jueves, 30 de noviembre de 2023

"El demonio dormido despierta en el arte"

En los instantes de llamamiento e inspiración artísticos con la visualización de una o varias ideas, experimentamos la sensación de que un espíritu nos posee y lleva a cabo el trabajo por nosotros/as. Sucede que una especie de demonio benigno se apodera de nuestra voluntad y nos proyecta en imágenes prefabricadas en la mente aquello que difícilmente desarrollaríamos y llegaríamos a producir en situaciones ajenas a este estado. 

Por tal razón, el autor/a de la obra consigue sacar de la noche del inconsciente durmiente un brillante día gracias a la disolución del yo controlador. Es como cuando intentamos resolver un puzzle. Al dejar de pensar y en su lugar concentrarnos, llegamos a la solución de manera casi automática, en comparación con darle vueltas y más vueltas a la clave. En el deslumbramiento de la creatividad tiene lugar el mismo fenómeno. 

Dicho demonio comprende el yo interior encadenado por la razón y el ego de la misma (la razón) que quiere ser liberado de las mencionadas cárceles y mostrar sus verdades, las palabras más subterráneas y por ende puras. De ahí que este nos aporte las alas necesarias para elevarnos hacia cuadros celestiales y a su vez descender a hermosos y coloridos paisajes infernales de cada quien, propios de fantásticos y etéreos sueños que acaban por plasmarse en la realidad palpable del material en que se registra. 

El filósofo René Descartes bautizó al ser que afirmaba le engañaba siempre como "genio maligno". Yo por mi parte considero a este que nos habla y dirige en la creación artística como "el demonio o genio creador de la guarda". Debido a esto señalado nos conocemos mucho mejor a través del arte, pues fruto del alejamiento del yo dominador, clasificador y juzgador respecto de lo que le rodea, sale a flote un tesoro hundido a grandes brazas de profundidad, nuestro velado ser.

¿Acaso cuando hemos acabado la pieza— como si regresásemos de un desmayo o incluso un amnésico sueño—no nos hemos extrañado más de una vez del contenido como si otra persona lo hubiera confeccionado? Esa es nuestra verdadera forma y voz detrás de la máscara. 


J.B.B 

30/11/023

jueves, 20 de abril de 2023

Del arte y la autenticidad del Ser

Tengo bastante claro [una de las pocas claras que tengo] que el arte es el universo en el que uno se encuentra con lo que es. Por eso el producto del arte es siempre auténtico y sincero, llevando consigo la ironía de que en el arte las fronteras entre la verdad y la mentira se disuelven y en muchas ocasiones contamos verdades enmascarándolas para que de ese modo resulte todavía más natural lo que se está mostrando sin mostrarlo. Y de esto mismo es de lo que hablaba un filósofo alemán del siglo XX llamado Martin Heidegger, de no obligar al ser a mostrarse, forzarle a que aparezca, sino que empleando el canal poético en su caso, se conseguía que el Ser no se cosificase o en palabras de él se torna óntico [hacerse ente u objeto y ya olvidar a lo ontológico, el Ser, obligándolo a exponerse]. 

Al yo le ocurre en mi modesta opinión lo mismo. Cuanto más quiere una persona exhibir el yo como tal, al descubierto, sin ese matiz del no decir, más artificioso o falso se vuelve aquel. Si queremos parecer algo que no somos, no estamos sino engañándonos a nosotros mismos. Con el arte esto resulta imposible paradójicamente. En el reino de la ambigüedad, salen a la luz desde el silencio las cualidades ocultas de lo que somos, el Ser inmutable en su preestructura. Se trata de ese carácter que nos define, pero que cuando intentamos manifestarlo a diario de manera brusca, la misión sale fallida. Después de todo es en el no decir, en lo que callamos donde se oculta la escurridiza aletheia [ser desoculto] la verdad. 

En este aspecto, Oriente está a años luz de Occidente. Heidegger comprendió esto tras leer textos del pensamiento oriental. Tal vez por eso en la quietud y silencio del arte se deja oír la identidad, el Ser, lo que nos hace únicos pero libres de egolatrías, fanfarronerías, pretender fingir ser alguien que no somos. La obra es siempre un espejo. Eso es algo que he aprendido, aunque a veces por motivos de bloqueo o negación, nos resistamos a mirar el parecido entre ella y nosotros/as. El arte nos abre a la espontaneidad y esta jamás es falsa.

jueves, 13 de abril de 2023

Sobre el por qué del temor a la muerte

La siguiente reflexión me ha sobrevenido por efecto de tocar el piano largo rato, y experimentar que no estoy en el espacio-tiempo. El filósofo Arthur Schopenhauer llevaba mucha razón. En el arte, el querer subjetivo, el sujeto individual, yo de Descartes, se esfuma: 

Todo el mundo nace y todo el mundo se marcha. De esa totalidad de almas, casi todo el mundo teme irse, pero paradójicamente, durante toda nuestra vida buscamos pequeñas muertes o estados de ausencia, de no sufrimiento. 

Lo que nos asusta es saber que no tendremos el control realmente, a diferencia de cuando nos dejamos llevar, bien sea relajados en una tumbona al sol medio dormidos, bebiendo una cerveza en una terraza con los un poco cerrados, en silencio oyendo el sonido de los pájaros, evadiéndonos en su canto, oyendo el rugido de las olas del mar, transformados en la indolora espuma del océano, etc. 

He llegado a una conclusión inconclusa, porque no me gustan las sentencias, de que la felicidad se refleja en esa necesidad de olvido o deje de la conciencia, del constante analizar y padecer. La serotonina, tan vital ella, representaría la idea de la muerte. Estamos contentos, despreocupados y todo carece de importancia. A lo que concedemos importancia nos hace sufrir por el apego, la dependencia y pavor a desprendernos de ello. 

