viernes, 6 de diciembre de 2013

Desde Aristóteles y Spinoza: Un posible camino a la felicidad personal y comunitaria, de todo el planeta tierra

Casi todo el mundo huye de algo, a veces incluso intentamos huir de nosotr@s mism@s. Pero resulta imposible escapar de lo que somos, quienes somos, nuestra naturaleza. Entonces solo queda mirar hacia dentro, la autorreflexion, adentrarse en un@, e intentar mejorar aquello que queramos o necesitemos cambiar todo lo máximo que se pueda. Esto es con la mayor potencia positiva ejercida sobre los actos que realicemos, sumando potencias al cooperar con l@s demás, unid@s un@s con otr@s y las demás especies, colaborando por el bien común, generando emociones de alegría como amor, amistad, afectos, solidaridad, empatía... Además, desde este aspecto intrasubjetivo (dentro de los sujetos) conectamos el intersubjetivo (entre los sujetos), el social, de las normas y valores, y por supuesto el mundo objetivo natural, el mundo de leyes científicas que nos rodea y del que somos parte. Partimos de que somos en esencia algo natural, con una potencia, y desde ahí buscamos el aumento de esas capacidades, adquiriendo virtudes éticas y buenos hábitos en la comunidad o ciudad. Siendo básico que ésta transmita tales virtudes a l@s ciudadan@s, con gobierno de tod@s y para tod@s, participativo, con pedagogía, ligados al bien de los demás y el propio. Si se resuelve este asunto, mediante este aprendizaje por parte de los padres y madres, vecin@s, maestr@s, cualquier miembro educa gracias a la participación en la vida de la ciudad con actividades como la política, debates, voz crítica... Alejando a l@s niñ@s de malos vicios, malos sentimientos proporcionando entre toda la ciudad acciones que conlleven ayuda, atención, respeto, tolerancia, ejemplos para l@s pequeñ@s. Así, logramos en l@s adult@s el modo de buscar los medios para darle la mayor potencia a esa naturaleza que nos conforma, posibilitando elegir lo que es más correcto o lo que más se acerca al objetivo de realizarnos, actuando con la razón, razonamiento y buen juicio, gracias a la educación del carácter previa, bajo un término medio, pero con amor y afectos, llamadas de atención si se obra mal. Todo esto para llevar nuestros deseos e impulsos a un término medio y justo, los cuales hagan que nuestras acciones no sean excesivas, sino en equilibrio, bajo una reflexión bien meditada, tomandonos los sujetos como objeto para hacer justicia . Este conjunto de aspectos nos permitirá conocernos un poco mejor al ahondar en nuestra forma de elegir, darse cada ciudadan@, cualquier persona, razones para actuar bien, preguntarse que nos lleva a determinada conducta, etc. De este modo, es probable que seamos más felices, estaremos bien con nosotr@s, nos sentiremos a gusto al actuar en consecuencia con nuestras pasiones positivas, las cuales generan un buen estado personal, con buena salud cerebral, felicidad en las personas. Las negativas por el contrario nos sumen en la tristeza, la soledad, el odio y la venganza, restando potencias, provocando los conocidos egoísmos, alejados de la importancia del grupo, pues somos animales sociales, somos dependientes, nos necesitamos para sobrevivir, en vistas de construir desde un presente, un prospero futuro para el planeta y todos los seres vivos que lo habitamos. Y sobre todo, deberíamos aceptar que no somos pefect@s. Eso es precisamente lo que impulsa todo esto, nuestra naturaleza imperfecta, sobre la que puede producirse una mayor potencia. Y como se ha visto, es deseable que se de el mayor grado potencial, para el progreso, el avance, haciendo el amor y la paz. 

sábado, 30 de noviembre de 2013

"El necesario retorno de Aristóteles" "La polis y el la importancia de pertenecer a ella por parte de l@s ciudadan@s, animales sociales y políticos.

