domingo, 6 de septiembre de 2020

Toda esta crisis mundial sanitaria me ha hecho darme cuenta de que no soy tan insociable como daba por sentado. No valoramos las cosas hasta que las perdemos o bien notamos su ausencia. Hay que desprenderse lentamente de aquello que se ama, o no adorar demasiado, desapegarse para no sufrir con la separación, y por encima de todo, saber que nada dura eternamente. Así funciona la condición humana, el ser humano en la historia y su acción.

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