Lo que se teme no es la muerte, es el extravío de tomar el timón, en lugar de dejar que el barco navegue hacia aguas y tierras desconocidas, con la total incertidumbre acerca de si regresaremos de alguna forma aquí y si nuevamente podremos elegir, hacer uso de la voluntad, nuestra fuerza o energía si acaso fantasmal, para sentir que de algún modo, en algún pasaje o tramo, sabemos que somos o existimos. 

La muerte es la esencia de la certeza de nuestra no existencia ¿y que más nos daría si falleciéramos y albergáramos la promesa de que retornaremos tarde o temprano? Es el deseo de dominio, de tomar las riendas sobre los caballos del azar o el destino, el que nos lleva a temer y rechazar la muerte. 


sábado, 8 de abril de 2023

Acerca de la envidia

La envidia es la ignorancia de querer tener la vida o ciertos aspectos de otra persona, creyendo que de ocurrir esto seremos felices y se solucionarán todos nuestros problemas. Con la envidia pasamos por alto que esa otra persona, posiblemente, albergue preocupaciones e inconvenientes en igual medida y hasta mayores que los nuestros. Pocas personas suelen estar satisfechas con lo que les ha tocado ¿será por eso que muchas son desdichadas? ¿y cómo apreciarías la hermosa luz de tu estrella si solamente estás pendiente de los astros ajenos? 

sábado, 1 de abril de 2023

La libertad y la pasión

La sensación de libertad para ser experimentada debe venir siempre acompañada por la pasión como el relámpago y trueno durante una tormenta, la fuerza que la impulsa a desatarse. La libertad con ausencia de pasión e intensidad es pasividad—aquí no entiendo la pasión como ser alguien inactivo, sino poner todo empeño en la acción, gozar con conciencia—, servidumbre e impresión de control cual dicha tempestad nombrada, pero sin luces ni estruendo en el cielo. Pasa de largo sin más y no se siente potente, sino que se tiene la seguridad de cómo será esta. Con la libertad acontece justo lo contrario. 

El impulso de la pasión la hace impredecible en su alcance y por eso los individuos padecen vértigo, tal que si nuestro estómago ascendiera cayendo en el vacío, como cuando montamos en una atracción de feria o practicamos puenting y paracaidismo, así como sucede al subir a una embarcación ante el constante vaivén de las olas. La pasión es la adrenalina de toda libertad ¿y acaso no gritamos con alegre furia e incluso izamos los brazos [lo observamos en las montañas rusas donde probablemente imaginamos que volamos como aves] cuando nos topamos de frente con la gravedad? 

Eso es libertad. Disfrutar de la caída con coraje y libres de temor. Quizás por eso a algunos pilotos les gusta tanto realizar acrobacias aéreas y emular a los pájaros, quienes con amplia certeza aman ejecutar dichos movimientos ¿qué gracia tendría si no batir las alas en línea recta, al margen de fuertes subidas y bajadas valiéndose de los vientos? ¡Qué tedioso resultaría ser ave privados de dicha diversión! 

viernes, 31 de marzo de 2023

La identidad idéntica a nadie

Estamos viviendo un siglo donde el ser humano ha perdido su identidad y se enorgullece de ello, mientras trata desesperadamente de fabricar o maquillar una en las redes sociales para huir todavía más de sí y de lo que es. Deshumanización tratando de ser libre y al final un esclavo, batería para alimentar al sistema como mencionaban en Matrix [1999]. Una herramienta, algoritmo, mano de obra, fuerza de trabajo, cuerpo como máquina de generar productividad, hormonas y más hormonas. Satisfacción rápida sin efecto. Trabajo, trabajo, trabajo. Sexo, sexo, sexo y luego muerte, muerte, muerte del sentimiento, de conectarse a la vida y no a universos virtuales como ostras cerradas protegiendo cada quien sus perlas, encerradas en su ego para no admitir que sin el ego no les queda nada ya de su humanidad. 


domingo, 26 de marzo de 2023

De la madurez y la temporalidad

Una persona sabe que ha madurado [psicológicamente, pues al principio no siempre va a caballo con la madurez biológica] cuando la percepción del tiempo se acelera y el final de la obra comienza a divisarse desde su posición actual. 

A la inmadurez de la juventud, en cambio, la suele caracterizar el caminar cientos de miles de millones de kilómetros sin advertir aún nada en su horizonte, puesto que la incesante localización del placer, propia del momento hormonal álgido —con un elevado impulso de fuerzas y energías a la caza de constantes nuevas experiencias—, nubla la noción del tiempo y la conciencia del paso de este, además de que si en algún instante echa la vista hacia atrás, comúnmente no advierte demasiado camino andado y luce amplísimo, como una mesa de infinitos manjares, el espacio todavía por transitar. De ahí quizá la impresión de eternidad en las personas bastante jóvenes, y por qué predomina el slogan de imitar la actitud despreocupada de la juventud cual elixir del olvido respecto de la siega del césped de nuestro jardín: la florida primavera y el vigoroso verano frente al recibimiento del gélido e inerte aliento invernal.