Quizás si Aristóteles viviese hoy, diría algo parecido a ésto que aparece debajo. Sería posible que abriese y ampliara su concepto de ethos donde pueden darse las virtudes para formar el buen carácter de las personas, adquiridas éstas desde la infancia en el ethos (comunidad o polis) a otros ethos, buscando que haya un aprendizaje de las mismas en los diferentes ethos, aunque independientes unos de otros, sin opresión, ni dominio de unos respecto a los demás, a modo de alianzas. Algo así como federalismo de estados o comunas , cada uno con sus propias leyes, pero justas y virtuosas en esencia y su aplicación, siguiendo la guía del buen obrar, el telos (fin último) de la eudaimonía o verdadera felicidad: 

"Un@ gobernante sabi@ jamás deseará el horror y la desolación de la guerra. Por el contrario debería predicar el conocimiento, la paz, amistad, respeto, prudencia, cooperación y el diálogo como herramientas de construcción de su pueblo, educando a sus ciudadan@s en dichas costumbres y hábitos, para ejercitarlos y ponerlos en práctica logrando un bien común, siendo así felices a la larga por ayudar a su comunidad y participar en ella. Incluso se puede concebir que cada ciudadano sea a su vez su propio gobernante, a través del buen gobierno de su casa y familia, su vida política, deliberando con prudencia sobre sus acciones, actuando por el bien de la polis, realizando aquella función que le es propia, el buen obrar como parte de su esencia natural y roles de ser humano, mejorada ésta mediante el aprendizaje de las virtudes...  Buscar que éstas se extiendan a otras aldeas, ciudades, derribar cualquier muro de intolerancia, rencor, venganza y odio que nos alejan del término medio y la recta razón, con sentimientos positivos de amor, afecto, simpatía, alegría, confianza... Que se prenda la mecha, pero de la comunicación, no de los gritos y chillidos, de la palabra, no mediante insultos, comprensión no imposición, y que éstas pongan fin como el sano remedio a la enfermedad, sobre cualquier tipo de violencia". "No hay tiranía ni exceso de poder, la condición natural de seres humanos y personas con dignidad es común a tod@s las ciudadan@s, y como tales no hay ninguno por encima del otr@, l@s gobernantes podrán ser cualesquiera de los miembros de la polis, al poseer tales virtudes comentadas. La democracia sería la  participativa, tod@s toman decisiones en conjunto en una Asamblea donde la polis participa activamente". L@s gobernantes deberán consultar todas sus decisiones siempre, siendo éstas dialogadas en conjunto" Sin codicia, avaricia, no habrá ladrones, sin ira, sadismo, rencor tampoco asesinos.  Los bienes serán compartidos en el justo término, sin hambre al poseer la mitad, los trozos equitativos cuando se precise atención y ayuda, así mismo en cualquier circunstancia en actitud solidaria como animales dependientes que somos. "La naturaleza es común a los ciudadanos, tod@s l@s miembros, por lo que debe haber amor hacia ella y todos los seres vivientes así como al cuidado de si mism@s en l@s ciudadan@s y de todo lo que constituya la polis o ciudad (respeto recíproco)...


jueves, 28 de noviembre de 2013

Macintyre: El retorno de Aristóteles

Como señala el filósofo neoaristotélico Alasdaire Macintyre. Resulta que al final nos encontramos y reconocemos a nosotr@s mism@s en quienes creíamos como inferiores, alejados y diferentes: los animales no humanos. Con quienes compartimos muchas características instintivas, estímulos, interacción, reflejos... Aspectos prelingüisicos básicos, sin los cuales no podrían aparecer los conceptos posteriores tales como la reflexión y razomientos lingüísticos que permiten actuar en la busqueda de bienes. Somos animales igual que ellos, nuestra identidad y naturaleza es la misma que la del resto de animales no humanos... Es realmente interesante este aspecto que nos redescubre Macintyre, quien recupera la Filosfía de la naturaleza de Aristóteles y se posiciona a favor de la teoria de la evolución de las especies de Darwin. Muestra las similitudes que guardamos con los animales no humanos, con quien formamos un continuo como ya se ha mencionado.

Del mismo modo mantiene Macintyre que se recuperen las virtudes aristotélicas, el término medio, la prudencia, justicia, solidaridad, cooperación con los demás miembros de la ciudad... El ser humano es un animal social y político, que participa en las actividades y vida de la polis, la ciudad. Al final seremos felices, porque haremos aquello conforme a nuestra actividad, como el músico que desea tocar bien su instrumento, la del ser humano es ser bueno gracias al ejercicio de las virtudes aprendidas en el ethos o comunidad por parte de la familia, alejadas de los vicios y excesos que al final nos conducen al fin último, la eudaimonia o verdadera felicidad.

lunes, 4 de noviembre de 2013

El retorno de la ética de Aristóteles

En mi opinión, y sin que ésta sea impuesta, habría que poner en práctica la ética de la felicidad de Aristóteles, adaptándola a la actualidad.

