martes, 5 de enero de 2021

 Urgimos de una ética fundamentada en la razón e impulsada por los afectos, aunque regulados por la razón, a fin de que los segundos en su desbocamiento  no traicionen a la primera. La primera ayuda a escoger lo más óptimo, mas si, como señalaba Aristóteles en su "Ética a Nicómaco", no se ha educado primero el carácter, la razón, imbuida de extremos estará desbalanceada y tomará por racional—virtuoso lo puramente vicioso-pasional, o dicho en otros términos, entenderá que es lo mismo ayudar a alguien que ponerle la zancadilla. Los deseos han de ser inteligentes y la inteligencia algo deseable, pero para ello deben trabajar armoniosamente y en equipo. Tal es a mi entender el error del "pathos instrumental" y la mal llamada "razón instrumental". Imágenes falsas y equivocadas, ideas inadecuadas de los afectos recordando a Spinoza, que por ausencia de introspección y de ejercicio y hábitos se consideraron —en la ignorancia de sus causas—adecuadas. Si quien conduce un vehículo no tiene precaución ni control, con altísima probabilidad tendrá accidentes.

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