Llegados a un punto o etapa vital, por diversos factores se nivelan la edad psíquica y la cronológica. Por lo que por lo general, cuantos más años de vida tenemos, más se acorta la distancia entre el sueño y la muerte.


sábado, 25 de marzo de 2023

Acerca de la libertad y la obsesión

Tocar el piano pera mí es una liberación, pero también una obsesión y muchas veces ambas son indistinguibles. Dejar atrás la realidad y escapar de ella. Cuanto más te metes en la música, más se diluye todo lo que la rodea. Tú mismo desapareces. Olvidas la conciencia y por lo tanto eres metafísicamente libre, aunque insistes en no dejarlo y practicar sin pausa ¿será la libertad en sentido mayúsculo una obsesión por emanciparse de todo, hasta de la propia existencia? ¿quiere el ser humano en el fondo abandonar la percepción de estar aquí y huir del dolor hacia la evasión, buscando salir de este manicomio llamado mundo? Empiezo a creer que sí. 

jueves, 23 de marzo de 2023

Sobre la alada soberbia angelical

Si lo pensamos bien y abandonamos el maniqueísmo, muchas veces los ángeles poseen más soberbia o ego que los demonios. Los demonios son seres angustiados y desterrados con orgullo herido. Todos los seres hieren más cuando están heridos—efecto reflejo— y suelen representar más peligro en tales circunstancias ¿será este su significado simbólico en la cultura alusivo al mal? ¿pero y los seres alados que miran desde las alturas como semidioses? ¿acaso no están ebrios de endiosamiento por lograr estar en contacto y servir a un ser supremo, tocados por su gracia? ¿quién se siente más poderoso y engreído, el demonio torturado y destituido, despojado a una suerte de prisión condenatoria o el ser bello, que surca los cielos y justifica toda su acción con la palabra e imagen del Bien? ¿quién es el que de verdad está aquejado de superioridad moral y es incapaz de admitir sus posibles fallos? 

lunes, 20 de marzo de 2023

Acerca del amor y lo sublime

Quizá el amor sea la fuerza de la naturaleza más poderosa de todas y por ello la más sublime ¿y qué caracteriza al sentimiento de lo sublime? Un cierto temor ante la imagen de la naturaleza, su extensión y cantidad, análoga a pensar en el infinito y no sentir vértigo. Algo imposible. 

Experimentar el amor es como ascender sobre una elevada catarata, una inalcanzable cima y abalanzarse desde ella hacia el vacío [una inyección de adrenalina], dejando un profundo surco en el corazón cuando este desaparece. Seguramente si viajásemos fuera de la Tierra admirando su forma, la de las estrellas y otros objetos celestes para después regresar, se nos quedaría esa misma sensación de haber amado—formado parte de algo inmenso y la insignificancia de todo lo demás, incluida la nuestra—. 

domingo, 19 de marzo de 2023

De la imagen y la profundidad

Contemplando una pintura famosa se me traza en la mente [y en todo el cuerpo claro] la paradoja de que, a veces las en apariencia superficiales imágenes, son más profundas que las palabras. Las segundas no abarcan más que lo capacitado en el momento para relatarse, luego limitadas por el propio discurso y las condiciones en que se emite. En cambio, la imagen no precisa de un concepto lingüístico propiamente dicho para expresarse. La imagen es libre de tener que textualizarla cerradamente como acontece con las palabras. 

En este sentido, las imágenes [no únicamente las visuales, sino las auditivas o acústicas] están dotadas—aunque primero han de asentarse los conceptos en nuestra experiencia para que las imágenes no resulten indiferentes y le confiramos un interés y sentido, lo que se conoce como nicho afectivo—para cavar en lo más profundo de nuestras entrañas y llegar a describir sin describir verbalmente la obra más intensa, sobrecogedora y hermosa jamás elaborada por un/a literato/a, tal como pasa cuando oímos de pronto la sinfonía de algún compositor/a clásico o la entonación de un blues y no  requerimos del texto para que las emociones nos atraviesen como una flecha. 

La paradoja: imágenes supuestamente de menor calado y realidad [copia] que las ideas decía Platón ¿pero no están las ideas autodeterminadas por ellas mismas?—colocada un ancla en un puerto sin que el barco consiga zarpar o navegar nuevamente. Debería reescribirse el texto, una dura y difícil tarea acotada a los límites que marca la escritura ¿y dónde queda la libertad, el viaje propio, si las ideas se pretenden universales? 




lunes, 13 de marzo de 2023

De la espesura y la hondura

Esta es una meditación que me sobrevino un día en que mi mente estaba espesa, nublada y sin embargo, lo que escribí, sorpresivamente, me sonó hondo. Tal vez, lo profundo es como la niebla y por eso debemos nivelarnos en confusión para evocar dicho estado. Del delirio e incluso las fiebres habrá emergido lo humano de lo no humano. 

A lo mejor, la perplejidad y la incertidumbre es la que engendra el abismo por el que miramos y nos inspiramos de nuestra propia oscuridad. Uno precisa convertirse en sombra para advertir lo que no es luz.  Probablemente, deberíamos apreciar los instantes de velo, caída y zambullida en las tinieblas y condición difusa del entendimiento. Podría ser que cuando la claridad queda bloqueada el corazón se atreva a confesar lo que la mente lógica y conceptual teme espejarse.

 A fin de cuentas, la inmensidad de la música está en la indefinición en comparación con la palabra. Lo indecible de uno bien cabe que exprese lo que jamás podría pronunciarse, análogo a un estado de ebriedad en que la sinceridad brota del interior alcanzando las primitivas y enterradas raíces del Ser, identidad o compendio de cualidades que nos definen como ser humano sui generis, particular en su especie cual piedra en el camino que trazamos con nuestro andar existencial. Nunca ninguna es idéntica a la otra. 


Pintura del artista William Turner titulada "Sombra y oscuridad" [1843] y que representa en su nada de claridad la situación de nublamiento y extrañamiento de la que nace lo profundo.

martes, 7 de marzo de 2023

Del amor y el yo

Esta mañana durante un paseo me fijé en la relación intrínseca entre el enamoramiento, el arte y la naturaleza. Nos atrae la belleza de alguien como nos fascina la observación de una colorida amapola y un cuadro o escultura que evoquen hermosura. 

