martes, 21 de marzo de 2017

SER EMOTIVOS NO ES SINÓNIMO DE SENSENSIBLERÍA (FINGIMIENTO Y FALSA MUESTRA DE AFECTIVIDAD HACIA EL OTRO): LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN AFECTIVA.


A mi parecer existe una gran confusión entre ser personas emotivas y el sentimentalismo barato. La mala fama que se han labrado las emociones, podría tener sus raíces en este viraje y asociación con la lágrima fácil y terriblemente manipuladora.

Yo reivindico la primera de las perspectivas, que es la que guarda en su seno la crítica y deliberación, desde la comprensión y el uso adecuado del apartado emocional, remarcando la importancia del mismo en nuestras vidas.

A su vez, considero que habría que hacer visible en el imaginario colectivo el hecho de que muchos procesos emotivos y sus derivados sentimentales son inconscientes, mediante respuestas rápidas, aprendidas en grandes ocasiones y difíciles de evitar (sería una ingenuidad y fallo obviar esto).

Por tal razón, pienso que debería de educarse desde un principio para que los niños conozcan mejor sus estados emotivos, expresando y dándose más cuenta de como se sienten ellos y quienes les rodean, con la incentivación de la cooperación, empatía, amistad y solidaridad.

Gracias a esta medida pedagógica-psicológica, se prevendrían muchas conductas violentas y segregadoras como el bulling, el famoso acoso escolar, así como la discriminación de las personas por su etnia, sexo, clase social, ideología, creencias religiosas, etc.

Todos somos más o menos emotivos, nos guste o no. La denominada "educación afectiva" adquiere una gran relevancia para conseguir relaciones de beneficio mutuo entre los sujetos, aminorándose el egoísmo individualista a la hora de interactuar con el resto.

Jorge Beautell Bento

21/03/2017

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