sábado, 7 de noviembre de 2020

 Tal vez una de las causas de la ignorancia contemporánea venga de tachar premeditadamente a toda suerte de religión de ignorancia y señal de superstición, en lugar de sacar provecho de sus saberes, pues en todo medio hay conocimiento, del mismo modo que incluso bajo los fríos casquetes polares y en aguas en ebullición se localiza vida ¿Y no fue la Península Ibérica un rico crisol de culturas cuando convivirán los tres credos cristiano, judío y musulmán? Y por el hecho de que se rindan cultos a deidades no hay imperativo de ceder a su obediencia, mas no da lugar tampoco a que se ofendan y desaprueben las de quienes profesan esa fe. Ese es el respeto mínimo y así se curan los extremismos y cualquier amenaza de ataque del fanatismo ¿y qué fanatismo religioso no queda en evidencia, cuando no se le violenta e incita y sus pasiones le conducen a la merecida desaprobación de la gente? Mantengo la seguridad de que finalizarían las trifulcas y el temor a sus represalias. Nadie ha sido herido y de obrar contra quien no ha arrojado puñal alguno, la miseria de sus fieles les ahogará para siempre y su Paraíso jamás será acariciado.

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