La pregunta que se me dibuja es ¿no nos enamoramos de algo propio? Si nos atrapa alguien, no es que estamos siendo atrapados por nuestra propia impresión y gustos? ¿qué tanto tiene de otro o diferente lo que se ama? Si realmente fuese distinto no debería haber indiferencia? 

Lo otro tal vez no es sino una construcción que realizamos para desembarazarnos de la desagradable idea de amarnos a nosotros mismos tan consciente y explícitamente ¿o no?  De ser cierto que nos hechiza algo que es distinto al criterio de uno/a, deberíamos sorprendernos de esa magia y hasta sentir miedo o rechazo de que sea algo extraño o bien que se le escapa a nuestro yo. 

En fin. Pensamientos que caminan por mi mente mientras deambulo por las aceras a las puertas de la primavera. Los que practicaban este hábito de reflexionar mientras se movían eran los filósofos peripatéticos, pero ciertamente en el desplazamiento corporal las ideas danzan mucho mejor que en la quietud. Después de todo, las ideas y los afectos están entretejidos entre sí como posiblemente lo esté el amor y eso que denominamos yo. 


Escultura de Clio’s Dream”, bronce, pátina azul, 2020

sábado, 4 de marzo de 2023

Un sábado cualquiera

 Un sábado con un buen y cremoso café. Barraquito se llama este, con canela, limón y dulce de leche. Bautizado con licor a gusto del consumidor. Bautismo, conversión, profesión, fe. La fe es irracional como el amor y el café ¡pero con qué gusto se vuelve uno devoto de aquel! El café es una religión sin autoridad ni dogma. Quien quiera lo toma, pero el que lo bebe abraza, momentáneamente, el tejido de los etéreos sueños y recupera el aroma del beso del amor que recabamos en la memoria, pero guardando lo agradable de él. Nadie decide de quien se enamora, como tampoco elegimos que nos guste algo. Tampoco escogimos nacer ¿qué decisiones llevamos a cabo en realidad? Eso sí. Elegimos liberarnos del sufrimiento mientras degustamos algo, como un acceso al nirvana.  Dulce néctar que libamos. Polen para oxigenar la impredecible y escurridiza alegría. No dura mucho, pero las mejores cosas son efímeras. Lo bueno pasa deprisa. El tiempo es relativo.

martes, 28 de febrero de 2023

De la felicidad y el deseo ante lo efímero de la existencia. Una paradoja

Si suprimimos la serotonina de nuestro cerebro y otros neurotransmisores como la dopamina y endorfinas, la felicidad es una palabra que se disuelve como el viento. Por el otro lado ¿no es gracioso que esas señales no signifiquen nada de por sí? La acción y su interpretación es la que les confiere un sentido y muere una vez finalizada estas en una serie de perpetua de puntos finales de los significados ¿y no es esta la naturaleza del deseo? ¿será esta su manifestación en el misterio de su ansia y necesidad de nutrirse [la del deseo] frente la brevedad de la existencia? Una treta para vencer al sinsentido que, irónicamente, lo acaba volviendo todo un absurdo de voluntades que ya ni saben lo que quieren para sí. 


domingo, 26 de febrero de 2023

De la inadaptación

Recientemente, me ocurre como lo que relataba  Dostoievsky. No se si me estoy volviendo más idiota cada día y por eso no se me entiende. O acaso se trata de que yo no comprendo a los demás porque me he distanciado demasiado del mundo. En cualquier caso, siento que no pertenezco a este tiempo, ni tampoco al pensamiento y los valores reinantes. Me bautizo como "bicho raro", "especie descatalogada" en una selva que se me traga. Me engulle, y por eso trato de apartarme lo máximo posible de su llamada.

sábado, 25 de febrero de 2023

De la incredulidad ante lo que sobresale

Los seres humanos dudamos de la autoría cuando alguien hace o ejecuta [una obra intelectual o acción] algo muy bueno o de gran valor, por motivos de envidia o estupidez [incapacidad de comprenderla o juzgar que debe ser discriminado, porque se teme lo que no se entiende bien]

Sin embargo, cuando la producción es de calidad baja, enseguida le concedemos crédito al creador/autor y la incredulidad nunca tiene lugar. 


El ser humano: una especie fallida

 No me importa que no estén de acuerdo. Conforme avanza el tiempo y salen a la luz nuestros actos, creo más que los seres humanos somos una especie fallida. -¡¡El horror!!!, ¡¡¡el horror!!!, gritaba el personaje de Kurtz en "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad. 

Ciertamente, ignoramos el horror y la barbarie de la que somos capaces. Ese es nuestro mayor pecado [no en sentido religioso]. El ignorante afirmaba Sócrates es "el que ignora que no sabe". Justamente, nos sucede esto a los seres humanos. Nos proclamamos dioses del Olimpo y no somos más que mediocres demonios condenados del Infierno que recrean en el mundo la funesta imagen de ese Tártaro [infierno griego]. Transformamos el mundo y sus seres en un paisaje desolador, reflejo de nuestro desdichado interior.

De la poesía y la belleza trágica

En toda poesía hay una nota trágica que es la que la vuelve increíblemente hermosa. A la vida le sucede algo similar. 

miércoles, 22 de febrero de 2023

Acerca del poder transformador de la lectura

Hay dos tipos de personas. Las que permanentemente buscan expandir sus horizontes moviéndose geográficamente, sin que necesariamente sus esquemas tengan que verse ampliados, y las personas que aumentan su perspectiva y márgenes leyendo páginas de un libro. 

