viernes, 3 de marzo de 2017

LA PRISA ANTE EL EXISTIR: BEBIDA DESAPROVECHADA



Pese a que la vida debería ser saboreada brindándole cortos tragos, tal que si bebiésemos un exquisito café cultivado en las montañas de Colombia o alguna región del planeta donde éste abunde y resulte rico al gusto, y con un tueste óptimo para todo cafetero que aprecia un buen producto.

Aún cuando el ideal debería ser tomar la vida a sorbos pequeños, paladeando en la boca sus variados matices y capas, ingerimos de golpe el líquido del recipiente. Somos admiradores de la premura, el "right away" que claman los anglosajones al demandar rapidez.

El ritmo de la música que invade tanto al vividor como al repeledor del bamboleo vital_unos dejan el recipiente vacío en un santiamén y los otros desdeñan  probar la bebida ipso facto-es frenético, desbordante, casi de infarto, con el diagnóstico de una parada cardíaca.

No termino de entender por qué el pensamiento sosegado, el cual reivindican los practicantes del budismo y yoguis, perderse por completo en el objeto como indicaba el filósofo Schopenhauer, no se despliega en la mayoría de las personas con sangre fluyendo por sus ríos venosos

¿Acaso no cabe una cata mayor de los momentos presentes, sin pretender que se rompa el intervalo de abstracción, fijación y apaguemos el botón de la maquinaria estresante y vampírica?

Únicamente en el periodo vacacional las agitadas aguas de la celeridad se amansan, y se le concede un respiro al individuo, sumiéndose de lleno en su mundo interno mientras divaga y toma, esta vez sí, parsimoniosamente el proceloso contenido de la bebida que le sirve la existencia, cayendo al fin en la cuenta de que vive y es un "ser en el mundo."

Jorge Beautell Bento

03/03/2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario