sábado, 20 de agosto de 2022

De los narcisistas

 Resulta curioso que cuanto más narcisista es el individuo, más atención busca fuera de sí. Está más centrado en lo que los demás opinarán que de su propia visión. El narcisista se detesta a sí mismo y debido a esto urge de pedir la constante aprobación ajena mediante halagos sobre su asqueada persona. Pero el narcisista no centra su foco en su interior para su alivio. No. Como dijo Joyce, "el placer se convierte en placer por la indiferencia". El narcisista no siente indiferencia y no saborea apenas ninguna experiencia. La indiferencia conlleva despreocupación, ausencia de un culto al espejo, en dirección al cristal o cristalino ocular de los demás, pero no porque se amen. Él-ella no se aman. Piden que les amen desesperadamente. Dan lástima. Quieren representarse como leones y no son más que gatos atemorizados. 

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