Los seres humanos dudamos de la autoría cuando alguien hace o ejecuta [una obra intelectual o acción] algo muy bueno o de gran valor, por motivos de envidia o estupidez [incapacidad de comprenderla o juzgar que debe ser discriminado, porque se teme lo que no se entiende bien]
Sin embargo, cuando la producción es de calidad baja, enseguida le concedemos crédito al creador/autor y la incredulidad nunca tiene lugar.
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