Al revelarse contra lo que un@ cree injusto también estamos reafirmando nuestra identidad, porque expresamos y defendemos nuestras ideas y opiniones, participamos políticamente y socialmente, como animales "naturales" sociales y políticos que somos. Dichas voces de protesta nos definen y nos reconocemos en ellas. Pero el nivel de reacción debe ser equilibrado, para actuar de manera prudente. Esto es pensar las cosas, reflexionar, deliberar, elegir cual es el mejor camino que se ajuste a la realización en la práctica de nuestros pensamientos, trasladar a la práctica nuestros deseos e intenciones. Esto es el aspecto intelectual, la recta razón en armonía con el buen carácter (aspecto afectivo), pasiones, deseos y sentimientos, voluntad, por el bien de la gran comunidad, la humanidad, basandose en el respeto claro, tomándola como fin. Esto según Aristóteles se denomina "inteligencia deseante" y "deseo inteligente", y siempre según la balanza entre las cosas, el término medio, que permite obrar bien, con justicia y nos aleja de desmedidas acciones que desemboquen en daño y violencia... Al final el individuo será feliz, porque realiza bien aquella actividad que le es propia y efectúa, igual que el músico que desea tocar lo mejor posible un instrumento, o el escultor que desea esculpir la mejor de las esculturas, igual sucede con el buen obrar. Porque el fin del ser humano en la práctica debe ser igual que el de ese músico, herrero, artista, el del arquero al hacer diana, el blanco es el buen obrar. Todo ello es posible gracias a adquirir unas buenas costumbres, una educación de los valores en su casa, comunidad que le lleva a poseer conciencia, diferenciar lo bueno frente a lo malo, poseer una moral.



sábado, 12 de octubre de 2013

El naturalismo de Spinoza

"Solo hay una única sustancia infinita "natura naturae" y finita "natura naturans", que reside en todo lo que existe: la naturaleza". "Las cosas naturales finitas las llamamos "natura naturans". No existen dos cosas finitas (natura naturans) con una sustancia diferente". "Todo lo que existe es naturaleza y posee una sustancia natural". "Si Dios es lo que denominamos "natura naturae", infinito, también ha de estar en la naturaleza, pues se compone de sustancia, y toda sustancia es natural". "Por ello queda claro que Dios es naturaleza, se encuentra en este mundo físico, y dicho mundo es la única realidad". "Entonces Dios y la naturaleza son lo mismo, no puede existir nada  sobrenatural."
Baruj Spinoza, filósofo holandés del siglo XVII .

miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Por qué soy naturalista? Primera reflexión



¿Por qué soy naturalista? Primera reflexión

Personalmente, y pudiendo estar en total desacuerdo conmigo pienso lo siguiente:

A veces, seguir y exponer una postura de pensamiento que apoyas, defiendes implica estar casi en soledad. Te encuentras con que poca gente la comparte, a pesar de parecer evidente y con un cierto sentido. Me refiero al "naturalismo" filosófico de un carácter y discurso ético- epistémico (conocimiento) científico. Se presenta a la naturaleza como una sola sustancia (monismo), la base sólida en la que apoyarnos a la hora de hablar de personas y demás especies que habitan el planeta. Concebidos todos los seres vivos naturales físicos que viven en grupos como animales que son, ajenos a causas sobrenaturales o espirituales, místicas. Mucha gente piensa que esto es limitante. Pero... ¿De dónde arrancamos entonces hoy día, en el siglo XXI si no es de la misma naturaleza?

Parece indudable e irrenunciable la evidencia de que el mundo natural y nosotros que formamos parte de él somos materia, sin distinción entre la dimensión humana, cultural, social y la natural, puesto que lo natural lleva consigo lo humano al ser animales naturales . Otorgaremos entonces causas naturales a los fenómenos que ocurran, explicando y describiendo los hechos que nos rodean.

