lunes, 18 de mayo de 2020

EL CEREBRO Y LA CONCIENCIA

Llámenme cerebralista, pero estoy casi del todo convencido de que sin cerebro o con lesiones graves en este órgano, no distamos mucho de la tímida conciencia de una mosca o una cucaracha, inclusive un vegetal. Por supuesto que sentimos con otras partes del cuerpo, pero el interruptor y revisor de la sensibilidad provienen del área neurológica, máxime del hemisferio cerebral derecho—aunque no dejemos fuera que el apartado lingüístico y lógico, está más ligado al izquierdo [entendimiento kantiano, las categorías o etiquetas]—si bien utilizamos ambos lados y los mismos se hallan interconectados.
La arquitectura del conocimiento de Kant dio prioridad a los caracteres del lado zurdo, si bien la estructura de la mente [psiquismo] de Kant [la razón legisladora] es inmaterial. En ningún momento el autor nombra al cerebro, ni tampoco la palabra mente, pero léase su composición como la un contemporáneo sistema computacional, con la información y ejecuciones del hardware y el software.
En términos aproximativos y teóricos, Kant se adelanta a la metáfora de la mente-ordenador- escuela cognitivista en psicología. La manera más comprensible de advertir su armazón cognoscitivo es vincularlo o recrear la morfología de la robótica y la inteligencia artificial. Ilústrese en el sistema psíquico de cada quien ese cableado, y se obtendrá más claridad del aparato analítico de esa razón arquitectónica kantiana.
El filósofo de Könisberg obvió la parte diestra más intuitiva, emocional, de imágenes, colores y sonidos. Hasta la situación de los objetos en el espacio, una intuición pura de la sensibilidad [espacio y tiempo], se correspondería con las funciones del hemisferio derecho señalado. No debemos olvidar que el sujeto conocedor kantiano es puramente lógico y no psicológico [depurado de creencias, valores, emociones y demás atributos mentales].
Aún cuando las ideas de la razón quieran escapar de los límites de la experiencia y de esa ligazón con la sensibilidad. Ideas tales como la justicia o la libertad y volar hacia el espacio del hacer-la ética-. Estas son ideas sin contenido afectivo alguno, traducidas a un lenguaje máquina, flotantes en el ciberespacio de la razón y despojadas de un contexto o marco cultural ad consecuenciam. Tampoco hay historicidad o presencia del cambio y tomar en consideración las transformaciones ambientales ¿He ahí el fracaso del imperativo categórico ético- ese "trata a los demás como fin y nunca como medio" o "haz que tu obra se transforme en máxima universal"?
Kant bifurca [divide en dos] al sujeto, dejándole su parte racional en la actividad de conocer [mundo objetivo] y actuar en la ética [mundo social ahistórico], mientras que la alusiva a la emoción, la imaginación no sujeta al entendimiento y tampoco referida al objeto, plano subjetivo-placer y dolor del sujeto- en el campo estético o del arte [mundo subjetivo]. Empero, hay que perdonarle al pensador esta omisión del componente afectivo, pues pese a ello, Kant dio un giro relevante en la epistemología [cómo se conoce] y ubicó al sujeto en el lugar central, igual que Copernico había realizado con el papel del sol, sobre el que gira la tierra y los demás planetas [heliocentrismo].
A mi entender, y a la luz de las investigaciones recientes, los neokantianos deberían modificar la famosa cita kantiana en la "Crítica de la razón pura" de "los conceptos sin intuiciones son huecos y las intuiciones sin conceptos son ciegas", y suplirla por "el lenguaje abstracto sin emociones-imágenes intuitivas visuales y auditivas, sintéticas es hueco y las imágenes sin lenguaje lógico-verbal y analítico son ciegas".

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