A las segundas es imposible que el objeto llamado libro no les transforme y genere un impacto, sobrecogimiento y enamoramiento sin parangón. A las primeras, las viajeras, a menos que se detengan a experimentar en sus carnes la cultura nativa que visitan, podrán alojarse en cómodas estancias y lucirles todo el entorno ajeno a su familiaridad como una selva que divisan desde la lejanía, pero que no se adentran en su condición o conocimiento. 

A mi juicio [que no tiene que ser compartido], los lectores y lectoras pueden captar, además, vivencias relatadas que los viajeros/as difícilmente se arriesgarán a llevar a cabo, a menos que se trate de auténticos/as aventureros/as con habilidad para desprenderse de sus dispositivos electrónicos y escuchar la calma o el bullicio de la naturaleza. 


Entonces, en lo primitivo de aquella [la naturaleza] cabe que den con algo de ellos mismos/as que ignoraban, algo que sí suele ofrecer un buen libro. En sus capítulos uno se espeja con la extrañeza que la cotidianidad ha terminado de arrancar casi de cuajo.

Acerca de los libros.

Los libros son nuestros faros en la oscuridad del mundo. De la nada  hacia la representación e imaginación: el lenguaje y la conciencia ¿o acaso tiene lugar a la inversa, del yo al bárbaro vacío externo, cubriéndolo con su aroma y dotándolo de sentido mediante la articulación de la voz y la palabra, parteras del conocimiento? La huella de la humanidad y su radiografía [y autobiografía] sobre millones de superficies materiales e inmateriales. 

martes, 21 de febrero de 2023

Sobre la frialdad en la persona

La frialdad del carácter acostumbra a ser un mecanismo de defensa. Se erige un muro helado para no sufrir nuevamente. La razón y la lógica responden a una perfecta estrategia de protección en cientos de ocasiones, de fingir impasibilidad y apartar de sí el padecimiento de antaño. Sin embargo, en su fuero interno persiste la ardiente llama que hace tiempo expresaba y demandaba amor y cariño. 

¿Y que otra cosa aporta la mencionada frialdad? 

A mi entender, brinda una falsa sensación de seguridad. Damos por hecho que somos altamente resistentes debido a la sólida estructura geométrica que construimos. Si acudimos a la inspiradora y sabia naturaleza como ejemplo, obviamos que los gigantescos, majestuosos y sublimes témpanos de hielo flotantes se desploman en el vasto océano. A lo polar nada más que lo cobija ese clima. 

En otras palabras, lo polar es prisionero de sí, de su quietismo [está atrapado en esa estructura-cárcel glacial] y pesantez, e incapaz de quebrar dicha jaula y desplazarse  a otras latitudes o regiones ¿ventaja? Lo dudo. Por el contrario, a la naturaleza gélida le invade la impotencia de saber que su aparente invencibilidad es como el vapor de agua de una cascada elevado hacia el vacío fantasmal, o bien un fugaz y escurridizo arcoíris. 

domingo, 19 de febrero de 2023

De la imagen ideal

Casi siempre resulta más atractiva la imagen de una cosa u objeto en la lejanía que la estancia o asentamiento en él/ella. A la belleza le sucede algo similar. Embruja y seduce la idea de la belleza mucho más que el disfrute o goce cuando se percibe en el directo. El deseo se nutre de este procesamiento-funcionamiento y se devora a sí mismo, con hambre del siguiente una vez se satisface. Así, nunca le basta. El concepto alimenta un estado de llegar a lo [...]

Sobre la naturaleza del placer

El placer en elevado grado insensibiliza el placer. Eso obviamente ocurre porque el placer se mueve por el principio de la ambición, de lo que se traduce que jamás se conforma con el grado actual y demanda más conforme pasa el tiempo. La adicción a las sustancias y dependencia de hábitos dan muestra de esto último. El placer confunde nuestra estructura mental, y nos ofrece la imagen de felicidad en lo placentero. Parto del consumismo. 

miércoles, 15 de febrero de 2023

Sobre el irracionalismo presente

En la sociedad global actual hemos renunciado a creer en los hechos, lo que viene a significar que hemos desechado la confianza en la razón. No es baladí esto último. A día de hoy festejaríamos el entierro del detective Sherlock Holmes, por lo menos en lo tocante a su método deductivo consistente en atender a los detalles y centrarse en los hechos. Todo lo que se vuelve extremo acaba en desastre. Es estupendo que se preste importancia a los afectos, las emociones y sus derivados sentimientos. La cuestión radica en que no es recomendable que dicho sentimiento sea el que guíe todo como fundamento, y que la reflexión y el análisis hayan pasado a ser casi ciencia ficción. 

Citando al filósofo alemán Immanuel Kant: "todo empieza por la experiencia, pero no todo proviene de ella". Intercambiemos experiencia por la palabra emoción como motor-principio de la acción y se comprenderá mejor a lo que aludo. Tomen si no a otro pensador como Baruch Spinoza, si lo prefieren. De acuerdo con Spinoza, la mente recibe los afectos del cuerpo en forma de ideas que retorna al cuerpo nuevamente en forma de bucle. A todo afecto corporal le corresponde una idea en la mente y de este modo mente-cuerpo son indivisibles] . 

Cuando la realidad pasa a ser concebida como relato o narración por entero se extravían el criterio y el juicio sensato, en tanto que la base del sentimiento se quiere imponer como verdad-argumento sin importar lo que se defienda, pese a ser algo indefendible. Triste época esta donde utilizamos algo tan bello como los afectos para manipular o retorcer los sucesos a nuestro favor en detrimento de la justicia y los valores honestos, ahora calificados de interpretaciones u opiniones al mismo nivel que los no honestos ¿cómo diferenciarlos o establecer una adecuada balanza? Atendiendo a lo anterior, se entiende entonces por qué Nietzsche abominaba de la igualdad. 