De no ser así... ¿Volvemos a la metafisica abstracta que casi nadie comprende, sin utilidad, pragmática, práctica, acción en la vida cotidiana para que reflexionen, se formen, aprendan los seres humanos animales sobre aquello que se puede demostrar, conocer, ver, oír, percibir, estudiar? Así, y sin imponer mi enfoque por supuesto, me defino como "naturalista", y como ya he dicho, pueden discrepar de mi postura. Pero prefiero apoyarme en lo natural, en la la ciencia , psicología, neurociencia, astronomía, dibujo, pintura, física, química etc. La Filosofía no resulta extinta por supuesto, sino que tiene en cuenta los resultados de la ciencia y expone argumentos con una base científica que ayuden a enriquecer cualquier tema, sin eliminación del pensamiento filosófico ni de la reflexión, siempre presentes. Si lo anterior resulta defendible, entonces parece obvio colocarnos en la naturaleza para reflexionar, además de tratar de comprender la realidad en consonancia con las palabras claro, el lenguaje, herramientas, arte, política, pensamiento. Es decir, la cultura en armonía con la naturaleza y viceversa, mediante un discurso bien argumentado, construido en pos de un progreso evolutivo, sumando potencias, colaborando entre los sujetos para una mejora como especie.

Me parece que si la naturaleza está en armonía con la cultura, y ninguna impone a la otra, la somete, hay equilibrio. Hasta ahora la cultura, lo humano, se ha considerado superior a la naturaleza y ha querido establecer limites y barreras con el mundo natural. Personalmente creo que dicha división es desacertada, la cultura no puede esclavizar a la naturaleza, ni la naturaleza prescindir de la cultura y la imaginación, historia y creaciones de nuestra especie pues formamos un continuo con ella. Si los humanos nos reconocemos en la naturaleza, la respetaremos y consideraremos necesaria para la supervivencia, no querremos dañarla, así como los seres y especies que la conforman, sin agredir ni sobrepasar los límites éticos que impliquen cualquier grado de sufrimiento.

Las emociones internas y externas tampoco las podemos obviar, dejar atrás. En el naturalismo no se deja de lado el aspecto emocional, pero buscando un fondo biológico, psicológico ligado al ambiente, el medio y que explique el orígen de los sentimientos, emociones, las conexiones neuronales, cerebrales para un mejor entendimiento de nosotr@s y l@s demás. Por estas razones, teniendo presente ese punto ético de valores remarcado por un respeto, tolerancia, solidaridad, justicia cooperación, etc, los cuales siempre deben preservarse y tratar de trasladar, educando en dichos valores de armonía, paz, equilibrio entre las personas y los demás seres vivos. Buscando un diálogo, comunicación positiva para un posible entendimiento . En base a esto, me declaro naturalista. Me sitúo en un punto de referencia donde a raíz de los resultados de las investigaciones realizadas, parecen hallarse las claves para descifrar muchos de los enigmas que envuelven al universo, el propio cosmos: La naturaleza.

viernes, 4 de octubre de 2013

El necesario retorno de la Modernidad: Un enfoque más analítico de la Filosofía como paradigma

En mi opinión ajena a ningún dogma, uno de los problemas que presenta la posmodernidad es el relativismo extremo, que entre otras cosas acepta ideologías y pensamientos fascistas, represivos, contrarios a los derechos humanos básicos. Es por tanto un pensamiento débil, su rigor se diluye como el azúcar en el agua, resulta obsoleto ya. En cambio, a mi parecer hemos de volver la mirada a la olvidada modernidad del siglo XVIII y principios del XIX, modificando los fallos cometidos. Pero sin duda, la luz de la razón ilustrada debería volver a brillar, iluminar el conocimiento, las ideas con argumentos éticos, científicos y sólidos. Mediante fundamentos basados en principios universales de tolerancia y respeto, buscando el progreso, el avance de la humanidad a escala planetaria. Eso si, respetando el pluralismo y la diversidad de las culturas bajo parámetros que posibiliten un buen entendimiento, relaciones de la solidaridad, paz y convivencia. Yo si creo en el proyecto científico, ético y pedagógico, educativo de la Ilustración. Me gustaría que se produjese un nuevo paradigma de pensamiento basado en los valores de entonces, dando paso a una neomodernidad. 


