domingo, 23 de febrero de 2020

Los caminos de la razón.

La razón es el principio de cualquier conciencia moral (responsabilidad y deliberación meditada), pero esta ha de verse movida o motorizada por la emoción.

Aparte, es la emoción quien le concede a la acción racional su fondo afectivo y solidario. El deber me mueve a actuar porque, si bien espero que la otra persona obre como yo lo haría, me he comprometido. Ha tenido lugar anteriormente una motivación para decidir actuar de tal modo. No aconteció una programación. Traduciendo esto, debió producirse un placer y motivación, que me condujese a obrar con deber y justicia. De lo contrario, si fuese dolor la sensación atravesante, el imperativo haría aguas por todos lados y renunciaría de lleno a esa buena voluntad racional (deber), pese a la presunción de correspondencia en los demás.

Este es a mi parecer el déficit de base en la ética kantiana. La presuposición de la perfección e idealización del sujeto ético ¿de qué sirve atender o preocuparse por un sistema concebido como infalible? ¿para qué un recordartorio a la conciencia respecto de lo correcto, si a quien afecta no está en riesgo de errar?

Si se pretende la objetividad del juicio (sensus comunis), no es que haya que reprimir las inclinaciones, sino redirigirlas hacia consecuencias positivas para los actores, al tiempo que se les toma como fines en sí mismos, sujetos con dignidad y se les corporaliza. En otras palabras, los sujetos pasan de la mera formalidad lógica a principios de acción tangibles y contextuales y sin que tampoco peligre su integridad y civismo.

Ahora, en esta tesitura, es cuando se evidencia la problemática y realidad ética de referirse a un sujeto vulnerable, inseguro y corruptible en cualquier momento. Es entonces cuando la conciencia kantiana de tomarse, en el imperativo categórico, a uno mismo como valedor de justicia universal y prevenir ese "mal radical", la torcedura de cualquier ser humano hacia la barbarie (el lado siniestro de la razón con carácter instrumental), cobra un sentido y asentamiento práctico. Luchamos por los derechos humanos, porque sabemos que dichos derechos no están asegurados.

"Los caminos de la razón".

J.B.B

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