miércoles, 11 de noviembre de 2020

Muy sabia y estudiosa será la mente de aquel que deja toda su moralidad en las pasiones o afectos ¿pero respóndanme los partidarios del emotivismo, si tomamos como referente a un sujeto dedicado al saber ¿cómo la deliberación y la ilustración, los razonamientos aprendidos y la planificación cohabitan con su antítesis, además visualizada cautelosa y preventivamente como perjuicio y perdición absolutos? ¿qué mente preclara lanzará por la borda sus lógicos principios con vistas a dinamitar con el dictamen de la pasión y afectos el inmenso esfuerzo de su formación y rigor en sus planteamientos? ¿y cómo, quisiera yo averiguar, respaldará el atropello de su amada disciplina y la certeza advertida en la práctica de ciertas costumbres y el transporte a la vida de la ilustración de Sodoma y Gomorra a cuenta de apostar por las opuestas? ¿dormiría tranquilo ese espíritu admitiendo que su saber nada aportará a los problemas de índole moral? Imaginemos a un matemático o biólogo que diese con una fórmula universal para dar respuesta a grandes misterios, e inclusive enfermedades temibles, y se le pidiese encarecidamente que las tirase a la basura, y viérase este confinado a visualizar con suma impotencia como el beneficio mutuo para sus semejantes es ejecutado por su silenciamiento. A este siniestro escenario conduce decantarse por el emotivismo en aquella conciencia que todavía no ha refutado nuestra humana capacidad de juicio y no sucumbe al contrasentido de sacrificar a la especie global por inefable y pendenciero goce de minutos mutilados, donde el asesinato se extraviará entre los gemidos de dolor, jubilo y auxilio de las bacanales. El sujeto asestará una vehemente puñalada, al tiempo que otro practica sexo oral y anal con él. Y las eyaculaciones se teñirán de rojizo maná de ríos venosos, y las copas de Baco brindarán con tan aberrantes y desconcertantes sustancias. Este es mi alegato a los siervos del emotivismo moral y su precipicio derivantes ¿cómo replicáis si concebís vuestros posibles insultos cuales venenosos besos del alma? 


J.B.B

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