domingo, 1 de noviembre de 2020

LAS INCOHERENCIAS DEL EXISTENCIALISMO SARTREANO Y BEAUVOIRIANO Y LA DERIVA MARXISTA. LA ESENCIALIZACIÓN DE LA ESCLAVITUD HUMANA

 El existencialismo como corriente filosófica grosso modo, y en especial con el pensador Jean Paul Sartre, sentencia que "la existencia precede a la esencia", empero algunos de sus integrantes como Simone de Beauvoir afirman lo siguiente: 

"La naturaleza del hombre es malvada. Su bondad es cultura adquirida". 


Ya me dirán a qué naturaleza no esencial del ser humano está aludiendo aquí Simone. En primer lugar, interrogaría a la filósofa de la cita por lo siguiente: ¿quien la hizo malvada a esa naturaleza, la cultura que apoyándonos en su texto debería conferirle bondad? ¿no estarían admitiendo el fracaso de la cultura si debe haber total ausencia de conductas anteriores al aprendizaje? 

¿Y no será este reclamo de lo cultural una tapadera para mirar para otro lado ante una esencia demonizada de antemano—e incluso un temor a negar a un Dios que dirija la moral con esa advertencia de Dostoievski: "Si Dios no existe, todo está permitido", y de ahí tanta urgencia en ampararse en la cultura como recto catecismo y responsabilidad mínima en la acción— correspondiente a intereses ideológicos-políticos y de variado calado, y pretender alterarla por entero mediante la cultura dispuesta a unos aviesos fines con tufillo maniqueísta de "buenos y malos" de fábrica, al no nombrarla [la naturaleza]? El individuo debe salvarse o bien emanciparse de esa naturaleza corrompida afiliándose a X corriente ideológica. Luego su redención se hallaría en la cultura bajo tales parámetros y sospechosamente simpatizantes los últimos con determinados regímenes o formas de gobierno. ¿Adoctrinamiento implícito? 

Dicho de otro modo, se está juzgando sin decirlo que el humano está ya condenado no a ser libre, sino a ser un peligro. Se oculta la realidad ontológica maligna que dialécticamente afirman en lo silenciado—por lo menos en lo tocante a supeditar la existencia, lo que se hace a la esencia, lo que es sin la participación de la experiencia—, y predisponiéndola e integrándola falazmente en su discurso sociologista-culturalista? ¿acaso no manifiestan los autores que el ser humano no nace, sino que se hace? Regresamos al mismo entuerto lógico ¿quién lo hizo malo? 

Pero si la mentada naturaleza es malvada de antemano ya ¿no significa esto que la cultura y campo empírico lidian con un carácter a priori? Explíquenme esta gigantesca contradicción de sus bases y por qué no se ha ahondado en ella.


Con alta seguridad otros pensadores que aseveran no contar con bases ontológicas predefinidas, como Karl Marx, manejaban una idea similar de la naturaleza humana ¿no están las clases sociales esencializadas, santificando a todo hijo de obrero y mandando a la hoguera, pidiendo la cabeza de todo empresario o personas que llevan negocios sin rostro, amputada toda suerte de empatía parafraseando a Levinas, representantes de esa naturaleza humana malvada no revelada en la palabra? 

¿El sociologismo, tan en boga, celebrando la famosa maxima posmoderna de "todo construcción es social" es esencia tabuizada, velada desde su espantoso rostro o destino para montar el tinglado de que es posible y necesario variar su torcido rumbo? ¿por qué tanto empeño en rechazar la idea del "mal radical"[en las raíces] e inserto en la preestructura ontológica del sujeto entonces?


J.B.B

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