lunes, 9 de diciembre de 2019

Detesto la falsa alegría por encima de todas las cosas. Aquella con cara idiotizante de autofingimiento y pretensión de maquillar, con aglutinante sonrisa, las cicatrices del corazón. La de la ignorancia, acerca de la desgracia certera por causas anteriores, completamente idénticas a las vividas actualmente,
y sin embargo, omitir la alarma. Hacer completos oídos sordos__al auxilio de la llamada racional__y retornar a la caída desde elevada cima, con el padecimiento del mismo daño. El enamoramiento con tintes hiperrománticos, la dependencia, aún en escenarios tóxicos, adololece de este mal.

¡¡¡Pobres infelices!!!  Me causa una insondable compasión (que no se traduce en lástima, sino en em pathos—sentir con vosotros) y rabia de justicia lacrimógena y desangrada, vuestra amarga situación. Afirmáis que la boa, con quien habitáis y os ha intentado estrangular asiduamente, lo hacía porque es su manera de ¿quereros? y quería ofreceros un abrazo, o bien determináis que sus golpes humilladores están sujetos a pretexto. Pase lo que pase, no importan el desmán o agravio, hay que perdonarles la afrenta.

—Obró sin mala fe. Me ha prometido no intentar asfixiarme futuramente, cuando nos hallemos en pleno idilio amoroso ¿qué se le va a hacer? He sido lastimado una vez más, pero yo la incité para que me atacase. Fue mi total culpa. No he cedido a su petición y deseos, sobrepasando la autonomía conferida por ella (la boa). Sus razones y derechos absolutos de reptil esgrimía, mientras que extinguidas como ser humano fallecen las mías.

Prosigue la ex-culpación:

-En el fondo, y quitando sus constantes faltas de respeto, humillaciones, cabreos si le contradigo y exhibición de insultos y descalificaciones varias. Por encima de ello, me estima-aprecia y es bueno conmigo.

Frases demasiado sonadas en la sordera de la violencia. No nos engañemos. El único responsable aquí, es el individuo maltratador, el (irre) responsable del sufrimiento y engatusador, ávido psicópata. Experto seductor, zorro cazador (con el perdón de mi simpatía por los zorros. Pido disculpas por su humanización y con este bribón ejecutar comparación) y a todas luces manipulador. Escupe, en su disculpa teatrera, palabras vanas, huecas de cariño. Apego de depredador. En exclusiva dialoga con su ego; capricho, posesión y obsesión. Nula idea de lo que significa el amor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario