jueves, 28 de noviembre de 2013

Macintyre: El retorno de Aristóteles

Como señala el filósofo neoaristotélico Alasdaire Macintyre. Resulta que al final nos encontramos y reconocemos a nosotr@s mism@s en quienes creíamos como inferiores, alejados y diferentes: los animales no humanos. Con quienes compartimos muchas características instintivas, estímulos, interacción, reflejos... Aspectos prelingüisicos básicos, sin los cuales no podrían aparecer los conceptos posteriores tales como la reflexión y razomientos lingüísticos que permiten actuar en la busqueda de bienes. Somos animales igual que ellos, nuestra identidad y naturaleza es la misma que la del resto de animales no humanos... Es realmente interesante este aspecto que nos redescubre Macintyre, quien recupera la Filosfía de la naturaleza de Aristóteles y se posiciona a favor de la teoria de la evolución de las especies de Darwin. Muestra las similitudes que guardamos con los animales no humanos, con quien formamos un continuo como ya se ha mencionado.

Del mismo modo mantiene Macintyre que se recuperen las virtudes aristotélicas, el término medio, la prudencia, justicia, solidaridad, cooperación con los demás miembros de la ciudad... El ser humano es un animal social y político, que participa en las actividades y vida de la polis, la ciudad. Al final seremos felices, porque haremos aquello conforme a nuestra actividad, como el músico que desea tocar bien su instrumento, la del ser humano es ser bueno gracias al ejercicio de las virtudes aprendidas en el ethos o comunidad por parte de la familia, alejadas de los vicios y excesos que al final nos conducen al fin último, la eudaimonia o verdadera felicidad.

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