sábado, 11 de julio de 2020
La vida está plagada de mentiras para no fenecer los individuos de la verdad. Incluso las sensaciones corpóreas comportan un placebo de cara al amargor de la vacuidad existencial. Nuestro cuerpo fabrica drogas con objeto de salvarnos de padecer, sufrir, programado para avisar de y paliar, evolutivamente, el dolor. Vivir entretenidos, ocupados. La "existencia inauténtica", referida por Heidegger, es el medio de evitar la angustia por vernos, cuando reflexionamos, enfrentados a la nada.
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