—¿Te has sentado en una roca, y bajando los párpados, conectarte, sentirte parte de nada menos que la vida? No valoráis el instante, porque siempre andáis queriendo cazar trofeos futuros o lamentando los no capturados en el pasado. Se os escurre el tesoro del agua, y cuando por fin os decidís a beber, el río está seco. Gritar ¡¡¡Qué gran día tuve, porque supe y agradecí que estaba vivo y unido a esta belleza gratuita que me rodea!!! ¿Cuándo serán pronunciadas estas palabras por esos labios secos de nihilismo? Os ahogáis con esa náusea y deshidratado lleváis el espíritu ¿Alguien hoy no ha hablado y superado el absurdo, de sobra conocido? Alzo la vista y solamente observo marchas existenciales fúnebres. El sepelio no dista de vuestros apáticos despertares y larvales caminos a la tumba de sábanas y almohada. Todavía no bailáis ni celebráis la fiesta del oxígeno.
Así hablé yo
No hay comentarios:
Publicar un comentario