lunes, 18 de noviembre de 2019

Reflexión de hoy

La misantropía no es más que un auto-misismo (auto-desprecio), proyectado en el otro colectivo o plural. Comprende una ultra-culpabilización ajena, la totalidad de los conflictos personales no tratados y por ende no superados, transportados a las malas decisiones y vivencias humanas. De una cadena de sucesos negativos con individuos concretos se infiere falazmente que el resto responderá de modo idéntico. Es por tanto una operación lógica absurda y contraproducente—generalización apresurada— mayúscula, por más que se aliente dicho odio, casi en una contradictoria señal de narcisismo (me odio yo y odio desde el yo mismo; no salgo de mí en ningún momento, ninguneo al otro y no intento comunicarme-dialogar con él, el otro es un yo auto-enajenado), en las mentalidades actuales.

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