martes, 17 de diciembre de 2019

A la muerte se la ama y aborrece al mismo tiempo. Tiene lugar un apego a la vida y un ansia por caer en el inmutable sueño eterno algún día. Vivir termina por agotar, pero cuando todavía la salud resiste con mano de hierro y la sangre hierve, nadie clama —¡¡¡Quiero marcharme de aquí!!! Resuena en las calderas internas la estridente sinfonía de "proyectos por cumplir, una obra ejecutar y una huella en la arena del tiempo dejar"...

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