lunes, 19 de agosto de 2019

MEDITACIONES DE UN VERANO (qué más darán el año y la datación mensual y diaria)

Los mejores escritos, dejados mis posts, han sido realizados desde la taza del retrete. Los momentos de inspiración no los escoge uno. 

El alivio fecal—al igual que otros de naturaleza similar, como el orgásmico. Aclaración: Lógicamente, la actividad para con este último se realiza a posteriori del acto sexual y la consabida "explosión final". 

Quisiera ver yo a alguien—que no padezca anaorgasmia, anhedonia o problemas de alguna índole para sentir placer corporal—intentando escribir legiblemente (con vistas a que se entienda y guardando coherencia el texto), al tiempo que, entregado al goce y comandados por el cerebro, sus atributos masculinos o femeninos descargan una corriente placentera de altísimo (en ocasiones menor, dependiendo de factores psicológicos y otras variables ambientales) voltaje, contagiándose al resto de la anatomía. 

Los nombrados desahogos rompen con el estreñimiento, el estado de tensión en la mente-cuerpo. Nótese la verificación del no dualismo (contrario a la separación de ambas sustancias cartesianas-cuerpo y pensamiento). Difícilmente se puede crear, si el estómago y los genitales—en orden jerárquico, sí,—están en guerra. 

Refutación a Freud: 

Las pulsiones del intestino vencen a las del sexo. En otras palabras, cabe una existencia no sexualizada, pero no una sin defecar ¡¡¡Joder!!! Necesitamos cagar en segundo orden de necesidad biológica, seguida a la nutrición. Dudar de este "factum" (hecho) entrañaría admitir una supina estupidez. Ello, la no deposición de excrementos, trae consigo no solamente confeccionar el féretro del arte, sino articular un "bye bye" epitáfico a esta fútil existencia. 

Apunte: Sé bien que prometí no más notas existencialistas, pero es de referencia obligada mencionar el vano esfuerzo de comprender algo, que en todas las líneas sobrepasa al individuo, hasta que éste cierra los ojos y halla un sentido para el que estaba predestinado desde la salida del útero materno. 

Nada de abstractas mierdas racionalistas cartesianas y leibnizianas (la armonía de las mónadas establecidas por Dios—este es el mejor de los mundos posibles), para andar convencidos de que somos y seguiremos siéndolo futuramente. Grábese el individuo estas palabras a fuego: "Assidero, ergo sum". Defeco, luego existo. 

En este imperativo fisiológico debió pensar Heidegger, cuando elaboraba las páginas de su archiconocido Ser (cagar) y tiempo—los instantes en que medita tras haber depurado el intestino grueso y el cabreo cuando se le complica la tarea. Deduzco que Heidegger plantaría sus buenos pinos en la cabaña donde se refugió. Lo contrario contradeciría la posibilidad de poiesis (creación artística). Si las paredes de los baños hablasen... 

¡¡¡No!!! rotundamente no. Hay que teñir al "Ser excremental" del halo intelectual ¡¡¡Qué indigno para un filósofo dialogar acerca del nauseabundo destino de los objetos orgánicos, los útiles alimentarios a la mano¡¡¡ La escatología (alusión al apartado de los excrementos) del Ser debe quedar tabuizada. 

El Dasein se encuentra enajenado consigo mismo, debido en parte a que se finge como "no orgánico"—carácter existencial— ¿cómo no sobrevenirnos la recurrente idea de "ser para la muerte", cuando llevamos varias horas, e incluso días, con un taponamiento del orificio anal ¿acaso algún ser-en el mundo puede advertir un disfrute en el ser arrojado, que no sea proyectar al fondo del váter la gruesa masa fecal confinada, la cual amenaza seriamente con perforarle el píloro, cual xenomorfo en la excelente saga de películas "Alien"? Heidegger se las vería negras al asentar sus posaderas en el trono y discurrir el acontecer, mientras crecía su desespero. 

Dejando a Heidegger y sus apuros gástricos—Hay que comer más fibra Martin. Retornando al rehuído asunto de la vida y la muerte. 

Aviso: Incluiré elementos del nihilismo existencial. 

La única vida que hay es esta—que sepamos empíricamente—, a menos que mantengamos un credo budista y aguardemos una anamnesis—el paso a una nueva alma, la salvable reencarnación respecto de la nada. 

En lo que quiera que sea eso que llaman conciencia—cerebro o propiedades emergentes mentales, exo-cerebrales— Suena en el "background" de ella, el grupo Evanescense y la letra de su célebre canción—"save me from the dark, save me from the nothing that becomes".


J.B.B

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