La mentira ocupa la primera página del recorrido de la ola ¿posmoderna? Ni siquiera ya se sostiene la crítica a la razón instrumental. Lo que se ha revelado como  instrumental son la emoción y el sentimiento [Kant lo advertía al proponer su imperativo categórico en "Fundamentación para una Metafísica de las Costumbres" y "Crítica de la Razón Práctica"—el peligro de dejar que el interés o la inclinación egoísta sea la que oriente la acción—]. 

Spinoza, a su vez, indicaba que se tenían ideas inadecuadas cuando somos pasivos y nos dejamos llevar por las pasiones, el choque fortuito de la causas. Entonces dichas ideas atentan contra la naturaleza—el equilibro y la salud— y no intervenimos u obramos [acciones] para una mayor perfección al aumentar nuestra potencia o capacidad de actuar en clave de autoconservarnos [conatus]. Spinoza, Ética. En síntesis, el resultado obtenido en los tiempos que corren es que en palabras del poeta y dramaturgo William Shakespeare, pero cambiando "vida" por "crítica" e "idiota" por "meme": "la crítica es un chiste contado por un meme y al final no significa nada". 

Personalmente, me hallo totalmente desencantado con este irracionalismo que vivimos. Recalco que no desapruebo los afectos ni muchos menos. Sin embargo, considero que nos hemos pasado de frenada. Nos vendría bien recordar a Kant: "los conceptos sin intuiciones son huecos y las intuiciones sin conceptos son ciegas". En las últimas décadas ha regresado la ley del "ojo por ojo", del enfrentamiento, venganza, odio, polarización y el mundo parece que está completamente ciego. 

El nombrado filósofo, Baruch Spinoza, calificaba acertadamente este tipo de conductas comentadas antes como "primer género de conocimiento" de los tres que hay: 1) imaginación, 2) razón e 3) intuición. En este primer género priman la ignorancia y la imaginación visualizado en la opinión- la doxa platónica [los individuos enemistados entre sí mediante la religión por llegar antes al paraíso, la superstición y creer que las cosas son como las percibimos a primera vista, como que el Sol se localiza en lo alto del cielo, cabría tocarlo si volásemos y no que se encuentra a cientos de miles de kilómetros de la Tierra] en contraposición al conocimiento, a las nociones comunes como seres humanos [la razón compartida y prudente-reflexiva, la virtud de la filosofía práctica denominada "phronesis"-prudencia. La prudencia comprende la justicia, basada en deliberar bien que diría el sabio filósofo Aristóteles] mediante la cooperación, amistad y solidaridad buscando una supervivencia [conatus] colectiva. 

¿Hacia donde nos movemos? ¿alguien lo sabe? Yo lo ignoro, o visto lo visto, prefiero no profetizar nada. Y si por un casual predigo algo, ojalá que esté equivocado. 

Del error y el perfeccionismo

 Da la impresión de que es un rasgo del ser humano estropear más una situación cuanto más intenta arreglarla. Existe una especie de necesidad de perfeccionamiento que nos lleva hacia el lado opuesto de lo pretendido. Cuanto más nos esforzamos por aclarar algo, más lo enredamos o generamos el efecto adverso ¿acaso somos incapaces de conformarnos con el error y dejar que cicatrice la herida? ¿qué se esconde tras ese empecinamiento en seguir tocando lo que no quiere ni debe ser tocado más? 

A mi entender, los seres humanos albergamos dificultad para el descontrol o la naturalidad con que fluyen las cosas. Nuestra obsesión por el control trae consigo muchas veces el caos al relacionarnos con los demás, y es una de las principales causas de la recomendación de olvidarse de la acción que alguien haya ejecutado, siempre que no perjudique a otra persona. Si así ha ocurrido, esperar a que el tiempo cure el problema. En frío las cosas se analizan mejor. No seguir apostando. Las ganas de ganar ya garantizan la derrota.

¿Por qué escribo?

 ¿Qué es lo que me impulsa a escribir? Complicada respuesta. A primera vista, diría que me envuelve un sentimiento de contar lo inefable. Lo que se invisibiliza a mi alrededor anhela ser relatado o traducido en palabras. Necesito con urgencia de capturar ideas en el espeso mar de los pensamientos. El pensamiento es lenguaje. Cada día lo tengo más asumido. Escribir me supone llenar de sentido el absurdo en el que vivo. Si lo registro desaparece el vacío en mi, la incertidumbre, la angustia. Le encuentro una función, un objetivo a mi existir. Necesitamos de esa meta. Las palabras comprenden ese rumbo, un para qué en medio de la nada fuera. Todo sucumbiría si no tuviese lugar el lenguaje. Hasta en el ámbito no humano. Imaginen la mudez de un bebé elefante al llamar a su madre ¿para qué esforzarse en gritar? Eso es para mí escribir. Es el bramar, un llanto, la llamada a una ocupación en esta obra sin guión. Poco más puedo referir del tema.

domingo, 12 de febrero de 2023

Acerca del placer racional de Epicuro

Quisiera aclarar que nada tengo en contra del placer, mientras este sea un fin y no un medio para conseguir las cosas. Al tomarse como fin el placer se torna autoconsciente y reflexivo y si lo desean denominar así, racional, en tanto que el placer en esos términos conoce sus límites en el propio placer alcanzado—concentrado en un elemento o propósito—- y no andará, obsesivamente, tras otros objetos en la distancia temporal. 

Asimismo, el placer retrasará la recompensa, puesto que ya reposa en ese placer y saboreará adecuadamente sus bienes o virtudes. Lo concibo además como responsable al estar acotado a los fines en sí mismos y no percibir a los demás como medios placenteros tampoco, sino de la misma naturaleza conferida al placer. Es un placer de meta, que posibilita su espera. Se observa desde la distancia y se trabaja para llegar a él. Aristóteles lo calificó de felicidad al final de la vida, pero yo personalmente no concuerdo con que deba darse en la etapa final de la vejez. 

