viernes, 20 de septiembre de 2019

"La cura de la náusea".

Trato de ser misántropo, de veras que sí. Salgo a la calle, paseo y alzo la vista hacia los transeúntes, intentando con vano esfuerzo culparles de mi desdicha. Entonces, caigo en la cuenta de que antaño despreciaba (sin excepción) al mundo, porque hondamente me detestaba a mí mismo. Tal cosa no ocurre en la actualidad.

Por el contrario me tengo estima, no sé cuánta, pero sí la suficiente como para sentir algo "no asqueante" cuando otras entidades vivas pasan a mi lado. Palpo su presencia como si de la mía propia se tratase. El cerebro__no digo que todas mis partes componentes se restrinjan al aparato neurológico, empero, supongamos que allí reposa la conciencia__se halla conectado a la vida, no huye de ella, ni tampoco la aborrece. Posiblemente, porque de algún modo se halla en paz consigo mismo, concuerda internamente y las notas musicales están más o menos afinadas.

Me percato de que no puedo obrar de cierta manera si no creo firmemente en ello. Soy fiel a mí mismo. Después de todo, la honestidad; como tiene lugar con prácticamente cualquier cualidad o atributo de admiración; debe plasmarse en el propio sujeto, la identidad llamada yo. La alteridad y su concepción no es más que un destello de la mirada particular. Yo soy mi infierno y ardo.

En mi coetánea salida urbana cotidiana, me despellejo cuando diviso la tristeza del resto, porque sufren en medio de un cosido silencio, padecen en igual medida que yo. Su dolor es el mío; como lo fue inversamente mi odio pasado, proyectado en perfectos desconocidos y conocidos envidiados o bien aquellos con los que directamente tiraba la toalla, debido a desavenencias en el entendimiento y escala de valores. En resumen, maneras distintas de contemplar la vida disponían infranqueables muros de cara a la mantenencia de la amistad.

Esto es compasión y la búsqueda de los medios para aliviar y advertir el malestar colectivo se inicia con el bienestar individual. Del egoísmo__uno sano, no excesivo o vicioso__ brotan la solidaridad y la empatía hacia nuestros semejantes. Este es mi credo y me esmero por vivir con él.


J.B.B

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