martes, 30 de octubre de 2018

LAS CARACTERÍSTICAS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO Y LA ACTITUD INTELECTUAL SERIA.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO Y LA ACTITUD INTELECTUAL SERIA.

La gente puede alterar su visión de las cosas, y defender creencias, que antes criticaba o con las que no estaba de acuerdo, a través de una operación de análisis o revisión de las mismas, que justifiquen ese cambio. Matizar que para ejecutar dicha tarea, se debe hacer frente a las disonancias cognitivas.

Esto anterior alude a no sufrir con la información discordante y reajustar-reequilibrar-, acomodarnos a esas creencias y valores-aspectos afectivos- con los que chocamos, abriendo los esquemas mentales y sometiendo a juicio nuestras convicciones y certezas.
A su vez, a mi parecer se presenta necesaria una argumentación de las razones por las que se ha realizado dicha modificación con base en un cuestionamiento de esas tesis previas defendidas.

Resultaría falso enunciar que esta operación de cambio de racionalidad-paradigma- revisión y duda de las creencias fuertes-resulta sencilla y asegurar que cualquier persona vencerá sin problemas el malestar, cuando escuche discursos opuestos a lo que este cree firmemente y no arremeta violentamente contra quién ha defendido un punto de vista ajeno.

Desgraciadamente, en este contexto argumentativo se tiende a recurrir a falacias lógicas de diferente tipo para desacreditar al otro, transformado en rival y disputándose el monopolio de la verdad, asociada a los prejuicios y preconcepciones, no interrogados o negados para trascender el asunto tratado, más que la evidencia de su imposible defensa, o bien la admisión de equivocación. Ello frente a lo que debería comprender un aprendizaje mutuo y enriquecimiento colectivo.

No se trata de afirmar hoy una idea o postura y mañana sin venir a cuento-sin exponer una causa-apoyar una perspectiva totalmente opuesta a esta. Hay que explicar el por qué de la mutación en las premisas y conclusiones, si se desea alcanzar una coherencia argumentativa e intelectual y no ceder a un mero juego de opiniones danzantes a la carta, como quien decide calzar distintos zapatos cada día, sin razonar ni pensar críticamente.

J.B.B