de la construcción. 

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Minipoema relato

La ballena no estaba avergonzada por derramar lágrimas en el mar. De tal manera disimulaba su congoja. Los mares están fabricados con la misma composición que las brillantes perlas recogidas en cánticos de goce y dolor. Ella se preguntaba si serían los mares el resultado de los llantos de otros seres como ella, o se trata de la voz de la naturaleza que se retuerce de angustia y en otras ocasiones se carcajea hasta anegar las tierras de maná líquido bañado en sal. El cetáceo ya ha escuchado tronar a los cielos anteriormente. Sí, el cielo es plañidero. No duda en verter fluidos de sus ojos nubosos. El mar debe de ser otro canto, pero a la inversa del celaje, naciente de las entrañas de la tierra en dirección a la superficie.  

La vida y el mar

La vida, en mi caso, la asemejo a un viaje por un mar del que nunca se sabe su estado al llegar a un puerto y salir hacia otro. El mar para mí es la mejor metáfora de la vida. Episodios de indiferente quietud propia de la felicidad, tonalidades de un romance ante un rojizo amanecer-atardecer y la furia de las plumas marinas batiéndose en medio de una tempestad. Todos estos lienzos retratan muy bien las vivencias humanas. El mar, la vida, fluyendo siempre hacia que ignoto destino. Un viaje donde mareamos. El estómago está condicionado por los sucesos que todavía no han acaecido. El estómago es indicador de los movimientos internos vitales y en su interior otros mares se mecen y violentan.

Del lenguaje como color de los fenómenos.

Los pensamientos sin palabras son como los granos de arena en el vasto desierto, o bien gránulos de finísima y escurridiza nieve de las elevadas cumbres. El lenguaje es un fluido por el que discurren el resto de elementos. El lenguaje es el color con el que advertimos el mundo, mientras que el pensamiento es la luz. No obstante, la segunda sin el primero no es más que un destello cegador y tremendamente triste. Hasta en lo inefable, lo que cuesta expresar se intuye un gran hilo de palabras superadas por el sentimiento. Lo sublime nos deja mudos, pero no deja de revelar que precisamos del lenguaje para definir-catalogar algo como sublime, bello, siniestro, etc. 

domingo, 4 de septiembre de 2022

Experimento de escritura rápida

Escribir de forma absurda es divertido. Es una forma de desinhibición. Pruébenlo. Suelten en el papel lo que se les pase por la danza aunque no tenga ninguna cabeza. Camino por el techo queriendo llegar al tejado,pero estoy en el sótano siempre. Él sótano son los sueños que se mantienen siempre en el bajo vientre y no se logran defecar. Asco. Los sueños pueden oler mal también ¿por qué ese afán en que el perfume desprendido encandile? El aroma avainillado empalaga y provoca náuseas. Salga de la tienda. Huya de ahí hacia las charcas de ranas y salte sin miedo. El pelícano se va a zampar la trucha, pero es vegetariano. Debo comprar verduras. Me acabo de acordar ¿ven? La incoherencia vale. 

De escribir como un flash de la cámara

Si algo he aprendido de escribir, es que para hacerlo bien no se ha de pensar bien que poner sobre el papel. Las mejores frases y textos surgen de la espontaneidad, de la ráfaga. Los sentimientos son el medio que mejor expone el hilo literario. Los pensamientos se atascan como en una autopista a primeras horas de la mañana en la operación retorno después de las vacaciones de verano. Si alguien desea escribir, que deje fluir el rugido. No recapacite. No lo medite. Soul, flow, flu. Gripe, enfermo. Haga enfermar a las letras. La salud no es buena receta pera escribir. El delirio es una absenta ¿sabe? Inspira, intoxica. En una noche oscura cuando la muerte se percibe, flota la verdad en los miedos. 

Del hedonista

Para mí el hedonista [aquel/ella que considera el placer como símbolo del mayor de los bienes existentes] es un bebedor abstemio [que no consume alcohol], mas no deja de ser un beodo necesitado de su dosis resucitadora, y que como ocurre con toda sustancia destructiva, esta se presenta primeramente al ojo como un remedio milagroso. Otra promesa falsa de besar el Edén perdido en esta vida. 

sábado, 3 de septiembre de 2022

De la felicidad y el arte

Me he fijado que la felicidad no dista de un chute de anestesia. Un estado atemporal. Mire un cuadro u oiga una pieza de música. Así es, Félix = Arte. Por eso el famoso gato estaba dibujado y recibía ese nombre. Él estaba absorto en su realidad no tangible, alejada de este plano doloroso. 

Lo cierto es que nunca entendí por qué hay personajes de ficción  tristes. Bueno, sí, porque les obligan a recrear nuestra realidad. "El mundo de la imaginación es mucho mejor que el real" clamaba el filósofo F. Nietzsche con gran razón y acierto ¿y no dejó escrito este mismo pensador que hagamos de nuestra vida una obra de arte? La vida debe lucirse desligada de posesión y simple deseo de disfrute, de una expectativa de fuente placentera como Edén terrenal. Hay que crear y evadirse para ser feliz. Esa por lo menos es mi impresión, pues no he encontrado otra vía que no desemboque en una borrachera de placer con dura resaca mañanera el día venidero. 

La felicidad se asemeja siempre a un estado de contemplación estética. Una indiferencia u olvido de la voluntad. Por este motivo se contrapone al placer. En la felicidad hay una evasión de la existencia y salimos del espacio-tiempo. Este último no existe, como cuando admiramos una pintura y nos perdemos en ella. No atendemos a cuánto durará y las preocupaciones, sean las que sean, desaparecen. 


El placer se prolonga poco y es interesado. Pide más y más. Véanse las adicciones si no. La felicidad es sin fecha, y por eso es felicidad. Uno está con alguien amado y son felices ambos, como el impasible universo frente a los fenómenos que acaecen en él. El placer temporal ligado a la utilidad, a un fin, al deseo. Por eso alimenta el dolor que le sigue una vez ya acabado su relampagueante acontecer.