jueves, 7 de diciembre de 2017

MICRORRELATO

MICRORRELATO 

El arrullo de las olas apaciguaba los restos de angustia supervivientes. Debería vivir día y noche pegado a ese bramido de Poseidón. Había conquistado esa paz que tanto anduvo buscando durante años.

Después de una larga temporada tendido sobre el blanco manto de rocas erosionadas, y contemplando el rugido marino, podría abandonar el "viaje existencial" sin cuentas pendientes. Pasado dicho intervalo temporal indefinido y con la relajante onomatopeya (-pppppggggrrrrrrr - silencio, pppggggggrrrrr -silencio...), compuesta por las rompientes anunciando el cese del show. 

Sumido en un profundo sopor, finalmente su cuadro de visión se ennegreció, y acostado en la alfombra de polvo, metáfora de la menudencia que suponemos los mamíferos humanos, se entregó de lleno a la totalidad del cosmos.
J.B.B

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