viernes, 18 de abril de 2014

"Argumento en favor de la naturaleza humana y su orientación ético-moral a partir de los filósofos Aristóteles y Spinoza"

En contestación a los no naturalistas que entre otras cosas niegan la existencia de una naturaleza humana: 

Personalmente y en función de los filósofos Aristóteles y Spinoza, considero que esta naturaleza en sus inicios no sabe diferenciar entre lo adecuado y lo inadecuado, actua pasivamente buscando saciar sus apetitos y deseos al instante. Pero si desde los primeros años se la orienta, potencia en la dirección de las buenas costumbres y la educación. De encaminarla por esta vía cabría el rumbo posterior en cuanto a la diferencia de lo adecuado-correcto frente a lo inadecuado-incorrecto, con el aprendizaje de virtudes emocionales-racionales.

Para tal distinción ético-moral son esenciales las relaciones sociales con otros miembros en el proceso de su enseñanza- aprendizaje, escuchando juicios ajenos, para ir poco a poco adquiriendo los suyos propios, oyendo opiniones variadas, pudiendo ser discutidas y cuestionadas por l@ niñ@ no teniendo solo que acatar normas u obedecer, sino también impulsar en ell@ la búsqueda de otros puntos de vista alternativos a los escuchados. Al interactuar y participar con los demás miembros se está incentivando la actitud de colaboración, ayuda, percatándose de las necesidades ajenas, remarcándose su sociabilidad, conociendo que existen otros intereses aparte de los suyos, teniendo un papel como miembro de la sociedad (no se habla aquí de explotación infantil ni tampoco de trabajo infantil. Se previene de este modo que se vuelva egoísta, huraño, caprichoso, y que no considere estimables, apreciables a sus familiares, vecinos, profesores, conocidos (recordemos lo que decía Aristóteles de que "somos animales sociales por naturaleza")

De seguir este curso, con los años esta naturaleza puede volverse activa, y conseguir el individuo llegar a sus propios juicios de manera independiente, tornándose consciente, siendo<<adecuada>> su naturaleza gracias al uso de la emoción-razón, que en base de la experiencia recibida afectivo-racional le haga sopesar sus razones y deseos con los de los demás, comparar sus juicios con los suyos, buscar otros medios para alcanzar fines si estos no resultan aptos para evitar lastimar a l@s otr@s. O lo que es lo mismo, no verlos como instrumentos que podemos utilizar para nuestro beneficio cuando persigamos deseos. Luego aquí se actuaría con templanza, término medio, afectividad, empatía, respeto, justicia, se reflexionaría sobre la propia acción emprendida.

Es decir, en este punto el individuo dirige su naturaleza hacia la conservación y preservación, a la suma de potencias al relacionarse cooperativamente, amistosamente, afectivamente el individuo con el resto de miembros, colaborando recíprocamente ese individuo A con los demás miembros B,C,D,etc y estos con él por un fin que no implique el perjuicio o sufrimiento, lo que es lo mismo: A+B+C+D, viéndose así aumentadas sus potencias respectivamente, posibilitando cumplir más objetivos conjuntamente de forma cuantitativa- cualitativa,valorativa, equitativa, luego armonizando lo individual-social y a la inversa.

Esto da lugar a emociones y pensamientos alegres para la mente-cuerpo y viceversa, al ser recordados estos afectos y sensaciones corporales por nuestra mente, experimentando emociones de alegría al ayudar y cooperar desde la niñez, las cuales volverán a querer ser percibidas ahora, pensando en cada ocasión o circunstancia las consecuencias de nuestras acciones, mediante elecciones racionales-emocionales, situando en la balanza a la razón y el deseo, reflexionando, deliberando, obrando con solidaridad-justicia, prudencia por el bien común, sintiéndose bien los individuos, en equilibrio interno, alcanzando que nuestra especie florezca, se desarrolle, progrese moralmente, alcanzando ser una "inteligencia deseante y un deseo inteligente" en la misma medida, gracias al uso de emoción-razón, de las propiedades del cuerpo-mente y mente-cuerpo, unidas para buscar obrar sin generar laceración (daño), sufrimiento ni dolor.

Se acabaría así tomando a la propia naturaleza de cada un@ y las ajenas, al conjunto de las naturalezas vivas como fines en si mismas, adquiriendo conciencia el individuo y el colectivo de lo adecuado para lograr perseverar en su ser, su conatus existencia física y material, corporal, así como la del resto de especies naturales en las que se reconocen y reflejan. Del mismo modo que el propio universo busca moverse para lograr su autoconservación, nosotr@s que formamos parte de ese cosmos igual que los demás cuerpos debemos evitar con nuestras acciones la destrucción y el caos sobre toda la naturaleza material existente

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