domingo, 3 de agosto de 2014

Soy humano, pero primero soy animal, un mono... La potencialidad del ser animal que permite el ser humano. La evolución como reflexión sobre la especie humana

¿Y que tiene de malo considerarnos animales, primates o monos? En mi opinión si dejamos fuera la arrogancia propia de la creencia en la supremacía (superioridad), sometimiento de los seres humanos al mundo y los demás seres que lo habitan. Si en su lugar humildemente reducimos la falsa grandeza de la imagen narcisista del ser humano, a la realidad animal, básica y originaria de la que es producto o resultado, reflejada en la historia de la evolución de nuestra especie, sin excelencias ni idolatría hacia sí mismo, alejados del pensamiento de que somos poco menos que dioses, inmortales que caminan entre inferiores insectos, tal como se ha concebido a sí el ser humano hasta la fecha.

Entonces al fijar nuestros ojos en la historia evolutiva, nos despojamos de alardes, halagos y soberbias, nos percatamos que no poseemos aspectos diferenciadores o sobrenaturales que nos distingan de las demás especies, estamos conectados, formamos un continuo natural con ellas. En el pasado primero hemos sido peces, más tarde anfibios, pasando a ser reptiles que luego salieron del agua y se convirtieron en mamíferos terrestres que comenzaron a caminar a cuatro patas... Hasta que aparecieron los primeros primates, que tras largos siglos de cambios, variaciones, lograron ponerse en pie, caminar bípedos, erguidos. Y finalmente a raíz de ellos, apareció el ser humano, el homo sapiens sapiens tal como lo conocemos hoy. Por tal razón, tiene más sentido para mí considerarme un mono, para lograr dejar fuera cualquier sentimiento de superioridad, poder de dominación, violencia, destrucción hacia la Naturaleza que me rodea y que me constituye biológicamente, inmanentemente (materialmente).

Me considero como tal, un mono,goríla,chimpancé,orangután,mico, babuino... Identificándome de este modo como especie, buscando la comprensión, relación equitativa con el resto de seres vivos que son como yo, porque ello me permite conocerme mejor partiendo desde lo que he sido y aún permanece en mí, sobre lo que hay en mí y forma parte de mí, también en ellos (los primates) así como en el resto de especies, lo físico, lo psíquico-afectivo (instintos y emociones) y natural, también lo social como las relaciones, organización entre los diferentes miembros, grupos, clanes, manadas... para así poder ver desde eso que existe ya materialmente los cambios que han tenido lugar durante el largo proceso evolutivo previo, y que proseguirá su curso en el futuro.

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