miércoles, 25 de septiembre de 2013

"El naturalismo científico y ético moral para una comprensión del mundo en todos los seres vivos" 

Personalmente y sin imponer mis creencias a nadie:

Creo que debería estudiarse junto con Aristóteles y su Filosofía de la naturaleza, al autor Charles Darwin y su Teoría evolucionista del orígen de las especies en la enseñanza primaria, secundaria y universitaria. Sus importantes contribuciones procedentes de distintas épocas respecto a la explicación científica del principio de la vida en la naturaleza no pueden pasar desapercibida para construir un futuro que atienda y se fije en la propia naturaleza como modelo, aprender de ella, pues tiene muchísima riqueza que aportarnos. Corregir errores por supuesto. Que algo sea explicable de forma natural, ello no significa que deba ser así en todos los casos particulares. Lo bueno no puede implicar sufrimiento, dolor, violencia, competitividad (falacia naturalista)... Teniendo presente los principios éticos que deben siempre salvaguardarse.  Partimos entonces de lo natural, visible, explicable, estudiable... ¿De dónde si no? Me parece que la vía de la naturaleza ofrece un buen punto de partida ante cualquier cuestión, posibilitando el entendimiento gracias a la ciencia y los avances llevado a cabo, siempre en armonía con el verdor, los ecosistemas, la ecología. Somos animales, vivimos en la naturaleza, formamos parte de la sustancia natural, física, química, anatómica. Para comprendernos a nosotr@s mism@s hemos de fijarnos en ella, desentrañar los conocimientos del mundo natural.


martes, 24 de septiembre de 2013

El naturalismo en la ética : El concepto de cambio desde un enfoque ético universal



En mi opinión y sin tener que estar de acuerdo conmigo pienso que:

La gente cambia en algún sentido. La pregunta es si ¿Hay algún cambio en nosotr@s respecto a un intervalo de tiempo determinado, o bien ese cambio de actitudes y comportamientos se produce en los demás?

Es probable que de ambos, de la persona y el resto. Nadie negaría a voz de pronto que en la configuración de los comportamientos desde que somos niñ@s hasta que nos convertimos en adultos las circunstancias nos influyen, y lentamente pasando por distintas etapas éstas van introduciendo criterios de comportamiento tanto a nivel individual como colectivo, trasladandose a cada una de las sociedades en función de normas y valores de los ciudadan@s. La percepción de las cosas que vemos y observamos será la misma en su base física y fisiológica, como sujetos de carne y hueso, seres humanos desde una base biológica y natural es cierto. Pero no así la proyección de los individuos en cuanto a la forma cultural, social. Es decir, es innegable que una parte de la luz con la que dirijamos nuestra mirada a los demás sujetos, la sociedad y el mundo de manera global resultará mayor o menor, positiva o negativa en relación a los acontecimientos que nos ha determinado un contexto X, el ambiente.
No obstante no todo está en manos del medio. La otra contribución de cara a un posible viraje de respuesta ante un estímulo determinado se hallaría en nuestra mente. Aquí entran recuerdos, sucesos, emociones, intenciones.

No hay una mera pasividad de aquellos elementos externos que recibimos y procesamos, no somos algo vacío donde se introducen cosas del exterior y punto. Existe por tanto una contribución del sujeto, mediante la actividad cerebral, hay algo que se pone en funcionamiento a nivel biológico, neuronal cuando nos suceden X cuestiones. Parece evidente que serán positivas éstas si reímos, nos alegramos, amamos, establecemos una actividad positiva y empática con el resto de seres vivos, gracias a ese aspecto neuronal del pensamiento . De este modo, el cerebro obtiene un papel igual de importante que el espacio donde nos movemos, el ambiente en cuanto a las micro- variaciones o minúsculos cambios tras una estructura construida ya prácticamente, fruto de la educación, la socialización, la adqusición de normas y valores.

A su vez, parece lógico y necesario ver que los cambios han de coincidir con pensamientos. De resultar positivos aquellos registrados en el cerebro generarán individuos felices, los cuáles se relacionarán positivamente con el resto de individuos de manera óptima en pos de un progreso.
No existe entonces subjetividad o relativismo en las cualidades o atributos que rodean al cambio. No son buenos o malos dependiendo de... Existen conceptos universales.

