viernes, 7 de marzo de 2014

Tratado político-ético natural

A mi parecer y pudiendo discrepar conmigo en esto. La creencia en una libertad absoluta es una excusa para actuar según queramos, no importan los medios utilizados para ese fin, obviando las leyes de la naturaleza, que constituyen un largo proceso evolutivo, luego natural. Y es un hecho que tales leyes, causas, procesos naturales determinan el uso de nuestra razón y emociones, apetitos puesto que somos una especie natural, y dichas cualidades las poseemos queramos o no.

Lo idóneo sería el buen manejo de ellas para con la convivencia del conjunto de individuos no importa su sexo, clase social, identidad sexual, cultura, discapacidad. Referido esto hacia nuestros hábitos, costumbres, derechos y deberes, tratando de actuar de manera justa, prudente, solidaria, generosa, compasiva, si nuestros actos no conllevan el sufrimiento de un tercero como tampoco perjudiquen al segundo, o a un@ misma, colocados en el mismo nivel de tratamiento, impidiendo que el individuo se sobreponga como si fuese soberano, o que se dañe, perjudique la dignidad del sujeto por lograr un beneficio ajeno, y del mismo modo el respeto del sujeto a la dignidad, derechos  del grupo.

¿Cómo?

Trazando entre los individuos principios éticos en las distintas áreas o esferas del mundo humano natural-social, y que estos regulen el funcionamiento de las sociedades, reflexionando, dialogando, para la puesta en práctica de dicha libertad determinada por las emociones y la razón naturales igualadas en fuerzas, en equilibrio, término medio. En cambio, ignorando la naturaleza de tales atributos dañamos a otras especies y miembros de la propia al no vernos reflejados en ellas.

En base a esto hay un Estado de Naturaleza que permanece, no desaparece, porque natural es el principio/orígen de cualquier cosa, incluso no resulta absurdo afirmar que nuestro estado es el natural porque natural es nuestra especie, y que la cultura, las tradiciones, costumbres, artes, técnica... aunque producidas por los seres humanos, son una prolongación o continuación de la naturaleza.

Además, lo que rodea a los fenómenos naturales no es bueno ni malo, es objetivo, es lo que es. Esto que es, si trae consigo malestar, violencia, tristeza, dolor a las especies puede mediante la emoción y la razón conjuntas, deliberando, reflexionando, ser modificable, cuando no procede de hechos involuntarios, objetivos. Tal es el caso de los fenómenos metereológicos si hablamos del soplo del viento, la fuerza del oleaje producto de una tempestad, el desbordamiento de un río por fuertes lluvias, geológicos al observar erupciones volcánicas... Sin embargo, un fuego o incendio puede ser evitado a priori si lógicamente hay una acción humana que lo produce, dicho de otro modo, si las llamas aparecen porque se ha tenido imprudencia de algún tipo. No ocurre así cuando un rayo golpea una rama prendiendola. Aquí la reacción humana no puede ser a priori, sino a posteriori, el acto de sofocar las llamas se realiza después.

Cuando afecten al mundo natural-cultural de los animales humanos, luego subjetivo aunque no por ello se aleja de lo natural con razón, emoción, materia, cuerpo, arterias, cerebro, corazón, piel, sangre, estómago naturales. Entonces, estos animales humanos perciben, otorgan cualidades, juicios respecto a cosas que si puede cambiarse. De ello se deduce que es viable, aconsejable orientarse en otra dirección, plantear alternativas que den lugar al bien común, a intereses compartidos basados en reglas y derechos. Se hace mención aquí de la especie humana como un elemento más al advertir que la voz de los animales no humanos no puede ser escuchada en un código que entendamos para observar su visión, aunque no se descarta un desciframiento futuro. Está siendo investigada por parte de la ciencia la existencia de una conciencia animal. No se discrimina por tanto a los animales en cuanto al aprecio, cariño y cuidado.

Por ejemplo con la educación, el aprendizaje de conocimientos, de valores que ayuden, y que no destrocen, que si impulsen propósitos y deseos de amor, paz, felicidad, crítica, reflexión, curiosidad, creatividad, respeto, justicia, generosidad, reflexión, solidaridad, igualdad, empatía bajo las condiciones de ser considerad@s fines en todo momento y no medios, sin sacrificar, tomar como herramienta, instrumento a nadie por el beneficio personal, o que el beneficio ajeno vea como medio o herramienta al individuo. Siguiendo a Spinoza, la alegría no puede provenir del sufrimiento, sino que debe experimentares cuando se obra solidariamente, se coopera para ayudar a un segundo sin el perjuicio en tal acción para otr@s.

Se trata de que el individuo A se una con B, este con C, D y que se ayuden, muevan para lograr experimentar alegría mutua. Jamás el daño, violencia, odio sobre otros individuos pueden provenir de la alegría, sino de la tristeza, ya que la mente recuerda tales experiencias, y estas si son tristes restan potencias, conducen a la soledad, a la destrucción. Las emociones resultantes de la alegría suponen siempre amor, paz, amistad, respeto, estima, empatía, solidaridad. El cuerpo recibe estas ideas que se fragüen en la mente y del mismo modo la mente padece las emociones del cuerpo. De ahí la frase "Mente sana en un cuerpo sano". Las consecuencias son una potencia, un mejor estado del cuerpo y del cerebro, externa e internamente. Está probado que la salud mental y corporal, estar bien de mente y cuerpo es crucial para sentirse bien, en armonía, paz. Si por un casual pensamos ideas solidarias, pero actuamos ejecutando dolor, envidia, egoísmo estamos yendo contra nosotr@s mismas, con un desajuste y desequilibrio. Por tanto, los pensamientos, razonamientos y las emociones deberían reposar en tranquilidad, un mar de calma en los individuos.

Es vital a la vez que ni terceros, cuartos o quintos y siguientes tampoco reciban tristezas, malestar, crueldad por nuestras acciones. De este modo resulta posible ante lo perjudicial con el uso emocional y racional alcanzar sentimientos e ideas agradables, pasiones y razonamientos positivos alegres, amistosos, cuidadosos, justos, compasivos entre un@ y l@s demás... Desde aquí, lo que hay, el ser puede evolucionar a un mejor ser, sin abandonar en ningún momento lo natural optando por la creencia en un ser supernatural. Tampoco nada que guarde relación con la idea de un superhombre nazi o semejante a tal ideolgía, el cual reprima sus emociones como una máquina, o un humano que someta a otr@s como esclav@s, presos, que jamás los torture, maltrate, asesine. Se trata de ver sumada la potencia del <<ser>> con las normas éticas del <<deber ser>>, basándose en decisiones democráticas, sin tiranos como gobernantes, acuerdos, debates, comunicación, diálogo, justicia, sanciones para quienes incumplan las leyes acordadas, convenidas bajo tales principios básicos naturales por la naturaleza que envuelve a la razón y emoción, afectos humanas producto de la evolución, junto a toda la materia, carne, huesos, tejidos, hierba, pétalos, madera...

El respeto de toda vida, la naturaleza vegetal y animal, cada hoja, tallo, árbol flor, delfines, lobos, águilas, tigres, monos, gatos... El conjunto de seres vivos que habita el Planeta.

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