domingo, 12 de febrero de 2023

Acerca del placer racional de Epicuro

Quisiera aclarar que nada tengo en contra del placer, mientras este sea un fin y no un medio para conseguir las cosas. Al tomarse como fin el placer se torna autoconsciente y reflexivo y si lo desean denominar así, racional, en tanto que el placer en esos términos conoce sus límites en el propio placer alcanzado—concentrado en un elemento o propósito—- y no andará, obsesivamente, tras otros objetos en la distancia temporal. 

Asimismo, el placer retrasará la recompensa, puesto que ya reposa en ese placer y saboreará adecuadamente sus bienes o virtudes. Lo concibo además como responsable al estar acotado a los fines en sí mismos y no percibir a los demás como medios placenteros tampoco, sino de la misma naturaleza conferida al placer. Es un placer de meta, que posibilita su espera. Se observa desde la distancia y se trabaja para llegar a él. Aristóteles lo calificó de felicidad al final de la vida, pero yo personalmente no concuerdo con que deba darse en la etapa final de la vejez. 

Lo que debemos llevar a cabo es una educación de nuestros afectos en el sentido griego, con vistas a refrenar los vicios que hagan peligrar nuestra salud y a construir placeres sanos con nosotros/as y los/as demás. 

En ese género de placeres incluiría la salud, el amor, la amistad, el conocimiento [cultivarse], meditación, interactuar con animales no humanos [derivado de la amistad claro], la actividad artística—cualquier acto creativo—, el trabajo cuando uno se siente realizado con el empleo que lleva a cabo, el deporte al observar los resultados-efectos más tarde y apreciar el proceso y no repentinamente [aquí incluyo el contacto con la naturaleza como senderismo, excursiones, caminatas], los actos solidarios—si bien uno se siente bien al momento, valora la buena acción de por sí y el interés no es un medio sino un fin igualmente—, y cualquier actividad que tenga su constancia y contribuya a la salud y el crecimiento personal. En lo tocante al sexo, el erotismo ocuparía ese placer no inmediato, sino capacitado para esperar y sentir los momentos de excitación. 

Si muchas cosas tienen que ver con el sexo, resulta triste que finalice todo tan pronto como una muerte anticipada al goce de la vida. Esto lo acabo de escribir sobre la marcha en uno de esos extraños instantes llamados "inspiración". 


J.B.B


"Sobre el placer racional" [basado en la idea de Epicuro]

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