Lo que debemos llevar a cabo es una educación de nuestros afectos en el sentido griego, con vistas a refrenar los vicios que hagan peligrar nuestra salud y a construir placeres sanos con nosotros/as y los/as demás. 

En ese género de placeres incluiría la salud, el amor, la amistad, el conocimiento [cultivarse], meditación, interactuar con animales no humanos [derivado de la amistad claro], la actividad artística—cualquier acto creativo—, el trabajo cuando uno se siente realizado con el empleo que lleva a cabo, el deporte al observar los resultados-efectos más tarde y apreciar el proceso y no repentinamente [aquí incluyo el contacto con la naturaleza como senderismo, excursiones, caminatas], los actos solidarios—si bien uno se siente bien al momento, valora la buena acción de por sí y el interés no es un medio sino un fin igualmente—, y cualquier actividad que tenga su constancia y contribuya a la salud y el crecimiento personal. En lo tocante al sexo, el erotismo ocuparía ese placer no inmediato, sino capacitado para esperar y sentir los momentos de excitación. 

Si muchas cosas tienen que ver con el sexo, resulta triste que finalice todo tan pronto como una muerte anticipada al goce de la vida. Esto lo acabo de escribir sobre la marcha en uno de esos extraños instantes llamados "inspiración". 


J.B.B


"Sobre el placer racional" [basado en la idea de Epicuro]

sábado, 11 de febrero de 2023

Sobre la felicidad [de nuevo]

 La felicidad es un estado ideal y cuando uno es mínimamente feliz le sucede lo que a un agujero negro. En los momentos felices la luz de la conciencia queda absorbida. Únicamente cuando pasa la felicidad se recobra el recuerdo de la luminosidad que la bañó. 

Esa es la bendición y maldición de la felicidad. Bendición por olvido de que uno es feliz [aparece el desinterés o supresión del deseo más allá del bienestar que consigue]. A su vez, maldición por el regreso tras su finalización a la aridez y el sabor en nuestra memoria de las mieles satisfechas, y que fueron paladeadas durante aquellas efímeras épocas felices.

De la grandeza y la sencillez

A la mediocridad se la puede reconocer fácilmente por andar presumiendo de lo que le falta. La grandeza, por el contrario, habita en la discreción y la sencillez. Nada excelso requiere de llamar la atención porque es excelso, mientras que lo que no lo es necesita forzadamente sentir y creer que lo es. 

Curiosamente, lo excelso duda que lo sea y acostumbra a no mostrarse por dicha razón. Obran con simetría invertida: la genialidad o excelencia se plantea y concibe como idiota cientos de miles de veces y la estupidez se asume como genia el año entero. Por ello a la genialidad la persigue la timidez, y en cambio, la estupidez opta por la exhibición donde el exceso de confianza ya denota su derrota anticipada. La segunda jamás podrá ocultarse de sí misma, salvo en la máscara de autoengañada superioridad con que se disfraza. 

En la naturaleza y en la vida lo que brilla duda de si aporta suficiente brillo y se mantiene cauto. En el reverso, lo que carece de brillo sale el primero a anunciarse.

martes, 7 de febrero de 2023

Sobre la vida

Creo que por fin estoy capacitado para definir qué es la vida. La vida es como entender a James Joyce o la mecánica cuántica. He leído a ambos, temática de mecánica cuántica y al novelista Joyce, y admito que apenas los entiendo bien. Tal vez, la vida no haya que entenderla porque no lo pretende, sino vivirla. 

Ese es el gran misterio, como releer a Joyce o la mecánica cuántica y siempre percibir nuevas interpretaciones-visiones sobre su contenido—que las entendamos ya es otro cantar—. Ya lo dijo Miguel de Unamuno: "la vida no está para ser pensada [la vida no es un concepto] sino sentida". Pensar la vida es como pensar la oscuridad. Sentir la vida, sin embargo, es alumbrar [fugazmente] una habitación con cada paso o acción que damos. Eso es vivir. Lo demás importa muy poco. Y si por la razón que sea creen que es narcisista o arrogante por mi parte referir una definición sobre lo que para mí es la vida, revisen la definición de narcisismo y arrogancia implícita en el primero. 

Estoy señalando que no le encuentro verdad o respuesta alguna a la vida, algo impropio de alguien que se estime superior. Todo lo contrario, más allá del vivir entraña un enigma indescifrable. Pregunten a alguien que presume si incluiría estas palabras de reconocimiento de su perplejidad ante la vida. Me atrevo a decir que en absoluto vacilaría en pronunciar que ya halló una revelación última o comprensión-intuición suprasensible [por encima del plano de los sentidos] más próxima a Dios, como si fuéramos su figura que a seres finitos. Justamente, yo estoy haciendo alusión a la finitud propia, al desbordamiento ante la infinitud con que se me dibuja la vida, a algo que se me escapa y es mucho más grande que yo. Además, ya no me preocupa que se malinterprete mi discurso. Yo tengo claro cuál es mi manera de ser, y se bien lo que no soy ni pretendo ser. 