Lo positivo a nivel psico-biológico es universal en los cambios, lo que sucede en el ambiente al cerebro le llega de forma positiva o negativa, no encontramos tonalidades de grises, matices. ¿O es que acaso puede ser beneficioso el dar un giro y poseer sentimientos tales como odio, venganza, rencor, egoísmo para la especie, como animales que somos?

¿Quién podría sobrevivir así? De pretender extenderse tales sentimientos con transformaciones de naturaleza negativa ¿Qué tipo de futuro nos esperaría si se propagan estos cambios negativos, involucionados?

Tendríamos por tanto que intentar educar e ilustrar a las personas para que lo bueno como mejora, la solidaridad entre especies se extienda por todo el planeta. Si en el proceso educativo y evolutivo se van gestando positivas relaciones las consecuencias, los cambios resultarán beneficiosos también. Cambiaríamos siempre en evolución, nunca en retroceso, avanzaríamos, mejoraríamos, con un salto no solo evolutivo sino también histórico, con posibilidades infinitas.


"El cambio desde una posición ética naturalista y moderna del proyecto pedagógico ilustrado"

viernes, 6 de septiembre de 2013

La naturalización y democratización de la Filosofía

En mi opinión y sin imponer mi pensamiento sostengo lo siguiente: 
Primero, estoy de acuerdo con Willard Quine en que hay que "naturalizar" el conocimiento, la epistemología en términos generales. Pero no de forma tan radical (tesis del reemplazo). Considero la naturalización como la base para el aprendizaje de cualquier materia filosófica , no solo la epistemología, desenredando el nudo, la dificultad. Es decir, volver natural a la Filosofía entera, hacer visible lo no visible, complicado y meramente teórico ¿Cómo?
Pues comenzando por estudiar los aspectos concretos, físicos, ejemplificables, explicables, demostrables, y que envuelven a X asignatura. Luego, una vez comprendidos éstos se puede pasar al plano de las ideas, pensamientos y creencias derivadas de la explicación inicial . Partiendo desde un punto práctico, explicativo, científico, observable, la gente puede comprender cualquier concepto, sabiendo el orígen, definición de éste. Eso si, sin reemplazo de la rama específica por la ciencia. De lo que se trata es de colaborar con el campo científico, teniendo en cuenta los resultados e investigaciones de la misma para desarrollar una búsqueda determinada del objeto de aprendizaje (tesis epistemológica o naturalismo metodológico). De lo objetivo es posible alcanzar el entendimiento de lo subjetivo. Cuando se ha aclarado un término pueden aparecer ya las interpretaciones respecto a él. Se "democratiza" así el conocimiento, que resulte accesible para tod@s. No para un@s poc@s solo, con verdadera pedagogía, educación que integre y se adapte a las necesidades de l@s estudiantes. De este modo, la oscuridad de tantas disciplinas desaparece, y la comprensión puede producirse en todas las direcciones posibles. 

A la vez, las interpretaciones son producto de nuestras creencias. Si conocemos como llegamos a ellas podremos explicarlas. Una interpretación subjetiva se origina en la mente. Comprendiendo el proceso físico, biológico y psicológico del pensamiento es posible visualizar los impulsos, las conexiones a las que posteriormente dan lugar. La naturalización por tanto también puede afectar a la hermenéutica, la interpretación de textos, mencionando la causa de dicha interpretación, como se gesta ésta ¿Acaso no sería interesante investigar  la percepción del análisis de un texto, la imagen neuronal que se proyecta, la activación de ciertas zonas del cerebro implícitas en la tarea? Pero no solo el campo de la hermenéutica. También la filosofía política y la ética, el lenguaje... Incluso la historía de la filosofía podría albergar la inclusión de autores analíticos anglosajones que ayudasen a desentrañar la complejidad de los alemanes y franceses continentales, europeos. De este modo el estudio bajo hechos naturales tiene cabida. Mediante la naturalización (descriptiva- explicativa) puede darse la resultante democratización de la Filosofía, resultando hipotéticacamente realizable dicho propósito. Como conclusión, me parece que la claridad es la máxima de cualquier conocimiento y "lo natural nos acerca a la lucidez, no impone límites a la acción" tal como decía David Hume .