sábado, 23 de agosto de 2014

Pedagogía de la acción-intencional o pedagogía experimental-práctica: Pragmática educativa

Personalmente creo que es necesario desarrollar una <<pedagogía (educación) de la <<acción práctica>>, aplicable a la realidad mundana, para transformarla, modificar los elementos asimétricos-desigualitarios, opresivos, coercitivos, acríticos... que aparezcan en la educación. Tantos proyectos de gran escala se han formulado y ahí se han quedado en el tintero muertos de risa. La realidad es que la educación lleva un rumbo terrible, al menos en España, con un retroceso del pensamiento crítico, perdida de derechos con la pretendida reforma de la LOMCE del gobierno.


Existen en las páginas del recorrido pedagógico hasta la fecha, en la historia de las teorías educativas, centenares de reflexiones, preciosas y prometedoras propuestas, que terminaron sus días como ideales de futuros lejanos respecto a punto de referencia visible, una superficie desde la que lograr divisarlos. Es usual toparse con la lectura de autor@s que anunciaban nuevos amaneceres, asegurando un mañana mejor, pero que aun yacen ocultos en la oscura noche abstracta del discurso teorético (teórica). Todos ellos tenían por bandera una utopía a la que dirigirse, pero esta nunca se completó, por el altísimo grado de exigencia, expectación generada o ansiada, jamás aterrizaron, al perder contacto con la tierra, perdidos en un cielo sin orientación que les guiase.



En mi opinión, hace falta experimentación manifiesta por parte de los alumn@s en cuanto a su proceso de aprendizaje, y la percepción de que este no es ajeno a un cuerpo celeste, el planeta tierra. L@s alumn@s deberían ser participantes activos que inter-actuen, se relacionen con lo que les rodea, investiguen descubran. Considero que es muy importante despertar su curiosidad, potenciar la imaginación, con una enseñanza-aprendizaje de conocimientos, aptitudes y valores ubicados en objetivos observables, analizables, tangibles para alcanzar su desempeño, un suelo físico-real, no un contexto metafísico idealizado que no se ajuste a las circunstancias particulares. Luego, es crucial atender a los problemas y conflictos políticos, económicos, sociales, etc del ambiente en el que se insertan las instituciones educativas, sin desvincular con ello a los alumn@s del medio en que viven, semejante al cordón umbilical de una madre con el embrión, impidiendo que se separe a la escuela u otro ámbito del ambiente en el que está inserto y la vida vegetal y animal humana y no humana que habita en él.



De este modo, l@s educandos se reconocen/identifican como seres vivos, igual que el resto de habitantes de un ecosistema, con interés en que conozcan sus potencialidades, con criterio, voz y el auge de actitudes que propicien una contestación, respuesta ante las injusticias o aspectos desfavorables a cualquiera de los miembros de ese entorno del que forman parte. Esto permitiría a l@s niñ@s conocer, estudiar y analizar las debilidades y fortalezas del entorno, fomentando el <<realismo>>, conscientes de las dificultades o problemáticas sin arrebatarles el <<idealismo>> (pero naturalizada, la capacidad de imaginar objetos del mundo y sumar alguna característica no implícita en este, por tanto se previene lo platónico, evitar decaer en la confusa metafísica que conduce a la parálisis de la acción, a algo abstruso, que sitúa a los sujetos en otro plano de la realidad, fracturándose la continuidad natural, así como el mismo proceso epistemológico) la fantasía, no dejando de soñar ( eso sí teniendo los pies en el suelo), ni tampoco eliminar los deseos colectivos, bienes comunes grupales de aspirar a un mundo mejor incidiendo en el fin del antropocentrismo u ocupación del ser humano en un estatus elevado respecto a la realidad natural circundante, formando parte de esta como organismo vivo).



Es bastante frecuente en el plano educativo, además de otros ámbitos, la predominancia de las denominadas<<construcción de castillos en el aire>>, idílicas teorías inconclusas, las cuales luego no terminan nunca de desarrollarse o apoyarse. Las teorías educativas que no se asienten en lo empírico, con una teoría-práxis, proyectos curriculares adecuados a las necesidades individuales-colectivas, etnias, lenguas, inmigrantes, niñ@s con alguna discapacidad o sobre-dotación, concienciada con los conflictos, amenazas que afecten medio y sus integrantes, la vida en general...Dichas teorías que prescinden de práctica resultan inútiles para un verdadero cambio.



Es decir, contemos con una educación ligada a las leyes gravitatorias terrestres (*Ojo, no estoy hablando de limitaciones ni opresiones entendidas como si los estudiantes estuviesen sujetos a la absoluta obediencia de las concepciones y directrices de l@s docentes, carentes de juicios propios o discrepancia en los puntos de vista), desde donde se proyecte la metodología, herramientas, procesos de aprendizaje, experiencias educativas, relaciones afectivas. Un punto de arranque que propicie la velocidad, una inercia para la fuerza, una <<acción>> que de como resultado una reacción. Tal que si mencionásemos un cohete o lanzadera espacial que desde la pista comienza <<el despegue hacia las estrellas>

No hay comentarios:

Publicar un comentario