En efecto. Observo la vida como el vasto universo del que apenas capto una ínfima parte. Con razón indicaba el filósofo Spinoza que divisamos una dimensión de la naturaleza, la que responde a nuestros atributos de extensión física [cuerpo] y pensamiento, lo que en mi opinión se traduce en el sentimiento hacia la vida como referente existencial casi único [nada más que cabe el sentimiento y la vivencia]. No obstante, la naturaleza infinita-natura naturans-su verdadera forma o sentido- es inalcanzable e imperceptible. E incluso, es muy posible que carezca del mismo y el absurdo sea su verdadera forma. Si es que existe la verdad, debe contemplar más de un camino o variable. La verdad se entreteje con muchos hilos a veces contrapuestos. La paradoja reviste la manera del vivir y probablemente del [multi]universo que habitamos.  

martes, 31 de enero de 2023

Reflexión sobre el espacio-tiempo

 Hoy por razones de descanso óptimo y vitamina D del sol me noto activo:


El tema del tiempo es algo que me ha cautivado siempre. 

Esta mañana, mientras andaba por la calle en un paseo matutino, me puse a pensar que si lograremos invertir el flujo temporal el efecto sería similar al de una cinta. Es decir ¿podríamos interrumpir el proceso de la película, la operación ya comenzada y detener el flujo de acontecimientos que se produzcan? 

No quiero incurrir en una falacia de petición de principio y postular algo que ya está contenido en el enunciado inicial. Pero francamente, si el tiempo va hacia detrás o adelante en su movimiento ¿podríamos saber cómo pararnos? 

De acuerdo, en absoluto soy físico o tengo nociones elevadas de física, pero por lo poco que he leído, requeriríamos de la gravedad basados en la teoría de la relatividad que se relaciona con la velocidad de la luz finita [350.000 km/seg] se ralentiza el tiempo con un aumento de la gravedad [por eso en los agujeros negros el tiempo se detiene, por ser elevada esta y absorber toda la materia. Ni siquiera la luz escapa de él, uno de los descubrimientos del físico Stephen Hawking], según dicha teoría acer[p]tada por el momento de Albert Einstein. E = Mc2, Energía = masa por velocidad de la luz al cuadrado. 

Deberíamos manipular la gravedad para conseguir detenernos en un punto concreto, en tanto que sí continua moviéndose hacia atrás no podríamos controlar su avance invertido, sería como cuando un intenso o viento o fuerza-empuje tira de nosotros en sentido opuesto. Idénticamente adelantados hacia un hipotético futuro. 

Además, regresando al tema de la inversión, todo iría al revés desde la concepción del tiempo en mecánica cuántica [las partículas observadas en los experimentos recientes alumbran que al viajar al pasado-futuro se comportan como un espejo] de conseguir detener el tiempo también. Desde la termodinámica con la entropía o flecha del tiempo meteríamos la pasta en el tubo. Las consecuencias serían que lo que sube baje, palabras <— o —> , lo que quema hiele y lo que explosione-implosione. Muy inestable, como en hipótesis mostró Cristopher Nolan en Tenet [2018]. Dejo el interrogante ¿cómo desplazarse bien así? ¿podríamos alterar algo en esa película loca al pasado-futuro?🤔

jueves, 26 de enero de 2023

Acerca del importante equilibrio

La vida es equilibrio. Como decía el sabio señor Miyagi en "Karate Kid" [1984]: —“la lección del equilibrio no es solo para el karate, sino para toda la vida. Toda la vida tiene un equilibrio. Con equilibrio todo esta mejor”. La simetría en física responde a la preservación o conservación de las propiedades de un sistema como por ejemplo las leyes físicas en todo el universo, con las 4 fuerzas de la naturaleza, electromagnética, gravedad, nuclear débil y nuclear fuerte que permanecen invariantes. 

El equilibrio trae consigo la homeóstasis y sin él es imposible la salud. No podemos vivir en desequilibrio permanente. Siempre buscamos regresar al equilibrio. De hecho, luchamos contra la entropía a diario, la pérdida de calor-energía, destrucción y regeneración de las células, si bien la entropía aumenta a la larga de acuerdo con la segunda ley de la termodinámica y hay tendencia al desorden, necesitamos de la organización para no ser aniquilados. El equilibrio por lo tanto representa el estado nivelado, armónico, de no sufrimiento ¿por qué nos cuesta tanto alcanzar este estado a los seres humanos? 

Vivimos una época donde da la impresión de que el equilibrio es negativo en cuanto a nuestros hábitos de consumo. Incluso en el amor hemos incorporado la brevedad y la promiscuidad en las relaciones, que en mi opinión, no favorecen demasiado el equilibrio interno a largo plazo. En fin, que renegamos de la estabilidad. Si bien los cambios resultan buenos y la transformación es positiva, tarde o temprano hemos de recuperar una posición de cierta tranquilidad frente la angustia de la incertidumbre constante. Difícilmente soportamos dicha condición. 


 

miércoles, 25 de enero de 2023

Del sabio/a

El necio critica lo que no comprende, mientras que el sabio alaba lo que no comprende e intenta entender el por qué. 

sábado, 14 de enero de 2023

Otra vez la felicidad y la inconsciencia

A mi parecer, la felicidad es un sentimiento del inconsciente, que anhela tornar consciente los opacos días en que llorábamos para comunicarnos con el mundo. 

La felicidad por lo tanto comprende un aferrarse a lo que no sabemos cómo fue, pero imaginamos debe ser mejor que el duro mundo de la conciencia adulta, donde se ha contemplado el absurdo y escapamos de él metidos en diversos quehaceres, tratando de evadirnos a todas horas del mencionado sinsentido. 

El sentimiento de felicidad emana de la pretensión de recobrar el sentido que pensamos la inocente etapa sensiomotriz [0-2 años. A partir de los 2 años empezamos a recordar] confería fugazmente a las cosas. La despreocupación ocuparía ese sentido, pues cuando algo goza de sentido no merece la pena angustiarse. Buscamos recuperar el asombro, volver a sorprendernos como el ser que gateaba y se maravillaba, brevemente, del vasto e infinito espacio dispuesto ante él. 


Jorge Beautell Bento 

14/01/2023